Histórico

El desierto de Namibia es uno de los lugares más bellos del mundo

Este inmenso territorio árido ubicado en Africa, cuenta con las dunas más altas del planeta.

Namibia es un país del sudoeste de Africa que ocupa el territorio de lo que fue conocido hasta los años sesenta como Africa del Sudoeste, y además es una nación muy joven con sólo 18 años de vida.

Y es que desde sus inicios fue un territorio muy disputado pot diversos países como Portugal, Inglaterra, Holanda y Alemania.

En tanto, es una nación con escasa población, ya que no es nada fácil soportar la dureza de su clima desértico.

Según un artículo del diario El País de España, el desierto del Namib ocupa toda la costa namibia, con una extensión cercana a los 80.000 kilómetros cuadrados. Aunque sólo el que quiera vivir una experiencia dura pero inolvidable, debe visitar este inhóspito rincón, que es también uno de los lugares más bellos del mundo.

DESIERTO DE NAMIBIA
Desde Windhoek, la capital de Namibia, y a unas cinco horas en auto hacia el oeste, se llega al desierto del Namib. Durante el camino, el verde intenso de los alrededores de la ciudad, por lo menos en época de lluvias, se transforma en un verde dorado, el de los pequeños arbustos que aparecen en el trayecto.

A unos 150 kilómetros de la capital, los arbustos comienzan a desaparecer y, a medida que se avanza por el desierto, las dunas se van haciendo más grandes y se convierten en montañas. El turista podrá sentirse muy pequeño en este océano de arenas rojas, donde no hay nada alrededor.

ARENAS
El desierto de Namibia no es cualquiera, ya que se trata del desierto más antiguo del planeta, existía hace 65 millones de años, cuando se extinguieron los dinosaurios.

En tanto, este inmenso territorio árido cuenta con las dunas más altas del mundo, casi 300 metros, donde viven más de 150 especies animales. Además, es el único desierto que cambia de color dependiendo de las horas y donde se emplaza la duna 45, cuya perfecta silueta la convierte en la preferida de los turistas, que se maravillan ante ella.

Namibia es también uno de los desiertos más secos de la Tierra, con apenas un centímetro cúbico de lluvia al año.

PARQUE NAMIB NAUKLUFT
Dentro del parque nacional Namib Naukluft, la arena acumulada durante cinco millones de años, arrastrada por el río Orange desde el desierto de Kalahari, ha ido formando el espectacular anillo dunar de Sossusvlei.

Elevaciones de arena donde se puede acampar libremente o elegir alguno de los campamentos, que van desde las pequeñas carpas hasta los lodges de lujo.

Los guías levantan a los turistas a las cinco de la mañana para llevarlos a ver el amanecer desde la famosa duna 45. Se trata de una tradición imperdible para quienes lleguen a este maravilloso lugar.

Al amanecer, la arena se vuelve dorada, y a los pocos minutos, cuando el sol empieza a escalar en el cielo, la tierra cobra un tono cada vez más rojizo. El color rojo se debe a la presencia de óxidos de hierro que cubren los granos de arena.

DUNAS
Cada una de las dunas tiene un número, como si fueran calles. La 45 es la más hermosa y perfecta. Pero cada una de ellas tiene su forma y su propio encanto. El viento las peina, se mueven como si fueran olas y se transforman suavemente por las ligeras corrientes de aire.

Subir por la cresta de las dunas es fácil y para bajar, lo más divertido es hacerlo corriendo. La arena es muy fría por la mañana y muy caliente a mediodía.

PARQUE NACIONAL DE ETOSHA
Su nombre significa "enorme lugar blanco". Se trata de una extraordinaria reserva natural donde el avistamiento de animales está asegurado. Tiene una superficie de 20.000 kilómetros cuadrados y alberga a 114 especies de mamíferos protegidos, 340 de aves y 16 tipos de anfibios y reptiles.

Es uno de los parques más impactantes de Africa y donde los visitantes pueden toparse con casi todos los mamíferos del continente, como elefantes, jirafas, leones o rinocerontes negros.

COSTA
Ya en la franja litoral del desierto de Namibia, el paisaje y el clima cambian. El cielo se torna gris de repente y la niebla cruza el territorio, por el choque entre los vientos cálidos del desierto y las gélidas aguas oceánicas.

Es precios seguir la ruta hacia el norte y llegar a una zona donde la arena del desierto se topa con el mar (océano Atlántico sur). De esa manera surge un territorio algo siniestro convertido en parque natural.

Se trata de un cementerio de mil kilómetros donde descansan cientos de esqueletos de barcos que un día naufragaron en estas violentas aguas. Con ellos conviven vértebras de ballenas o cráneos extraviados de antílopes que llegaron a la playa huyendo del desierto.

PARAISO DE LOS HIMBA
Once tribus tratan de convivir con una minoría blanca que posee más de la mitad de las tierras. La más popular es la de los himba.

Si se continúa rumbo al norte, antes de llegar a la frontera con Angola, cerca del río Kunene, se pueden encontrar las aldeas de esta tribu, que mantiene aún la mayor parte de sus tradiciones, como el sofisticado arreglo de sus mujeres, las cuales demoran más de tres horas al día en vestirse y adornarse.

Las mujeres se trenzan el pelo y se adornan con joyas hechas de huesos, conchas y cueros. Lucen un tono rojizo en la piel y se dejan fotografiar divertidas, ya que han aprendido a convivir con los turistas.

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