Defensa del estado de derecho

REUTERS/Andres Quezada NO RESALES. NO ARCHIVES


SEÑOR DIRECTOR

Nuevamente somos testigos de un lamentable ataque incendiario en la zona de Panguipulli, específicamente en el condominio Riñimapu, esta vez por parte de una turba de 30 a 40 personas pertenecientes a una comunidad mapuche vecina y que estaban premunidas de armas de fuego y acelerantes, con el claro fin de destruir las propiedades de dicho lugar. Producto de lo anterior, una mujer que integraba la turba falleció, una de las casas del condominio resultó totalmente destruida por un incendio y los habitantes del condominio tuvieron que abandonar el lugar ante el claro peligro no solo de destrucción de sus casas, sino que de sus propias vidas.

Dada la gravedad de los hechos, es de esperar que, por una parte, la Justicia se imponga de una vez por todas y que los fiscales y jueces se encarguen no solo de investigar a los guardias, sino que de lograr que todos los autores materiales e intelectuales de un ataque a toda luces criminal sean perseguidos, formalizados y condenados con el máximo rigor de la Ley.

Por otra parte, es necesario que el Ejecutivo, a través del Ministerio del Interior y “Seguridad Pública”, cumpla con su deber constitucional de defender a los ciudadanos de ataques criminales como el antes descrito.

Aún es tiempo, antes de que no haya vuelta atrás, de que el Estado de Derecho se imponga, lo cual implica la decisión política de -nada más ni nada menos- hacer que se cumplan las leyes en nuestro querido país.

Roberto Darrigrandi U.

Economista

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