SEÑOR DIRECTOR:
La Universidad Austral de Chile (UACh) es parte de la historia y pieza clave en el establecimiento de una concepción no estatalizada del sistema de educación superior.
Hoy, la UACh atraviesa una crisis financiera. Como toda crisis, esta tiene un origen multicausal que es difícil de resumir. Lo cierto es que la comunidad UACh -sus autoridades, trabajadores y estudiantes- han debido enfrentar un complicado escenario y adoptar medidas (varias de ellas dolorosas) dirigidas a hacer más eficiente la operación interna. Esas medidas deberán sostenerse y multiplicarse en el futuro próximo para que la UACh se fortalezca financieramente. En eso estamos.
Las universidades se confrontan con un contexto universitario crecientemente demandante. Deben competir por los estudiantes, porque los aranceles constituyen su principal fuente de financiamiento y los aportes fiscales, en cambio, han tendido a decrecer. Las reglas de cálculo de los aranceles regulados (de los que depende la gratuidad) y las limitaciones a su cobro impactan fuertemente sobre las universidades que educan a estudiantes más vulnerables, como es el caso de la UACh.
No cabe duda de que las universidades deben adaptarse. Pero también es necesario que las autoridades políticas y la ciudadanía chilena discutan los ajustes que es necesario introducir al sistema de educación superior. No vaya a ser que la sed de cambios comprometa una tradición de la que solo cabe enorgullecerse.
Daniela Accatino Scagliotti
Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, UACh
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