Columna de Paula Escobar: Bad Boys

Parisi
Franco Parisi está demandado por no pago de pensión alimenticia.


Pasó de ser el candidato con orden de arraigo por no pago de pensión alimenticia, el “papito corazón” número uno de Chile, a ser el “Kingmaker”, el hacedor de magia electoral, el gran elector, al que hay que rendir tributo.

Su casi millón de votos lo está transando muy alto, intentando jugar con los dos finalistas en esta elección presidencial. Sin disimulo y sin moverse de su escritorio en Alabama, Parisi ha orquestado con gran éxito un lugar histórico en el balotaje del 19 de diciembre. El dilema hoy es sobre cómo conseguir su “favor” y sus seguidores; ha conseguido efectivamente que se deje de hablar de sus problemas con la justicia y de lo que significa su calidad de deudor en un país de madres que sacan adelante a sus hijos muchas veces solas. Y ya logró atraer a ambos candidatos a su terreno, al mundo virtual, donde reina sin contrapeso y donde pone las reglas. Kast y Boric peregrinarán al mundo Bad Boys domingo y martes. Así, el hombre que no estuvo en ningún debate presencial, y que por tanto no se sometió a las preguntas de los periodistas y de las demás candidaturas, será ahora el hombre ancla, el director, el productor y hasta el público que aplaude o pifia a los candidatos, en su propio show. Insólito.

Ya el periplo de Kast a Estados Unidos fue una señal clara del poder de Parisi. Nadie deja el país a escasos días del balotaje, cambiando trabajo territorial por un almuerzo en Washington con inversionistas. Menos por una reunión con un senador trumpista hasta la médula como Marco Rubio. El objetivo estaba en Alabama.

No hubo junta, pero tendrá su foto con Parisi en Zoom este domingo. Preparando la “conversación”, Kast ya se puso a tono. Sobre las pensiones adeudadas, dijo que “estoy seguro de que Parisi no quiere eludir el pago, quiere ver si el pago es justo”, salvándole la causa y relativizando la inmoralidad de no pagar los alimentos de los hijos. Movida de riesgo para un político que declara defender la familia sobre todas las cosas. Esa es justamente la explicación más manida de los papitos corazón. La “injusticia”, ¡aunque haya fallo judicial! Y después de pedir perdón a las mujeres, y de hacer un “mujerazo”, suena bastante extraño.

Para el diputado Boric, por su parte, también es un peligro someterse a los dictámenes de Bad Boys, porque el programa del diputado magallánico tiene incorporados como ejes los principios del feminismo y, desde ahí, es una disonancia completa vincularse con quien incumple sus deberes básicos de respeto a las mujeres, niños y niñas.

Parisi percibe esa atención intensa, y ya ha opinado de los dos, feliz en su rol de “gran elector”.

De Kast dijo que “está planteando en lo económico cosas más sólidas, pero él tiene un pecado original: no tiene la calle”. De Boric expresó que “tiene un arraigo muy importante en una parte de la población que es bastante seria y fuerte en sus conceptos y preceptos, así que eso chapeau. Pero si usted me pregunta por la parte débil del programa de don Gabriel, es la parte económica, y no lo veo negociando en Wall Street”.

Parisi decide, juzga, discierne, interroga… Y Kast y Boric se arriesgan.. No al debatir con él, sino en llevar agua a su molino. Ir a su show es, de cierto modo, hacerle una genuflexión. Es cierto que no se debe ningunear ni subestimar a los votantes de ningún candidato. Pero también es cierto que hay que tener mucho cuidado con cómo se legitiman posturas o actuaciones como las de Parisi, cuyo eslogan es “denunciar” la corrupción completa de la política y erigirse como único salvador de este fango de izquierda y derecha.

Es cortoplacista rendirle pleitesía a quien se ha dedicado a quitarle a la política la poca legitimidad que le queda.

En segundo lugar, no se puede tener amnesia temporal con lo que significa darle ese poder a alguien que incumple su mínimo deber con sus hijos, como es el pago de alimentos. En un país en que el tema de género importa y pesa, porque las desigualdades existen, darle estos superpoderes a quien comete violencia económica es contradictorio.

Esa es la reflexión que deben hacer Kast y Boric. Porque frente a candidaturas antisistema, que se alimentan del malestar y hacen culto al ego del líder carismático, es difícil ganar la partida. Parisi transgrede e igual gana. Compite sin estar, de seguro reembolsará sus gastos electorales, no enfrenta la justicia en Chile, y va hasta ahora invicto.

Su última perla es de antología. En entrevista en La Red, el papito corazón número uno de Chile justificó su ausencia para la segunda vuelta explicando que son los últimos días de su hijo en el colegio en Estados Unidos, donde viven.

“Ningún papá se quiere perder eso”, dijo.

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