Muchos aseguran que Mourinho es un técnico de muy mal genio, que disfruta tratando mal a sus jugadores. Ayer, sin embargo, mostró una faceta contraria a la imagen de seriedad que proyecta, al felicitar a Antonio Cassano, quien estaba en ropa interior, el triunfo de la Sampdoria.

El cuadro genovés cayó ayer al Inter de Milán por la cuenta mínima, sin embargo, selló su paso a la final de la Copa Italia, tras el triunfo por 3-0 en el duelo de ida.

La locura fue total en la Sampdoria y Cassano, el atacante de 26 años que confesó haberse acostado con más de 700 mujeres, se sacó la camiseta y los pantalones que entregó a la hinchada.

Acto seguido, el goleador se dirigió a la banca del Inter y comenzó a festejar al frente de Mourinho, quien se río de la situación y abrazó al delantero rival.

Ahora la Sampdoria disputará la final de la Copa Italia con la Lazio, que dejó en el camino a la Juventus.