Tres nuevas muertes de soldados británicos entre ayer y hoy en Afganistán elevan a 321 el total de militares del Reino Unido fallecidos desde la invasión del país asiático en octubre de 2001.

El viernes una explosión mató a un miembro del 40 Comando de los infantes de marina cuando patrullaban a pie en el distrito de Sangin, provincia de Helmand, en compañía de otros militares de EE.UU. y del Ejército Nacional Afgano.

Hoy otro soldado, de los Royal Dragoon Guards, que servía en una brigada de reconocimiento, fue víctima de una explosión en el distrito de Nahr-e Saraj, de la misma provincia, según anunció el ministerio de Defensa.

La tercera baja no se debió a fuego enemigo sino a un accidente de carretera, ocurrido anoche cerca de Camp Bastion, principal base británica en Afganistán.

Mientras tanto continúa la búsqueda del soldado afgano que mató el martes a tres militares británicos del primer batallón de los "Royal Gurkha Rifles" y, tras escapar, se ha refugiado supuestamente entre los talibanes.