
Dar malas noticias laborales nunca es fácil. Acordar reducciones de sueldo, optar por la Ley de Protección del Trabajo y, como última medida, comunicar despidos, no solo implica un momento desagradable y muy triste para el empleado, sino en muchas ocasiones es una situación difícil también para el empleador o la persona con cargo de superior.
Mucho más difícil es en el contexto actual, en el que despedir a alguien supone enviarlo a una realidad adversa: el desempleo del primer trimestre llegó al 9%, y las posibilidades de encontrar trabajo en medio de la pandemia son escasas. Por lo mismo, distintos estudios y expertos se han preocupado por dar a conocer la forma más efectiva de comunicar una mala noticia laboral, de tal forma que no se agrave la situación para ninguna de las partes.
Según el medio especializado Harvard Business Review, lo primero que debe hacer una persona a cargo de dar una mala noticia es tener todas las respuestas a las posibles preguntas que puedan surgir. Para esto, deben tomarse el tiempo de hablar sobre la medida con el equipo de recursos humanos de la empresa, quienes también pueden enviar a un representante a la reunión. Es fundamental que quien comunique la medida tenga seguridad sobre lo que está haciendo y diciendo, pues no debe haber cabida para malas interpretaciones.
Manejar toda la información necesaria implica también saber el proceso a través del cual se tomó la decisión que se está comunicando. Según un estudio de la Asociación Americana de Psicología, titulado Un marco integrador para explicar las reacciones a las decisiones: Efectos interactivos de resultados y procedimientos, las personas tienden a aceptar de mejor forma noticias poco favorables si tienen la seguridad de que el proceso por el que se llegó a esa decisión fue correcto y acabado. De esta forma las necesidades son más válidas si estas se entienden y un acuerdo para rebajar temporalmente el sueldo puede ser más comprensible si el trabajador está al tanto del complejo momento económico por el que está pasando la empresa.
Por otro lado, los expertos de Harvard recomiendan que, si no se está de acuerdo con la forma en que se llevó a cabo el proceso, se converse con los superiores y no con el equipo, pues eso solo les va a dar mayor inseguridad y aumentará la ansiedad en el resto.
Un estudio conjunto de la Universidad Brigham Young y la Universidad de Alabama agrega una última recomendación: las malas noticias laborales se deben comunicar de manera directa y clara, sin rodeos.
Según los investigadores, de las 145 personas a las que entrevistaron, todas aseguraron que si la mala noticia los afectaba económica o si se trata de alguna enfermedad, preferían conocerlas de inmediato, sin prolongadas conversaciones. Al revés sucede cuando la mala noticia es sentimental, como es el caso de un quiebre amoroso, donde lo mejor sería dialogar lo suficiente para que la decisión no se comunique de forma brusca.
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