SEÑOR DIRECTOR:
Hoy nos encontramos en un debate necesario y complejo, la revisión del artículo del Código del Trabajo que limita el derecho a sala cuna a empresas con veinte o más trabajadoras, una medida que, de modificarse, podría impulsar la participación femenina en el mercado laboral de manera significativa, pero que contiene serias falencias en la promoción de una educación de calidad desde el nacimiento.
Sin embargo, al abordar esta cuestión, es vital considerar la complejidad de la situación actual. Las políticas públicas deben buscar un equilibrio justo entre la protección de derechos y la promoción de oportunidades, teniendo en cuenta las necesidades urgentes de las infancias y los desafíos que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral debido a la desigual distribución de responsabilidades de cuidado, que impacta en sus salarios, acceso al mercado y trayectorias laborales.
Además, es esencial examinar detenidamente la demanda en la red pública de educación parvularia, donde se observa un desequilibrio entre la oferta de salas cuna y la necesidad de niveles medios, lo que refleja una tendencia preocupante. La disminución en el número de nacimientos a nivel nacional también subraya la importancia de adaptar nuestras políticas a los cambios demográficos.
De todos modos, el acuerdo es amplio, si vemos el vaso medio lleno. Quizás convendría hablar de la flexibilidad de este nivel educativo para abarcar las reales necesidades de las familias, estableciendo nuevas modalidades a menor costo de inversión y con una calidad que garantice oportunidades para la vida, sin transar nunca el fortalecimiento de la educación pública.
Evelyn Sánchez A.
Directora ejecutiva de la Corporación para la Infancia de Santiago
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