Llega al teatro Purgatorio, primer libro del poeta Raúl Zurita
Los actores Pedro Jiménez y Claudia Cabezas protagonizan la obra Mi dios es vacío, título inspirado en uno de los versos que Zurita escribió en el cielo de Nueva York.

Raúl Zurita está al centro de la controversia. En entrevista reciente con La Tercera afirmó que la creación literaria en Chile está en ruinas y es la peor del continente. Ahora su figura vuelve a la contingencia a través de Mi dios es vacío, obra teatral que se estrena el 5 de junio en Lastarria 90, inspirada en sus libros Purgatorio y Cantos de los ríos que se aman.
El primer libro de Zurita, Purgatorio (1979), impactó a la poesía chilena hace 30 años. Escribió la obra desesperado ante la pobreza, la tortura, la demencia y el miedo a la violencia imperante en el país. Incluso en la portada de la primera edición aparecía la imagen de una cicatriz dejada por una quemadura que el autor se autoinfligió con un fierro caliente en una mejilla.
Tras el golpe de 1973 el poeta fue detenido y torturado. Al salir debió desempeñar cualquier oficio que encontrara. Terminó tan empobrecido que un día de 1975 un chofer lo echó de una micro al confundirlo con un vago.
Esa sensación de desesperación es la que el director Claudio Riveros intenta transmitir en la obra de teatro Mi dios es vacío, ambientada en los años 80. "Tomé los versos y desarrollé una situación dramática. El poeta se encuentra con una mujer tan perdida como él en una noche de toque de queda en un espacio público, una atmósfera desolada cercana a la descrita en el libro Lumpérica, de Diamela Eltit. Son dos personajes al borde del suicidio, que vienen de situaciones extremas. Un poeta incomprendido, con malos sueños, y una mujer que acaba de ser abandonada en el lugar por agentes del Estado. La subieron a un auto y sufrió todas clase de vejaciones. Ambos desafían a la muerte", cuenta.
Para Claudio Riveros, la obra de Zurita "es poesía clásica y culta, pero también dolorosa, biográfica. No separa arte, vida y política. Inscribe en su obra nuestra historia y sus paisajes. A través de la travesía del dolor se hizo cargo de la historia política".
En la obra el personaje del Poeta es interpretado por el actor Pedro Jiménez y el de La perdida por la actriz Claudia Cabezas. En este encuentro nocturno, dos seres desamparados socialmente conversarán sobre sus sueños, obsesiones, penas y descontentos en un diálogo que poco a poco se transformará en crisis.
Dentro de la obra también se rinde homenaje al director de teatro Rodrigo Marquet, fallecido en 1999, a través de un personaje llamado El amigo muerto (a cargo de Ernesto Orellana). "Zurita en los años 90 intentó llevar a escena una obra titulada Leva junto a Marquet. Estuvieron a punto de estrenarla. Ensayaron y escribieron la obra juntos. De ahí que la figura del 'amigo muerto' deambule como una presencia cerca del Poeta", cuenta Riveros. Asimismo, el texto cita a La gaviota, de Chejov, y versos de Enrique Lihn relacionados con el oficio de la literatura.
Mi dios es vacío, título inspirado en uno de los versos que Zurita escribió en el cielo de Nueva York en 1982, se presentará en Lastarria 90 desde el 5 de junio con funciones jueves, viernes y sábado a las 20 horas y domingo a las 19.
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