"Culpan a mi pareja y esto es injusto, porque él no fue". Esas palabras son parte de la transcripción del informe pericial hecho por el servicio de psiquiatría forense del Instituto Psiquiátrico José Horwitz a Nabila Rifo, la joven madre que fue brutalmente atacada en Coyhaique en mayo pasado, crimen por el cual está imputado su pareja, Mauricio Ortega.

Y en el informe, al que tuvo acceso La Tercera, Rifo sostiene permanentemente que habría sido otra persona la que la agredió, incluso asegurando que ella lo vio y que sería una persona de entre 30 y 35 años. "Iba con un pantalón negro, un polerón blanco, y el pelo largo, como metalero", dice en otro de los párrafos.

El documento fue hecho el pasado 13 de julio y se basa en una entrevista pericial de dos horas y media. El informe está firmado por la doctora Sandra Moglia y la psicóloga Susana Pavié, y es el segundo testimonio de Rifo en el que ella exculparía a su esposo de su agresión, luego de que ayer se conociera un presunto audio en el que se comunicaba con familiares de Ortega afirmando lo mismo.

CONTRASTE CON LA DECLARACIÓN JUDICIAL

En el informe, Nabila Rifo señala que "yo creo que él (su pareja) no fue, porque yo vi a la otra persona", y relata la cruda agresión de la que fue objeto. "¿Sabe lo que hizo? Me empezó a pegar en mi cabeza, y mi cabeza sonaba, yo empecé a llorar, le decía déjame, déjame, y él nada, iba a matarme", relató.

El documento, donde se detalla información de índole amoroso, sexual y de su estado anímico durante la entrevista, se contradice con la primera declaración judicial que Rifo dio el 20 de julio, un día después de entregada la pericia psiquiátrica, en el que la víctima aseguró que en un principio, según el expediente del caso, "no quería decir la verdad. Pero cuando llegué a Coyhaique y ya estuve en mi casa, estar con mis hijos, mi mamá y ver todo el sufrimiento, decidí decir la verdad". Tras esa declaración, sindicó a Mauricio Ortega como culpable de los hechos.

Luego de darse a conocer el primer llamado que, según familiares de Ortega, ella realizó antes de su declaración a su sobrino Jorge Ortega, el protocolo que seguirían cada vez que ella intentase comunicarse con la familia, y viceversa, era grabar la conversación y, posteriormente, entregarla a la defensa del único sospechoso.

Sin embargo, pese a su objetivo, la propia familia filtró la conversación previo a la audiencia realizada durante la mañana de hoy y en la que, finalmente,  se amplió a 30 días el plazo de investigación a petición de la fiscalía de Coyhaique, en donde no se consideró como prueba el audio dado a conocer ayer como prueba y donde aún no se da a conocer el informe psiquiátrico de Rifo.