Significado del cambio de mando

SEÑOR DIRECTOR
El viernes 11 de marzo la comunidad internacional presenció un cambio de mando en Chile marcado por la tradición y los símbolos, así como también con un profundo significado político. Me parece que el acontecimiento tiene dos sentidos fundamentales.
El primero se refiere a su sentido democrático y republicano: el Presidente Sebastián Piñera, elegido en 2017, entregó el mando a Gabriel Boric, quien triunfó en los comicios de 2021. Con ello, quienes han recibido el respaldo popular en diferentes elecciones llegan a La Moneda para desarrollar su programa de gobierno, llevar sus ideas al ámbito público y buscar lo mejor para el país de acuerdo a sus convicciones.
Sin embargo, eso podría decirse casi de cualquier cambio de mando en distintas democracias del mundo. En el caso chileno, el paso de un gobierno de centroderecha a uno del Frente Amplio y el Partido Comunista -más algunos sectores del socialismo- está inserto en la comprensión que vivimos el fin de una época, que se refleja en el cambio generacional, el proceso constituyente en marcha y el hecho que por primera vez llega a La Moneda una coalición distinta a la centroizquierda de la Concertación (o Nueva Mayoría) o la centroderecha del actual Chile Vamos.
Aunque hoy predomina una visión negativa sobre la democracia chilena restaurada en 1990 y sobre el régimen constitucional vigente en estas décadas, lo cierto es que en muchos ámbitos fueron años positivos para los chilenos, especialmente para los más pobres y para quienes tuvieron más oportunidades y mejor calidad de vida como ni siquiera soñaron sus padres o abuelos. El gobierno de Boric hoy es una promesa, para muchos, una esperanza de justicia social, en un país que ve decaer sus ritmos de crecimiento e inversión, en medio de un proceso constituyente que nació con grandes expectativas pero que hoy muestra fisuras y limitaciones.
El cambio de gobierno y el fin de una época son parte de la democracia y hasta una realidad cronológica. El resultado positivo -para el fortalecimiento democrático, el desarrollo económico y el progreso social- no es algo que vendrá dado, sino que requiere mucho trabajo de gobernantes y gobernados. Así se ha ido formando Chile a través de muchas generaciones.
Alejandro San Francisco
Profesor de la Universidad San Sebastián y P. Universidad Católica de Chile
Director de Formación, Instituto Res Publica
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