Todo comenzó con una revista. En 1944, mientras el director Howard Hawks preparaba su filme Tener y no tener (To have and to have not), su esposa hojeaba un día Harper's bazaar y quedó maravillada con la chica de portada: una joven de 18 años, trigueña y de cuerpo deportivo llamada Betty Bacall. Le sugirió a su marido hacerle una prueba para el filme, ya que necesitaba un personaje femenino joven y con el suficiente magnetismo para enfrentar a la estrella del filme, Humphrey Bogart.

Cualquier proyección era improbable considerando a la neófita jovencita y el estatus del actor, de 44 años y casado y sin fama de mujeriego. Pero los dados estaban echados incluso antes del rodaje. Durante la prueba de cámara de Bacall, Bogart dijo "Acabo de ver la prueba. Vamos a tener un montón de diversión juntos", comentó y dejó la puerta abierta a la leyenda.

Luego, la película comenzaría con una escena en que la bella joven -ya de 19 años- preguntaba "¿Tiene fuego?" al expatriado protagonista que encarnaba Bogart. En escena eran puro fuego y gracias a unos diálogos inmortales, el mito quedó instalado. En febrero de 1945, Humphrey y su esposa se divorciaron. El 21 de mayo de 1946 en Ohio, Humphrey, de 46 años, y Lauren, de 20, se casaron. Habían pasado menos de dos años.

A diferencia de lo que sucede en Hollywood con los temas del corazón, la relación entre la actriz fallecida ayer y el incombustible Bogart fue para siempre. Hasta que la salud del mítico actor de Casablanca dijo no más, en 1957. Pero lo más singular, es que el romance imaginario para el resto del mundo no acabó nunca. Bacall y Bogart siempre protagonizaron una historia de amor -incluso pese a que Lauren se casó en los 60' con el actor Jason Robards. Hasta ayer, siempre fue la mujer de Boogie. Según el director Howards Hawks, Bogart se enamoró del personaje de Bacall en la película, por lo que tuvo seguir jugando toda su vida al personaje.

Tener y no tener, convertido en clásico instantáneo, les permitió cimentar su estatus romántico e hicieron tres películas más: los filmes noir El gran sueño (The Big Sleep, 1946), Dark Passage (1947) y Key Largo (1948). Pero es sin duda ese inicio fulminante el que se convierte en leyenda. En una escena de Tener y no tener, la joven -llamada "la flaca" por el personaje de Bogart- le dice: "Si me necesitas, silba". Años después, el guiño llegó hasta la tumba de Boogie, cuando Bacall depositó un silbato junto a su amor.

Pero en su vida privada, el rudo Bogart no lo era tanto, y la delgada y frágil Lauren se revelaba como una mujer de carácter firme y de convicciones poderosas. Cuando, en 1947 ambos fueron parte de los miembros fundadores del Comité para la Primera Enmienda, la respuesta de Hollywood al Comité de Actividades Antiamericanas ideadas por el senador Joe McCarthy, conocida popularmente como la "caza de brujas" y que buscaba encontrar comunistas entre la industria del cine, marcharon en primera fila desafiando la intolerancia, incluso hasta a la cárcel.

Bacall y Bogart tuvieron dos hijos y una vida que sólo podría definirse de idílica. Mientras el actor cimentaba su camino a la inmortalidad con cintas como El tesoro de la Sierra Madre, La reina africana o Sabrina, Bacall -convertida en una sex symbol distante y de belleza fría- hacía lo propio en comedias: ¿Cómo casarse con un millonario?, junto a Marilyn Monroe fue la más sonada de todas.

En 1956, a Bogart -un fumador empedernido- se le diagnosticó cáncer al esófago y en sólo dos meses, empeoró y quedó postrado en cama. En enero de 1957, a los 57 años, murió. Bacall tenía 32 años. "Boogie sabía lo mucho que lo amaba, lo mucho que significaba para mí. He tenido otra vida desde entonces, pero él fue mi primer amor. Y nunca se olvida al primer amor", dijo la actriz en sus memorias.