Reclamo argentino en la Antártica



SEÑOR DIRECTOR

Queremos compartir nuestra preocupación por la pretensión del Estado argentino sobre miles de kilómetros de suelo y recursos naturales submarinos de Magallanes.

Resentimos la pasividad del gobierno central ante dicha pretensión, que desde 2009 amenaza nuestra integridad territorial. En la memoria tenemos los sacrificios de la crisis vecinal de los años 70 y 80.

Argentina reclama territorios afectos al statu quo antártico, y otros espacios no cubiertos por ese régimen. En este último caso, circa 9.000 kms2 desde las Islas Diego Ramírez.

En 2009 y 2016, Chile hizo dos gestiones diplomáticas parciales. Su insuficiencia, y la inminencia de una ley argentina sobre plataforma continental, forzó al canciller Ribera a realizar otra gestión urgente.

El organismo responsable (DIFROL) ha dicho que la falta de respuesta a dicha pretensión (hecha conforme el Derecho del Mar) se justifica en que no existen “plazos fatales” y que, en la Antártica, el organismo internacional competente no puede pronunciarse.

Esto omite otros hechos.

Con mapas oficiales, monedas, estampillas y una Subsecretaría de peso político, en ausencia de respuesta chilena, Argentina ha fortalecido su posicionamiento sobre territorio chileno.

El reclamo argentino en la Antártica depende de la vigencia de la expresión “no revisar, por el momento” contenida en algunas notas diplomáticas.

En 2018, esta miopía permitió la creación del Parque Marino Islas Diego Ramírez, con el cual Chile restringió su territorio submarino al meridiano del Cabo de Hornos. Gravísimo.

Este no es un problema “de reglamento”, sino de un asunto político que requiere de rápidas correcciones de fondo.

Gloria Vilicic, Christian Matheson, Alejandro Fernández, Claudio Morán, Jorge Guzmán

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