Andy Roddick tomó una decisión insólita. Así lo contó su mujer, la modelo Brooklyn Decker, en una entrevista con la revista People. El norteamericano decidió botar todos sus trofeos a la basura, menos uno: el US Open 2003, su único Grand Slam.

"Lo hizo un día cuando yo estaba fuera de la ciudad. Decidió que no significa éxito, que no lo definen y que realmente no le importa tener esas cosas materiales alrededor de la casa, por lo que los tiró a la basura", dijo Decker.

El ex número uno del mundo, en total, ganó 32 títulos durante su carrera.