Barrios en silencio: la antesala del Día del Joven Combatiente

A 29 años del crimen de los hermanos Vergara Toledo, ocurrido en Villa Francia, vecinos de distintos sectores se alistan para afrontar una nueva noche de posibles incidentes.




UNA DELGADA y casi imperceptible malla metálica protege las ventanas de C. R., de 47 años y dirigente de la Junta de Vecinos Nº 28 de Villa Francia, Estación Central. Es un tercer piso. Y el adminículo, similar al que ocupan los furgones policiales, se repite en varios otros vidrios del edificio que mira a la Avenida 5 de Abril.

"Hace años poníamos tablas, pero ya nadie lo hace. Nos aburrimos. Esta malla es permanente y no detiene las balas, pero al menos ayuda con las piedras", dice la mujer, ya medio resignada.

La historia es vieja y conocida. Dentro de 24 horas se comenzará a vivir una nueva jornada del llamado Día del Joven Combatiente, que recuerda la muerte de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, ocurrida en 1985, justamente en la esquina donde vive la dirigente C. R.

Desde entonces, y todos los 29 de marzo, las barricadas y los desmanes desvelan esa noche.

Hugo López, ex director del canal popular Umbrales, de este sector, cuenta que "históricamente aquí hubo mucho luchador social, pero la gente ya está aburrida de política. Los que hacen estas cosas vienen de afuera, no los conocemos".

En el ambiente se respira una tensa paranoia. La mayoría de los residentes prefiere no hablar del tema. Rehúyen de las fotos. Dicen que "otros" los espían desde las ventanas. Algunos reconocen ciertas medidas de seguridad. "Siempre ponemos paños en los marcos de las puertas y ventanas, por las lacrimógenas", relata un comerciante ambulante. En calle Luis Infante Cerda, eje que atraviesa la Villa Francia, el quiosquero y antiguo dirigente Ernesto Sandoval (84) es rotundo: "Aquí la gente es buena, no hay terroristas, la delincuencia es el cabrerío que llega de otros lados".

Villa Francia, sin embargo, no es el único lugar crítico. Otro es Av. Colón con Martín de Solís, en San Bernardo. "Desde el lunes que se ve mucho carabinero en moto; ojalá que no pase nada, estamos tranquilos, pero ese día la cosa es seria", asegura el jubilado Igor Morales,

La intersección de Del Pincoy con Recoleta, en plena población La Pincoya, de Huechuraba, también es un eje emblemático. M.V. mantiene allí, desde hace 40 años, un quiosco de diarios y golosinas. "Los responsables de la violencia son puros jóvenes; muchos vienen desde otras poblaciones a atacar a Carabineros. Todos los años oculto mis cosas para que no me las roben", se lamenta.

A pocas cuadras, residentes del sector aseguran que "pese a que Carabineros patrulla, al caer la noche las calles se transforman en un verdadero campo de batalla".

Otro punto de conflicto es la intersección de Grecia con Macul. La policía comenzó a efectuar ayer controles de identidad y la revisión de bolsos. A pocas cuadras, en el Campus Juan Gómez Millas, de la Universidad de Chile, se realizó un acto para conmemorar la muerte de los hermanos Vergara Toledo, que terminó con incidentes menores.

Rodrigo Delgado, alcalde de Estación Central, asegura que "la gente de los barrios no tiene nada que ver con los incidentes, los responsables son otros; de todos modos, mañana (hoy) limpiaremos las calles de escombros, para que nada sea usado como proyectil". El 29 de marzo se acerca.

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