"Uniéndonos en los sentimientos, sin duda de dolor en la fe, esperanza y confianza", con esas palabras, el sacerdote Fernando Vives, vicario de la zona Cordillera, comenzó ayer la misa dominical en la parroquia Sagrados Corazones de El Bosque.

Alrededor de 450 personas llegaron al lugar, quienes escucharon las palabras de Vives, el que pidió orar por "todos aquellos hermanos que de alguna manera han sufrido y están sufriendo a causa de las conductas del padre Fernando, las que han sido sancionadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe".

También llamó a los feligreses a no renunciar a las "buenas enseñanzas" que dio Fernando Karadima durante los años que permaneció a la cabeza de la parroquia El Bosque.

Al final de la misa los asistentes se mostraron de acuerdo con las palabras de Vives. "Me gusta la transparencia porque en esta iglesia siempre era como callado. Además me esperaba algo así porque tampoco se pueden ocultar las cosas. Entonces yo creo que era lo que se tenía que hacer", dijo Cecilia Murgues.

Lo mismo manifestó Manuel Fernández, quien asiste hace 15 años a la parroquia. "Complejo, difícil de asumir lo sucedido, pero es una realidad. Esperemos que se superen esas cosas. Recibimos el fallo con dolor, pero aceptándolo porque es una realidad", señaló.

El párroco de El Bosque, Juan Esteban Morales, manifestó a La Tercera su agradecimiento ante la presencia del vicario en la misa, que calificó como "un gesto de apoyo".