El recién nombrado subdirector del Colegio Apoquindo y uno de los fundadores del establecimiento, Luis Canessa, aseguró a La Tercera que tras las denuncias de abusos sexuales que se habrían cometido al interior del recinto, tiene "plena confianza de que esta situación dolorosa que estamos enfrentando, va a significar un fortalecimiento" para la comunidad educacional.

"Esperamos que se esclarezca toda la verdad, no estas verdades parciales y estos picoteos que aparecen", recalcó el psicólogo, enfatizando que su labor desde hoy estará centrada en restaurar la confianza hacia los profesores que se desempeñan en el recinto.

"Mi certeza y mi fe es que es un muy buen colegio y tiene que seguir siéndolo, a pesar de estas cosas humanas que de pronto pasan y en las que hay que llegar a la verdad para volver a reconstruirnos, porque esto ha sido muy doloroso", continuó.

Respecto la responsabilidad en los hechos de la pareja de auxiliares que vivía al interior del recinto -Margarita Villegas y Esteban Moya- el psicólogo que durante los últimos ocho años se desempeñó como rector del Colegio Santa María de Pirque, confesó que "todavía me cuesta creerlo", argumentando que conoce muy bien a los imputados desde que llegaron al establecimiento.

"Quizás estoy equivocado, quizás existe una posibilidad, pero en este momento, mi corazón y toda mi racionalidad me dice que no la hay", dijo, agregando que "conociendo el colegio, a quienes lo fundaron y a quienes han estado a cargo, cuesta pensar que ha habido desidia, irresponsabilidad o descuido. No me niego, pero me cuesta pensarlo".

Canessa también enfatizó que la dirección del establecimiento no se cierra ante la veracidad de las denuncias e insistió en que "el colegio tomó medidas precautorias" como el traslado del preescolar al Colegio Apoquindo Masculino.

"Es una injusticia que se diga que nos cerramos porque no es así, lo que pasa es que partimos de una confianza en nosotros y en la gente que trabaja en el colegio. Por lo mismo, nos cuesta creerlo, cuesta mucho asumirlo", aseveró, recalcando que "nosotros estamos dispuestos a ser muy racionales en esto".

Sobre a la posibilidad de suceder a la actual directora del establecimiento, María Eugenia Gandarillas -quien abandonaría su cargo al término de este año académico- Canessa fue enfático en asegurar que "de ninguna manera" está previsto.

"Voy a tratar de convencerla de que no se vaya porque es una educadora excepcional. Ahora, quizás es una decisión muy personal de ella y no tengo ningún derecho a meterme", analizó.

Y agregó: "No he hablado con ella de su sensación, de sus sentimientos y de su proyecto de vida, ella fundó este colegio, ha estado al pie del cañón, ha sido una directora comprometida y hoy cuesta encontrar directoras de excepción".

Por último, Canessa declinó referirse a la separación de sus funciones de las educadoras de párvulos Margarita Arismendi y Rosita Lama, asegurando que "aún no sé nada".

"Estoy recién empezando las reuniones, tengo claro lo que asumí y por qué lo hice y ahora comenzaré a trabajar con la dirección, con el equipo de psicólogos y con todo el equipo de apoyo, para ver específicamente qué es lo que vamos a hacer", concluyó.