La cantante estadounidense Madonna comenzó a tomar clases intensivas de la secta judía de la Cábala sobre "control de la furia", para lidiar con el odio que siente por su ex esposo, el cineasta británico Guy Ritchie.

Según informó hoy el tabloide inglés The Sun, la "chica material", de 50 años, decidió tomar clases especiales para controlar sus sentimientos de furia contra su ex marido, mientras la pareja se prepara para comenzar con los trámites de divorcio.

Madonna, que anoche tocó un concierto en Montreal, Canadá, como parte de su gira internacional Sticky & Sweet, viajó de inmediato a Nueva York para someterse a las clases intensivas en el Centro de la Cábala.

La cantante también cuenta con un consejero espiritual de la secta judía, que la acompaña durante su gira para controlar sus sentimientos de odio contra Ritchie.

De acuerdo al Sun, la "estrella del pop", madre de Lourdes, de 12 años, Rocco, de ocho, y del adoptado David Banda, de tres, está "furiosa" con su ex esposo por las demandas que ha hecho de dinero, y por la forma en que detalles privados de la pareja se hicieron públicos.

"Madonna está muy enojada con Guy, principalmente por el trato frío que recibió de él durante su matrimonio, por los detalles más feos de su matrimonio que se filtraron a la prensa y por las demandas que está haciendo de dinero", declaró una fuente allegada a la cantante.

"Está furiosa que a él le corresponda tanto dinero, cuando es ella la que está trabajando como loca en esta gira", continuó.

Según la fuente, Madonna "está recibiendo ayuda de un consejero de la Cábala, quien la acompaña para dejar atrás el odio, y de esa forma terminar lo antes posible con el divorcio por el bien de sus niños".

"El consejero le ha asegurado que ella encontrará a su alma gemela, pero antes deberá calmar su furia", continuó.