Nuevo régimen político


SEÑOR DIRECTOR

La Comisión de Sistema Político de la Convención Constitucional aprobó una nueva propuesta de régimen de gobierno. Las responsabilidades en la formación y ejecución de la ley son parte fundamental de la “sala de máquinas” de la Constitución, esos engranajes que el profesor Roberto Gargarella nos ha invitado a pensar como espacios de poder que determinarán la capacidad de garantizar el ejercicio de derechos.

La marginación de la capacidad de decidir ha permitido que se vulneren los derechos de las personas más pobres, mujeres, pueblos originarios y tantos otros. Por eso, aunque el régimen de gobierno no figura entre los temas más populares, la distribución del poder que implica tiene todo que ver con derechos sociales, reconocimiento e inclusión.

La Comisión propondrá al Pleno un “presidencialismo atenuado” y un “bicameralismo asimétrico”, orientados a reducir la concentración del poder. Se pretende dar más atribuciones al Congreso, al moderar el peso de la iniciativa presidencial exclusiva para hacer las leyes, permitir las insistencias parlamentarias frente al desacuerdo con el Ejecutivo y eliminar el manejo presidencial de la agenda con las urgencias. La creación de una Cámara de las Regiones, por otro lado, busca desconcentrar el poder, esta vez en un sentido geográfico.

No hay duda que, como en todo cambio, surgirán en el camino problemas inesperados. Por eso es tan importante la voluntad que ha expresado la Convención de dejar las puertas abiertas a la política del futuro para enmendar lo que no esté funcionando o deje de representar los consensos sociales. Dotar al país de un sistema capaz de responder a las preferencias ciudadanas es parte esencial del proceso constituyente que estamos viviendo.

Claudia Heiss

U. de Chile y Red de Politólogas

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