Kast, el outsider de derecha que venció al oficialismo: “Vamos a recuperar la paz, el orden y el progreso”

21 de Noviembre de 2021/SANTIAGO José Antonio Kast emite su voto en el Colegio Ana Mogas de Paine, durante las elecciones presidenciales 2021. FOTO: KARIN POZO/AGENCIAUNO

El líder del Partido Republicano se coronó como el ganador de la jornada, imponiéndose a la carta de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, con quien se medirá en el balotaje del 19 de diciembre. “Somos más fuertes y vamos a demostrar que en democracia vamos a derrotar a esa izquierda intransigente”, aseguró Kast ante el aplauso de sus adherentes. El abanderado hizo gestos a los votantes de Sichel, Provoste y Parisi.


“¡Se siente, se siente, Kast Presidente!”.

A las 19.30 horas, el candidato del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, ingresó a su comando en la calle Presidente Errázuriz, comuna de Las Condes. En las afueras ya se habían congregado simpatizantes, mientras que adentro ya estaban la vocera Macarena Santelices; la prosecretaria del Partido Republicano, Marie Claude Mayo; el exdiputado Arturo Squella; la constituyente Ruth Hurtado, y candidatos a parlamentarios, entre otros.

A esas alturas, con casi un 40% de las mesas escrutadas, el exdiputado ya tenía certeza de que su nombre estaría en la papeleta de la segunda vuelta. Y afuera del comando se preparaba un escenario con parlantes para celebrar la gesta. A esa misma hora, Kast recibió el llamado del Presidente Sebastián Piñera.

Al llegar al comando, Kast se reunió con su equipo, con quienes comentó el devenir de la campaña. Y de a poco fueron llegando distintos adherentes. Alrededor de las 20.30 llegó el alcalde de La Reina, José Manuel Palacios a felicitar a Kast, y adelantó que otros ediles oficialistas también acudirían.

“Es muy importante. Sobre todo del mundo de los municipios. Estamos coordinando. Viene también Daniela Peñaloza (Las Condes), viene Gustavo Alessandri (Zapallar), todos a representación de la Amuch a darle este respaldo a José Antonio”, dijo Palacios. “Nosotros lo veíamos en la calle, la actitud de las personas este gran entusiasmo por la campaña de José Antonio”, agregó. “Yo con toda la humildad que corresponde en esto voy a ofrecer para lo que sirva en el objetivo, que es que la ultra izquierda no llegue a este país y no nos convirtamos en Venezuela o Cuba”, concluyó Palacios.

Cuando ya el conteo superaba el 70% de las mesas, comenzaron a llegar otras figuras del oficialismo. El primero, el secretario general de RN, Diego Schalper, junto con la vicepresidenta de la tienda, Catalina del Real. Pasadas las 21.30 horas, se anunció que llegaría la directiva de la UDI, presidida por el ahora electo senador Javier Macaya y la diputada María José Hoffmann.

“Hemos venido a saludar a José Antonio Kast. Hemos venido a manifestarle nuestras felicitaciones. Lo que aquí se ha logrado es muy significativo. Y obviamente hay que esperar lo que diga nuestro consejo general, somos un partido institucional”, dijo Schalper.

En el comando ya coordinaban reuniones con los partidos oficialistas para los próximos días.

Al cierre de esta edición, con las 86.45% de las mesas escrutadas, el exdiputado marcaba la pole position en esta primera vuelta, con un 28,06%, mientras que Sebastián Sichel, la carta oficialista, llegaba en un cuarto lugar, con un 12,48%.

A las 21. 58 horas Kast subió junto a su esposa, Pía Adriasola, y su hijo al escenario instalado en las afueras de su comando en la calle Presidente Errázuriz. En el estrado colgaba una bandera chilena. Con voz emocionada -que a ratos se quebró- el abanderado agradeció a su familia y a Dios por el triunfo alcanzado.

“Vamos a elegir entre libertad y comunismo, vamos a elegir entre democracia y comunismo. Somos más fuertes y vamos a demostrar que en democracia vamos a derrotar a esa izquierda intransigente. Ha llegado la hora de que dejemos el temor, que abandonemos la comodidad y que salgamos con fuerza a defender nuestra libertad”, dijo Kast entre los gritos de sus adherentes.

Antes el candidato había enfatizado que “hoy termina el primer paso para que logremos que esa esperanza se haga realidad. Para recuperar la paz, el orden y el progreso. Para recuperar nuestra libertad”.

Durante su discurso -que se extendió por más de 30 minutos- Kast destacó a los expresidenciables de la pasada primaria, Joaquín Lavín, Mario Desbordes e Ignacio Briones. Y tuvo palabras dedicadas a Sebastián Sichel a quien dijo reconocer “en él y en quienes lo apoyaron una vocación de cambio y de futuro que asumiremos en la segunda vuelta. Las puertas están abiertas para ustedes”. También aludió a los votantes de Marco Enríquez-Ominami, Yasna Provoste y Franco Parisi: “ustedes también tienen las puertas abiertas para sumarse a este proyecto. Pues como dijimos antes nadie sobra, nadie está excluido. Por Chile, su futuro y su libertad debemos trabajar en conjunto”.

