Morosos de crédito fiscal con retención de impuestos se quintuplican en cuatro años
Son más de cien mil personas las que este año verán mermada su devolución de impuestos por tener deuda en mora del crédito universitario.

Una desagradable sorpresa encontrarán más de 107 mil contribuyentes en su devolución de impuestos de este año. Al ser deudores morosos del crédito universitario, se les retendrá una parte o la totalidad del dinero que debieran recibir. Desde que se instauró en 2005, el número de retrasados en sus pagos y a quienes se les retienen los impuestos sigue creciendo: si en esa fecha fueron 20 mil personas, la cifra hoy se quintuplicó.
Hasta ahora se han recuperado más de 24 mil millones de pesos por esta vía y se espera que este año la cifra aumente en siete mil millones, los que irán directamente a las arcas del Fondo Solidario de cada universidad.
Sin embargo, el monto que se recupera por esta vía es una pequeña parte de lo que cuesta financiar el sistema. En 2007 el Estado entregó 78 mil millones de pesos para financiarlo y se estima que las universidades, entre cobros a los ex alumnos por distintas vías y aportes propios, pusieron 40 mil millones más.
Actualmente, unas 400 mil personas son deudoras del crédito universitario. De ellos, según estiman los expertos, un 40% estaría en mora. Aunque no todas las universidades tienen el mismo nivel de morosos. Mientras las llamadas "católicas de regiones" (Católica de Concepción, de Temuco o Del Maule) tienen algo más de mil personas en esta situación, otras como la Usach superan los ocho mil y la de Concepción tiene seis mil.
Entre ellas, la que destaca como la que mejor recupera el dinero es la Universidad Católica. Esta institución cuenta con un equipo de cobranza que incluye un call center y cobradores en terreno y su cartera de morosos es de aproximadamente mil personas. Pero no todas las instituciones tienen la capacidad para mantener un equipo como éste. Además, el nivel de alumnos con préstamo en universidades como la Usach o la de Concepción se encuentra entre los más altos del sistema, por lo que la posibilidad de mora es mayor.
Pero más allá de las probabilidades estadísticas, el bajo nivel de recuperación se atribuye a diversos factores. Entre ellos, la poca capacidad de las universidades de hacer un seguimiento efectivo de sus egresados, quienes deben ser ubicados dos años después de su salida de cualquier universidad del Consejo de Rectores. Otro factor son los pocos instrumentos legales para obligar a los deudores a pagar. Porque aun cuando un moroso puede ser enviado a Dicom, tener deuda por crédito universitario no es tan mal visto por el sistema financiero. Y las universidades rehúyen de las cobranzas judiciales por considerarlas demasiado caras. Así, pueden pasar muchos años antes de que un deudor se acuerde de que tiene que pagar, y cuando quiere hacerlo no puede, debido a los altos intereses por mora (18% anual sobre el monto atrasado). Es que una deuda de crédito en mora se puede incluso duplicar, si pasan cinco años desde que se hace efectiva.
¿SOLIDARIO?
Aun cuando el corazón del sistema de crédito universitario sea que la ayuda económica a las nuevas generaciones se financie con las devoluciones de los egresados, lo cierto es que el Estado es el que debe colocar gran parte del presupuesto. Muchas veces los egresados no se informan del momento en que deben empezar a pagar. "Algunos creen que se cobra dos años después de la titulación y no como efectivamente es, dos años desde el egreso", dice Jaime Arancibia, encargado del Fondo Solidario de la Utem, que cuenta con más de seis mil deudores en mora. Aunque defiende al sistema por considerarlo "más que financiero, de naturaleza social", asegura que se deben mejorar algunos mecanismos de cobro y reconoce que la retención de impuestos ha sido, hasta ahora, una de las más efectivas.
"En el pasado, las técnicas de cobranza de las universidades fueron más blandas y muchos creyeron que esta deuda era incobrable", agrega Claudio Elórtegui, vicerrector de Asuntos Económicos de la Universidad Católica de Valparaíso, que tiene una cartera de morosos cercana a las seis mil 400 personas. Asegura que el problema más grave a la hora de cobrar a quienes no están al día, son los altos intereses aplicados a la morosidad y el que muchos de estos deudores nunca terminaron su carrera, por eso la nula motivación a pagar.
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