Columna de Luis Larraín: Monsalve en La Moneda

Boric
Monsalve en La Moneda.


Manuel Monsalve está detenido en la cárcel de Rancagua, pero el caso Monsalve sigue en La Moneda porque Carolina Tohá y Gabriel Boric, sus principales inquilinos y jefes de Monsalve, no lo despidieron el 15 de octubre al enterarse de la denuncia de violación y no han dado una explicación creíble por ello.

Desde La Moneda operó una organización destinada a amedrentar a la víctima. Participaron Gustavo Herrera (su jefe directo), Gabriel de la Fuente e Ilse Sepúlveda. Los primeros llamaron a la víctima varias veces entre el 8 y 10 de octubre. El 12 de octubre la funcionaria Ilse Sepúlveda la visita y le dice que podría ser bueno que se vaya del país, que se enfrentaba a gente muy poderosa. Le aconseja que negocie. Le afirma que De la Fuente es una mala persona y que podría resultar alguien muerto. El sociólogo Camilo Araneda, amigo de Boric, le aconseja tomarse una licencia y no hablar con la ministra de la Mujer.

El 11 de octubre un funcionario encubierto de la PDI acude al edificio donde vive la víctima solicitando que bajara para entregarle un paquete, a lo que no accedió. Finalmente, ella presenta la denuncia el 14 de octubre.

Monsalve, acusado de delitos contra la Ley de Inteligencia, había ordenado a la jefa de área en la PDI revisar cámaras con grabaciones en el restorán y en el hotel donde se produjo la violación. Boric y Tohá se enteraron de ello el martes 15 de octubre y aun así decidieron mantener en el cargo a Monsalve. Ahora sabemos que Boric le contó ese día también a Miguel Crispi y Carlos Durán y se ha dicho que hay 12 horas de grabación borradas.

¿Por qué Boric no pidió la renuncia a Monsalve de inmediato sino después que La Segunda diera la noticia? ¿Esperaba la retractación de la víctima? En conferencia del 18 de octubre dijo que no tenía detalles, en su declaración judicial posterior dice que Monsalve le contó que al despertar “estaban los dos en la misma cama” y agrega “aunque no me dijo en qué circunstancias”. ¿No era suficiente razón que Monsalve le diga que amaneció en la misma cama con una subordinada que lo denunció por violación?

El gobierno no sólo no protegió a la víctima, sino que la maltrató. Las actuaciones de Monsalve desmienten la cacareada igualdad ante la ley; son un ejemplo de uso y abuso de privilegios, prolongados inexplicablemente por el Presidente. La minuta comunicacional de hoy: “la detención de Monsalve demuestra que nadie está sobre la ley”, omite decir que ello ocurrió pese a la actuación de La Moneda.

Estamos en una grave crisis política que no se resuelve con declaraciones vacuas sino con sanciones y cambio de gabinete. Boric debe pedir perdón a la víctima y al país, y hacer cambios radicales que reflejen un mínimo de humildad y voluntad de enmendar rumbos para terminar su período con cierta normalidad luego de este luctuoso suceso.

Por Luis Larraín, presidente Consejo Asesor, Libertad y Desarrollo