Sin avances en la COP16 de biodiversidad
SEÑOR DIRECTOR:
Con el lema “Hagamos la Paz con la Naturaleza”, la COP16 de Biodiversidad reunió a los países firmantes de la Convención para la Protección de la Biodiversidad (Río, 1992) para evaluar el avance en las cuatro metas comprometidas en Kunming, Canadá, en 2022: proteger el 30% de la superficie del planeta para 2030, restaurar ecosistemas degradados, reconocer los derechos de los pueblos indígenas sobre la biodiversidad, y asegurar un financiamiento anual de 20 mil millones de dólares a partir de 2025, incrementando a 700 mil millones de dólares al año 2030.
La primera semana de negociaciones reveló un estancamiento en los compromisos. No se ha aumentado la superficie de ecosistemas protegidos, ni detenido actividades destructivas en áreas protegidas, ni concretado el financiamiento necesario de los países desarrollados. Especial alarma causó el incumplimiento de las cuotas financieras de 20 mil millones de dólares anuales a partir de 2025 y 30 mil millones para 2030, sin los cuales los países del Sur Global no podrán restaurar ni proteger sus ecosistemas críticos.
Según un informe de la ONU, los países ricos han entregado menos de la mitad de lo comprometido y, en algunos casos, financian actividades relacionadas con la biodiversidad, como la agricultura, o envían fondos como préstamos a países con biodiversidad preservada, en lugar de donaciones, como denunciaron los bloques de África y América Latina en la COP16. Francia, por ejemplo, ha entregado el 87% de sus fondos como préstamos.
Un reporte del Banco Mundial advierte que, aunque los países gastan 1,25 billones de dólares en subsidios a actividades destructivas como agricultura y combustibles fósiles, solo 36 países han identificado estos subsidios. Además, 158 países aún no presentan sus Planes Nacionales de Biodiversidad, exigidos por la Convención.
Ante estos incumplimientos, se cuestiona el valor del acuerdo alcanzado en 2022 en la COP15. Sin acciones concretas y el financiamiento prometido, la destrucción continúa, lo que representa malas noticias para las futuras generaciones y la vida en la Tierra.
Sara Larraín
Directora de Chile Sustentable