Histórico

Experta en moda señala que el "efecto Obama" hará que triunfen más modelos negras

De acuerdo a la doctora en Sociología del Género, Patricia Soley-Beltrán, las pasarelas aún no reflejan la diversidad.

La elección de Barack Obama como nuevo presidente de EEUU, y el auge de la primera dama como futuro ícono de la moda, está provocando una revolución social que, a juicio de la ex modelo y doctora en Sociología del Género Patricia Soley-Beltrán, hará que el número de modelos negras aumenten tanto en repercusión mediática como en popularidad.

La presencia de profesionales negras en pasarelas y portadas de revistas sigue siendo hoy en día testimonial -a pesar del éxito de algunas de ellas como la británica Naomi Campbell o la etíope Liya Kebede-, sin embargo, para Soley-Beltrán, existen elementos para pensar que esas "cuotas" tienen los días contados.

Miembro del Departamento de Sociología de la Universidad de Edimburgo, Soley asegura que aún existen prejuicios en la moda que ven a las maniquíes negras como algo "exótico", alejadas de un papel más urbano y moderno, y recuerda que no fue hasta 1992 cuando una modelo afroamericana, Veronica Webb, consiguió el primer contacto cosmético con una gran firma.

"La mayoría de las modelos tienden al canon europeo: rubias con ojos azules y aunque es verdad que algo está cambiando, las pasarelas no refleja la diversidad", afirma esta ex modelo catalana, cuyo rostro se hizo popular en los años ochenta por su presencia en numerosos spots televisivos.

LA MODELO A TRAVÉS DEL TIEMPO
Soley, coordinadora del ciclo "La construcción social de la identidad", recalca que la figura de las modelos ha sufrido una gran evolución desde su aparición a mediados del siglo XIX, en la que se han superado numerosos tabúes, aunque otros están tardando en caer.

Aquellas primeras jóvenes de clase humilde, que casi no cobraban por su trabajo y solían ser mantenidas por sus amantes, fueron adquiriendo poco a poco, prestigio social para ya en la década de los sesenta, junto a otros símbolos de la modernidad, como los rockeros, entrar a formar parte del "show bussines", apunta Soley.

No obstante, este selecto club mantuvo unos prejuicios raciales, permitiendo una pequeña cuota, iniciada en los años setenta con nombres como Pat Cleveland, Beverly Johnson y ya, en la década siguiente, la recientemente fallecida Katoucha o la somalí Iman, ambas asiduas en las presentaciones de Yves Saint Laurent.

Es en los años noventa cuando Naomi Campbell se convierte en una de las "supermodelos" mundiales -junto a Linda Evangelista o Claudia Schiffer- y aunque sus honorarios eran astronómicos, para cualquier mortal, la joven británica cobraba menos que sus compañeras a pesar de compartir la misma popularidad, explica Soley-Beltrán.

Recientemente, la edición italiana de Vogue publicó un "Black Issue" (un "número negro") dedicado íntegramente a las modelos de color, en la que además de las ya citadas, también incluía imágenes de Tyra Banks, Alek Wek o Jourdan Dunn, para reivindicar el protagonismo de las mujeres negras.

"Es previsible y deseable que con la llegada de Obama aumente el número de modelos negras" afirma la socióloga, muy crítica con el conservadurismo del mundo de la moda que, a su juicio, sigue respondiendo a tópicos: "un look étnico, cuando todos somos étnicos; lo blanco también es étnico, aunque pensemos que estamos en el centro de la creación".

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