La victoria de Kast consolidó la figura del outsider de derecha frente al bloque oficialista de los partidos agrupados en Chile Podemos Más.

Alrededor de las 20 horas, una centena de adherentes se congregaban en el comando de Kast.

Tras 27 años de militancia en la UDI, en 2016 Kast terminó renunciando y emprendiendo vuelo propio. Y lo hizo arremetiendo con dureza contra las figuras establecidas en el sector, provocando dolores de cabeza y conflictos al interior del conglomerado.

La historia se remonta al 2008, cuando por primera vez desafió a los coroneles que dominaban el gremialismo.

2008: Disputa por la hegemonía UDI

Fue en 2008 cuando Kast comenzó a tomar distancia de la derecha tradicional. Siendo jefe de bancada, emprendió el desafío de competir por la presidencia de la UDI, todavía controlada por los “coroneles”.

José Antonio Kast compitió contra Juan Antonio Coloma por las internas de la UDI el 2008 y el 2010.

El hoy ministro de Justicia, Hernán Larraín, dejaba la presidencia del partido y se esperaba que fuera heredada al hoy senador y “coronel” Juan Antonio Coloma. Éste contaba con el apoyo de dos poderosos de Suecia 286: Jovino Novoa y Pablo Longueira, entre otros.

Quienes apoyaban a Kast en ese momento, dicen que lo que buscaba era dar mayor participación a las nuevas generaciones en la institucionalidad del partido y un retorno a las ideas originales de la colectividad. Si bien contó con el apoyo de referentes como el hoy senador Claudio Alvarado, el actual ministro Felipe Ward, y exparlamentarios como Darío Paya, Rodrigo Álvarez y Gonzalo Arenas, entre otros, no fue suficiente: perdió por 36,4% de las preferencias frente a Coloma que sacó el 63,6%, no sin antes haber tensionado a la tienda golpeada por cuestionamientos a su probidad en el caso MOP-Gate.

La historia se repetiría el 2010 cuando Coloma buscó la reelección, volviendo a derrotar a Kast.

2016: Renuncia al partido de su vida

“No puede ser que siempre las mismas personas tomen las decisiones”. Con esas palabras, Kast anunciaba a finales de mayo del 2016 que renunciaba a su militancia de 20 años de la UDI.

31 de Mayo de 2016/VALPARAISO José Antonio Kast en el Congreso Nacional después que anunció su renuncia a la UDI .

En una entrevista en radio Bío Bío, el entonces diputado dio cuenta de un proceso de “larga reflexión” y su molestia por el rol de un “grupo controlador” encabezado por Andrés Chadwick, Coloma, Longueira y Novoa.

“Renuncio por una convicción meditada y profunda de que la política tiene que cambiar, tiene que iniciarse un nuevo ciclo en la política donde se deje de lado lo políticamente correcto en las respuestas, donde se mire a la cara, toda la política tiene que dar un paso adelante y enfrentar a la ciudadanía de una manera distinta”, dijo en una carta que envió a la directiva gremialista el 31 de mayo de 2016.

La renuncia remeció las aguas internas en el partido y pavimentó el camino que más tarde otros seguirían por él: años más tarde el desafío fue encarnado por el actual vocero de gobierno Jaime Bellolio, hoy distanciado de Kast.

Tras renunciar a la UDI, “Influyamos” se convirtió en la primera plataforma, una ONG, creada un año antes, con la que buscaba agrupar y formar liderazgos con los valores fundacionales del gremialismo. Con esa organización se puso como meta comenzar a buscar firmas para volver a presentarse a la Presidencia de la República.

2017: Primera presidencial

En sólo ocho elecciones en la historia de Chile se ha dado el escenario de que dos candidatos de derecha llegan a primera vuelta, dice el historiador Alejandro San Francisco. La del 2017 fue la séptima, y tuvo a Kast como uno de los protagonistas junto a Sebastián Piñera.

Sebastián Piñera y José Antonio Kast
José Antonio Kast en la elección presidencial del 2017 junto a Sebastián Piñera.

“La derecha me necesita para ganar”, repetía por esa época Kast, ante los cuestionamientos de la UDI, RN y Evópoli de que una dispersión de votos afectaría la candidatura de Piñera y le daría más opciones a la izquierda. De nada sirvieron los intentos por sumarlo a las primarias presidenciales junto a Manuel José Ossandón (RN) y Felipe Kast (Evópoli). El diputado quería correr solo y así lo haría.

Por entonces, su tesis era de que su candidatura no le haría daño al sector pues aparecer en la papeleta contribuiría a que más gente votara, lo que beneficiaría a las listas parlamentarias de los partidos de la centro derecha.

La idea de Kast en esa época era rescatar el ideario de la derecha. “El propósito fue defender ideas y principios que José Antonio sentía que nadie defendía en la sociedad chilena. Principios asociados al pensamiento de derecha tradicional”, recuerda Álvaro Pezoa, quien fuera entonces su jefe programático y esta vez fue candidato a senador por la Metropolitana.

