Ésta es la muestra más importante que ha hecho Ryden hasta ahora en Nueva York, ya que se trata de una exposición individual en una galería prestigiosa, que representa a artistas de la talla de Frank Stella y Andy Warhol, por nombrar algunos. Para sorpresa nuestra, también Iván Navarro figura en su staff, quien es, sin duda, la carta de presentación del arte chileno contemporáneo.

Fue en los años noventa que surgió un movimiento muy singular en la costa oeste de Estados Unidos. Se trataba de artistas que exploran una imaginería fantástica y oscura, utilizando elementos de la cultura popular pero llevándolos a un registro sofisticado. La gran mayoría venía del diseño y la ilustración y extendió su talento al medio del arte, lo que le permitió trabajar elementos narrativos más complejos. Agrupados bajo la chapa del movimiento Lowbrow Art, lanzaron un arte crítico que se disfraza de ingenuo para introducir contenidos e ideas perturbadoras.

Desborde imaginativo

Ejemplar privilegiado de esta tendencia sigue siendo Mark Ryden, un californiano que estudió Diseño en Pasadena graduándose como ilustrador y que ha hecho muchas carátulas de discos para artistas como Red Hot Chili Peppers, Ringo Starr y Michael Jackson. Ryden tuvo su primera muestra individual en 1998, la que llevó el provocativo título: The meat show (El espectáculo de la carne). Ya entonces dejó asomar su tono delirante, asombrando al público y a los críticos con su desborde imaginativo y su rigor técnico. En su obra, Ryden mezcla lo naif y lo macabro, para configurar universos extravagantes, seductores e inquietantes. El artista cuenta que, de niño, sus profesores del colegio se desconcertaban cuando le pedían dibujar una cara y él le ponía un tercer ojo en mitad de la frente. O cuando le pedían representar animales y él, sin aspavientos, los dibujaba con las vísceras afuera. Esta obsesión ha seguido acompañándolo hasta ahora: la carne está presente en casi todas sus pinturas. "La vida es una gran ilusión", explica Ryden. "Somos criaturas de energía pura y la carne es lo que nos mantiene enteros". Su colección más tétrica y angustiante, y que de paso le ganó un sitial de honor en el mundo de los góticos, fue Blood: pinturas en miniatura sobre desolación y miedo, una serie de pequeños retratos de niñas tiernas y rosadas que lloraban lágrimas de sangre.

Ken y Barbie

Iconoclasta y obsesivo, en la obra de Ryden se dan cita imágenes, símbolos e ideas de múltiples procedencias. "Las referencias son muy heterogéneas", dice el artista. "En mi trabajo conviven fotografías de insectos, cuadros del Bosco y Goya, libros acerca de los creadores de circos antiguos, películas de Harryhausen (director de efectos especiales de King Kong), fotos antiguas de gente extraña, libros infantiles de ciencia y del espacio, ilustraciones médicas, música de Frank Sinatra y Debussy, revistas, televisión, Jung y Freud, Ren & Stimpy, Joseph Campbell y Nostradamus, Ken y Barbie, la alquimia, la masonería, el budismo. Por la noche tengo la cabeza tan llena de ideas que no puedo dormir. Las mezclo todas y creo mi doctrina personal sobre la vida y el universo. Para mí, algunas cosas parecen juntarse y hay ciertos paralelos y claves por todo alrededor. Tiene que haber algo de Alicia en el País de las Maravillas que encaje con Charles Darwin… Creo que el mundo está lleno de cosas increíbles y sorprendentes. Esto es lo que yo pongo en mis pinturas".

La muestra que ahora monta en Paul Kasmin Gallery –y a la que corresponden las imágenes que acompañan esta nota– se titula The Gay 90's: Old Tyme Art Show, refiriéndose, irónicamente, al movimiento moderno que surge en 1890 y que se acompaña de un cierto desprecio por el sentimentalismo. "En esta obra exploro el límite entre la atracción y la repulsión frente a lo kitsch, que es también una línea sutil entre lo bello y lo banal", dice el artista. Así, muchas de sus pinturas se meten voluntariamente en una estética de lo maravilloso y kitsch, reivindicando el placer de la ficción.

Su idea, siempre, es despertar el asombro, para lo cual hay que destruir prejuicios sobre el buen gusto.

Las imágenes de estas páginas corresponden a obras de la actual exposición de Ryden.

Para ver más

En amazon se pueden conseguir muchos de los libros que contienen ilustraciones y pinturas de Mark Ryden. Los tres últimos son The Tree show (2009), Fushigi Circus (2009) y Sweet Wishes (2008), todos editados por Hardcover. Especialmente atractivo es Sweet Wishes, un libro de alucinantes ilustraciones y colores que cuenta una historia a partir de un cortometraje animado realizado junto a su esposa, también pintora, Marion Peck. El cortometraje puede verse en www.youtube.com

"Ryden es un referente muy fuerte. Muchos diseñadores se sienten identificados con su estética, porque recupera íconos que están en la memoria colectiva". (Pablo Bahamondes, editor revista Joia).

En Chile

Un referente para nuevos diseñadores

En 2008 la revista Joia sacó un artículo sobre Mark Ryden que tuvo gran aceptación entre artistas y diseñadores jóvenes. El editor, Pablo Bahamondes (27), explica el fenómeno. "En Chile Mark Ryden se está haciendo cada vez más conocido. De hecho, antes de que nosotros lo publicáramos nos sorprendimos de que mucha gente ya sabía quién era. Para nosotros Ryden es un referente súper fuerte, su sensibilidad visual ha inspirado nuestra línea editorial. Muchos diseñadores jóvenes se sienten identificados con su estética, porque es muy potente y, al mismo tiempo, recupera íconos pop que están en la memoria colectiva. Lo que me seduce de Ryden es su virtuosismo técnico. Él puede darse el lujo de jugar y hacer un conejito o una muñequita porque maneja perfectamente la técnica. Si le pidieran hacer una pintura académica o híper realista no tendría ningún problema. Pero él juega, toma el riesgo y se divierte".

La carátula de Michael

Mark Ryden trabaja tanto en proyectos personales como en carátulas de discos de célebres artistas como los Red Hot Chili Peppers, Ringo Starr y Michael Jackson. Para este último, Ryden diseñó la carátula del álbum Dangerous, una de las más emblemáticas de Jackson y que, según algunos entendidos, junto a Sargent Pepper's de Los Beatles, es una de las carátulas más logradas de la historia del pop. "Michael pidió cosas muy específicas y yo hice analogías particulares para dar lugar a estos símbolos… Michael me dijo que el diseño debía resultar misterioso para que la gente la interpretara a su manera", comenta Ryden.