La policía italiana arrestó a 32 supuestos miembros de los Casalesi, perteneciente a la mafia napolitana, en particular de los grupos Bidognetti y Tavolla-Campiello.

Las detenciones fueron efectuadas en las provincias italianas de Caserta, Roma, Módena, Arezzo y Florencia.

La policía militar, coordinada por la Dirección antimafia de Nápioles, reconstruyó las fases de la guerra por el predominio de las extorsiones y de los tráficos ilícitos entre los dos grupos criminales, que comenzó a fines de 1993 y provocó hasta el 2004 más de 15 muertos. Los detenidos son sospechosos de asociación para delinquir de tipo mafioso, homicidio, intento de homicidio, porte y detención ilegal de armas, tráfico de droga.

Las investigaciones partieron tras la emboscada a Massimo Ivoine, jefe de zona de los camorristas dirigidos por el 'capo' Francesco Bidognetti, alias "Cicciotto e mezzanotte' y que fue llamada la "matanza de San Michele".

En el 2003 en Villa Literno, cerca de Nápoles, dos sicarios miembros del grupo Tavoletta-Cantiello enfrentando al del boss Bidognetti, armados de fusiles y pistolas enfrentaron a 5 jóvenes que estaban por la calle, matando a dos e hiriendo de modo no grave a los otros tres. El doble homicidio coincidió con la reanudación del enfrentamiento, iniciado en 1997, en el ámbito de la misma facción de los Casalesi, encabezadas por Biodgnetti, de la cual se escindió el grupo Tavoletta-Cantiello.

Según la acusación, los autores del asesinato de los dos jóvenes fueron Cesare Tavoletta, Massimo Ucciero, Daniele Corvino y Nicola Fiore. A los dos asesinatos, siguieron otras emboscadas mortales: las de Michele Misso, Giuseppe Caiazzo, Domenico Ucciero, todos del grupo Tavoletta, de Stefano Aversano y Antonio Di Fraia del clan adverso.

De la investigación, también surgió que los comerciantes de la zona de Caserta eran obligados a pagar "coimas" a dos clanes camorristas diferentes más de una vez por año.