La crónica roja se toma las series
La tendencia comenzó en 2015, pero sigue fuerte en este nuevo año: series, documentales o de ficción, inspiradas en crímenes reales y casos judiciales. Hoy la adicción es <i>Making a murderer</i>, y pronto llegará el caso O.J. Simpson.
No mucho tiempo atrás, el misterio y el crimen eran platos de fondo casi obligados a la hora de reunirse en familia frente al televisor, con programas como Misterios Sin Resolver, hoy en día un clásico del formato policial.
Eran años en que el televisor servía de ventana para observar los crímenes más complejos, enmarañados y entretenidos. ¿Qué más intrigante que seguir pistas o ver a un acusado jurando "decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad"?
Hoy, el fenómeno está de vuelta. En 2014, Serial golpeó fuerte. Nacido como spin-off del programa radial periodístico This American Life, este podcast busca, capítulo a capítulo, contar detalles de algún asesinato que haya quedado en el tintero. En su primera temporada, por ejemplo, se hizo cargo de la misteriosa muerte de Hae Min Lee, una estudiante de Maryland de 18 años, asesinada en 1999. ¿El culpable? Su ex-novio.
Un año más tarde, y haciéndose cargo de la posta en el mundo de la televisión, The Jinx, una producción de Andrew Jarecki y HBO, le dio a los espectadores piel de gallina. Con sólo seis capítulos, la serie documental se coló en todas las listas de mejores estrenos de la temporada. The Jinx es un experimento de relojería, mezcla de documental y recreaciones, que narra la historia de Robert Durst, tres asesinatos que lo incriminan como el principal sospechoso y un desenlace real que ni el mejor guionista podría haber maquinado.
Y, a fines del 2015, Netflix decidió aventurarse en el género y lanzar su serie original Making A Murderer, la cual, en cada temporada, contará la historia de un caso complejo. Su primera temporada está dedicada a Steven Avery, un ciudadano común y corriente de Manitowoc (Wisconsin), que un día cualquiera y sin pruebas muy contundentes, fue acusado de violación, procesado y llevado a la cárcel por 18 años. Más tarde se comprobaría su inocencia; y esa es solo la introducción.
Steven Avery logra salir de la cárcel, comienza una demanda contra los que fallaron en su contra y pone en jaque al sistema penal de su localidad. Pero luego es acusado nuevamente, esta vez, de asesinato. De ahí en adelante, Making A Murderer se convierte en una espiral de testigos confundidos, papeles alterados, policías sin coartada y abogados talentosos intentando hacer que las pruebas tengan sentido. Es hoy una de las series más comentadas de Netflix.
Por su parte, y jugando fuerte en la vereda de la ficción, Scott Alexander y Larry Karaszewski, de la mano de Ryan Murphy (American Horror Story y Glee), estrenarán el 3 de febrero en Chile una nueva antología, American Crime Story, la cual contará la historia de famosos crímenes estadounidenses. El primero de ellos es el juicio por asesinato del deportista y actor O.J. Simpson, uno de los casos más mediáticos de la historia de Estados Unidos.
Los personajes principales serán llevados a la pantalla por actores de renombre, con Cuba Gooding Jr., como O.J. Simpson; John Travolta, quien personificará a Robert Shapiro, uno de los abogados de Simpson; Selma Blair, quien interpretará a Kris Kardashian (sí, la matriarca del clan) y un largo etcétera de grandes nombres, que incluyen a Connie Britton, David Schwimmer, Nathan Lane y Sarah Paulson, entre otros.
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