Su mayor esperanza, decía Kast, era que dos candidatos de derecha pasaran a la segunda vuelta. Por aquella época, ya comenzaba a surgir el apodo que algunos repiten el día de hoy: que Kast es el “ME-O de la derecha”, en alusión a que el candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez-Ominami, con su votación de la presidencial del 2009 impidió que Eduardo Frei (DC) ganara en primera vuelta, lo que más tarde repercutió en que perdiera en el balotaje frente a Piñera.

Quienes vivieron esa campaña recuerdan que la arremetida de Chile Vamos en su contra fue “dura”. En esos momentos, la derecha tradicional aseguraba que Piñera -en medio de un complicado segundo gobierno de Michelle Bachelet- podría ganar en primera vuelta si Kast no interfería. Particularmente dolían las declaraciones de Longueira, uno de los impulsores de esa tesis junto a Andrés Allamand (RN) y Jacqueline van Rysselberghe (UDI).

Pese a la estrategia lanzada por el piñerismo del “voto útil” y de no desperdiciar los sufragios en Kast, el candidato logró 523.375 votos con el 7,93% de las preferencias, lo que le abrió un espacio electoral que varios en esa época temían que concluyera formando un partido político.

2019: fundación del Partido Republicano

Tras la derrota presidencial, Kast comenzó a replegarse dentro de la derecha con la creación de su movimiento político “Acción Republicana”. Y si bien tanto en privado como públicamente siempre descartó que la instancia se fuera a transformar en un partido político, ello ocurrió el 2019 no sin antes hacerle daño al oficialismo, pues algunos de sus fundadores venían de las filas de los partidos del entonces bloque Chile Vamos.

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José Antonio Kast el 2019 en el Servel durante la inscripción del Partido Republicano.

Rojo Edwards, que se alejaba de RN, y el diputado Ignacio Urrutia, que dejaba atrás a la UDI, fueron parte de los descuelgues que se produjeron en una coalición que además miraba con alarma la dispersión de votos que podía producirse dentro de la derecha, con elecciones municipales y parlamentarias en los años venideros.

“Nosotros formamos el Partido Republicano porque era la plataforma que le daba la opción presidencial a Kast”, recuerda Urrutia sobre esa época, descartando que eso pudiera hacerle un daño al sector. “Ya estábamos contrarios al gobierno que se había salido completamente de lo que había ofrecido a la gente. No nos sentíamos parte ni nada parecido a Chile Vamos. Pasamos a representar lo que fue la UDI anteriormente o RN en sus inicios. Estos partidos lo fueron abandonando y nosotros sentimos que representábamos a esta gente de derecha abandonada”.

En 2020 hubo nuevos descuelgues hacia la colectividad, con la renuncia de los diputados Cristóbal Urruticoechea y Harry Jürgensen a RN.

Las consecuencias del outsider ya se podían ver a nivel parlamentario.

2021: La elección definitiva

Cierre de campaña de José Antonio Kast en el Parque Araucano.

La arremetida presidencial de Kast volvió a reflotar las críticas del “ME-O de la derecha”. Con un Sichel consolidado tras vencer en las primarias oficialistas al favorito Joaquín Lavín (UDI), en el gremialismo había varios que sostenían que era una buena idea ofrecerle un cupo al Senado por la Región Metropolitana a Kast, a cambio de que declinara su opción presidencial.

Porfiado, el líder de Republicanos siguió con su arremetida. Y si bien en el momento en que marcaba poco en las encuestas algunos veían su candidatura como más testimonial -para salvar la existencia legal del partido con parlamentarios electos- su exitosa performance tras el primer debate presidencial lo catapultó como opción verdadera en la derecha.

Superando a Sichel en las encuestas, varios parlamentarios oficialistas dejaron al ganador de las primarias para irse con Kast: ños UDI Claudio Alvarado, Iván Norambuena y Sergio Bobadilla y los RN Camila Flores y Miguel Mellado, por nombrar unos pocos.

Sichel estuvo obligado a dar libertad de acción para el oficialismo, y ya en el Partido Republicano comenzaban a replicar una idea: “el outsider era otro”.

“Esta sensación de ser outsider se fue perdiendo en el tiempo, rápidamente pasamos a ser el grupo mayoritario”, dice Pezoa. Mientras que el diputado Urrutia sostiene: “Es cosa de ver en lo que terminó la derecha, llevan un candidato que era absolutamente demócrata cristiano. Esta derecha perdió su esencia. Nosotros consideramos que somos el verdadero representante de la derecha. El outsider en este momento es Sichel”,

En la UDI fueron primando viejas amistades políticas con “Anton”, como le dicen los de su generación, lo que finalmente implicó una base electoral que finalmente le permitió ganar.

Ahora, con la discusión de cómo enfrentar la segunda vuelta, José Antonio Kast vuelve a lidiar con la derecha tradicional.

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