Columna de Paula Walker: Gestión, comunicación y política



Estas son las tres palabras claves para cualquier gobierno: gestión, comunicación y política. La gestión es indispensable, porque no se puede hacer política ni comunicar cuando las cosas no pasan, o los proyectos no se hacen, o las acciones para evitar problemas no se llevan a cabo o cuando la gestión no está alineada con las prioridades presidenciales.

La comunicación es indispensable y le suma elementos positivos a la gestión. Por ejemplo, decir las cosas en simple, informar a los equipos internos, no solo en Santiago sino en todo el país. Comunicar a las personas las políticas públicas y los programas, hacer campañas, ser entrevistados todas las veces que sea necesario, entre otras acciones. Y la política, que está tan golpeada y de capa caída, debe ser la formula ética y estética que hace la diferencia entre un gobierno y otro. Entre una mirada y otra.

Hay quienes sostienen que la comunicación es una especie de fórmula mágica que resuelve todos los problemas. Que las operaciones comunicacionales salvan a la política o a la gestión. Que las activaciones en redes sociales llegan a las personas, cuando sabemos que se encapsulan más y más en los propios. Las series de Netflix que muestran cómo mágicamente una encuesta y un par de movimientos resuelven los problemas son solo eso, fantasía de serie o una manera cinematográfica de percibirse en un rol que no es.

El Presidente Boric ha escrito que “quienes se han servido de recursos públicos (caso Democracia Viva) han incurrido en actos de corrupción”. Su ministro de Justicia ha dicho que existe un problema estructural y que hay “casos que derechamente tienen que ser calificados como corrupción”. El profesor Cordero, ahora ministro de Justicia, explica la definición de corrupción como el ejercicio abusivo de la posición de autoridad para obtener un beneficio privado aunque no sea constitutivo de delito. ¿Y dónde está la comunicación de gobierno en torno a este caso?

Un matinal expuso durante toda la mañana del miércoles el caso del fundador de la Fundación En Ti, en la región del Biobío, que fue “arrendada” por una ex candidata a alcaldesa del Partido Comunes para recibir fondos y ejecutar un proyecto. Hasta ahora no está claro que el proyecto y sus fondos se hayan implementado a conformidad. Don Gerardo dice que es analfabeto, que estuvo en el Sename y acusa que la candidata y sus amigos lo estafaron.

Está claro que hay un diagnóstico compartido que el propio Presidente ha puesto sobre la mesa. El contralor ha apuntado en la misma dirección. La política ha actuado en su máxima representación, que es la palabra presidencial. Ahora esperáremos a ver cómo se materializa esta promesa, porque sabemos que en materia de corrupción nadie puede tirar la primera piedra. La diferencia está en el liderazgo político y en el proyecto que se representa de cara a las personas. A veces, los hechos valen más que mil palabras.

Por Paula Walker, profesora Escuela de Periodismo Usach

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.