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Deuda promedio de universitarios en EE.UU. asciende a US$ 35 mil

Las deudas de los universitarios se han duplicado en los últimos 20 años y son un importante tema en la campaña electoral. En total, los estadounidenses cargan con una deuda de US$ 1,2 billones por sus estudios superiores.

Jennifer Campbell tiene muy presente el día que terminó de pagar su préstamo universitario, hace dos años. Lo pidió en los 90 para poder financiar su licenciatura en Literatura Inglesa en la U. de California y cuando tuvo el recibo en sus manos lo pegó en su pieza como señal de orgullo. Pero aún le falta pagar su magíster (US$ 15 mil) y su pedagogía (US$ 10 mil). “Terminaré de pagar todo en 2041. Pagar esta deuda es parte de mi vida cotidiana”, cuenta a La Tercera.

El caso de esta profesora, que ya se acerca a los 40 años, se replica en todo Estados Unidos, por el alto costo de algunas casas de estudios. Por ejemplo, según la cadena BBC, la matrícula en Harvard cuesta US$ 43.000 al año. Una universidad pública tradicional, como la U. de California en Berkeley, cobra US$ 13.000 anuales para residentes del estado, y US$ 35.000 para los demás.

En promedio, un estudiante que se graduó en junio pasado debe US$ 35.051 (24,5 millones de pesos) en préstamos por sus estudios, según un análisis realizado por  Mark Kantrowitz, editor de Edvisor (grupo de sitios web sobre universidades), publicado en el diario The Wall Street Journal. La cifra, todo un récord, supera a los US$ 33 mil del año pasado y es más del doble de la cantidad que debían pagar hace dos décadas.

En total, los estadounidenses cargan con una deuda de US$ 1,2 billones por sus estudios superiores.

El periódico señala que no sólo la deuda promedio está aumentando, sino que también hay más estudiantes que están pidiendo préstamos para financiar su educación superior. Casi el 71% de los graduados con una licenciatura tienen un préstamo. La cifra era de 64% hace 10 años y menos de la mitad hace 20. Actualmente hay poco más de 20 millones de estadounidenses en la educación superior.

El tema genera tal preocupación que siempre se convierte en un asunto discutido en las campañas electorales y ahora no es la excepción. De hecho, el 10 de agosto pasado la aspirante demócrata, Hillary Clinton, lanzó una propuesta que consiste en un programa federal que ayudaría a los estudiantes a pagar la matrícula de centros públicos sin necesidad de recurrir a un préstamo. “Quiero que la universidad sea asequible. La educación superior debería ser un derecho, no un privilegio para aquellos que pueden pagarla”, afirmó Clinton en un video de campaña. En la cinta, la candidata citó ejemplos de estudiantes que pagaron US$ 64.000 al año, deben US$ 149.000 en el momento de graduarse, pagan préstamos con intereses del 9% o invierten una media del 27% del sueldo del primer trabajo en devolver ese crédito (ver recuadro).

En ese mismo sentido, el Presidente Barack Obama propuso a comienzos de año un plan que está siendo estudiado por el Congreso. En la iniciativa los estudiantes de tiempo completo de los community college (centros públicos de educación superior donde la gente, generalmente de bajos recursos, estudia programas técnicos de dos años, frecuentemente en horarios nocturnos o los fines de semana), que mantengan buenas calificaciones y un ingreso familiar menor a US$ 200 mil anual, tendrían la opción de matrícula gratuita.

El costo de la educación superior se ha transformado en una preocupación generalizada. De hecho, el 79% de los adultos en EE.UU. no cree que ésta sea asequible para todos los que la necesitan, según un estudio de Gallup realizado en diciembre del año pasado.

De acuerdo al profesor de administración en la Escuela Wharton de la Universidad de Pennsylvania, Peter Cappelli,  la situación es más crítica en las universidades estatales,  donde el costo de la educación ha aumentado a una tasa de 50% en la última década, en comparación con las casas de estudios privadas. “Los aranceles han subido mucho, especialmente en las universidades estatales que antes eran más baratas. A ello se suma que el ingreso familiar se ha estancado. Y cuando los estudiantes se gradúan, cada vez hay más personas que no tienen trabajo y que no pueden pagar sus préstamos”, dijo este académico a La Tercera.

Según el diario El País, los expertos atribuyen el alza de los aranceles a los recortes de presupuesto, ya que las universidades cubrieron la falta de financiamiento público subiendo las matrículas. En la actualidad, 43 millones de estadounidenses deben parte del costo de su educación, según una investigación del Centro Pew realizado el año pasado. Las cifras representan el 37% de los hogares con adultos menores de 40 años.

En cuanto al mejoramiento del acceso a la educación superior para los estudiantes de menores recursos, Cappelli dice que una alternativa es tener un trabajo donde los empleadores paguen por los cursos, para que el estudiante pueda asistir en las noches o los fines de semana. “Pero ahora hay menos empleadores que ofrecen esto y las horas de trabajo han aumentado, lo que hace más difícil llevarlo a cabo”, añadió.

A su juicio, la educación gratuita no es la única solución al problema, sino que ayudaría que bajaran los aranceles, que hubiera más ayuda financiera y mejores trabajos cuando se termine la carrera. “Aunque obviamente si no hay arancel, no hay deuda”, concluyó.

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