La paradoja de la paridad: correcciones favorecen a más hombres que a mujeres

Los festejos en la Cámara de Diputados cuando el proyecto fue aprobado.

Si bien, y hasta el cierre de esta edición, la composición de la Convención Constituyente es de 78 hombres y 77 mujeres, la corrección de género que aplica la ley de paridad ya se ha debido aplicar en 17 casos. De estos, 13 corresponden a los escaños elegidos en los 28 distritos a lo largo del país, ingresando ocho hombres y cinco mujeres. En el caso de los pueblos originarios, el mecanismo favoreció a cuatro hombres.


De las cuatro cédulas que fueron protagonistas de los sufragios durante este fin de semana, las distintas papeletas para escoger a los 155 miembros de la Convención Constitucional, en total, incluyeron un 51% de mujeres y 49% hombres: una distribución paritaria. Y es que de manera inédita, y por primera vez en una elección tanto en Chile como en el mundo, se aplicó la paridad de género para la inscripción de listas, su orden -intercalado y encabezando con una mujer-, y para la posterior corrección de resultados por sexo.

La ley, promulgada en marzo de 2020, establece que tras contar con las cifras totales de sufragios para un distrito y si de forma natural la composición es paritaria, no se harán correcciones de género. Sin embargo, en el caso que un sexo supere al otro, se reemplazará al candidato del sexo sobrerepresentado con menos preferencias para integrar al candidato o candidata del sexo subrepresentando con mayor votación del pacto que corresponda.

De los 28 distritos que existen a nivel país, 18 de estos escogen un número impar de representantes, por lo que no es posible asegurar una paridad estricta. Frente a esto, la normativa establece que ningún sexo podrá representar el 55% de los constituyentes.

Las cifras que marcan la elección

Según los cálculos elaborados por la plataforma electoral Decide Chile hasta las 3.00 horas de la madrugada de este lunes -hasta el cierre de esta edición- se habían aplicado 17 correcciones de género: 13 corresponden a los escaños elegidos en los 28 distritos a lo largo del país, ingresando ocho hombres y cinco mujeres.

En el caso de los pueblos originarios, la corrección favoreció a cuatro hombres. Y hasta ahora, la instancia quedó compuesta por 78 hombres y 77 mujeres.

Uno de estos casos es el de la candidata Natalia Aravena (independiente, en cupo del partido Convergencia Social) en el distrito 13 (El Bosque, La Cisterna, Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda, San Miguel, San Ramón). A pesar de obtener 13.636 de las preferencias y ser la primera mayoría de su lista, la corrección implicó que su cupo lo integrara el exministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza (PC), quien logró 11.073 de los votos.

Natalia Aravena, candidata independiente por cupo de Convergencia Social en el D13.

En la situación inversa, el exfiscal Marcos Emilfork (UDI) cede su cupo en el distrito 26 a Katerine Montealegre (UDI) por criterio de equidad, a pesar de obtener 5.244 votos, mientras que Montealegre obtuvo 5.021.

Y con una mayor diferencia de votos, una situación similar ocurrió con Jaime Coloma Alamos (UDI) en el distrito 14. El hijo del senador Juan Antonio Coloma y hermano del diputado Juan Antonio Coloma, quien logró 18.923 preferencias, se corrige su escaño por la independiente pro-UDI Claudia Castro, quien solo obtuvo 3.734 votos.

Otra candidata que quedó fuera tras aplicarse la paridad a pesar de su alta votación fue la antofagastina María Angélica Ojeda (PC) en el distrito 3. La profesora, que se hizo conocida tras solicitar a la Corte Suprema el retiro total de sus fondos de la AFP, contó con el 9.426 de los sufragios, liderando las preferencias de su pacto. Sin embargo, y luego de aplicar el criterio de integración, su escaño lo obtendría Hernán Velásquez (FRVS) quien alcanzó 3.953 votos.

JORGE CORREA SUTIL 02925

El caso del abogado Jorge Correa Sutil (DC) también es un ejemplo de corrección favorable a los hombres. En el distrito 6, su compañera de lista Waleska Castillo (DC) alcanzó las 7.748 preferencias. Sin embargo, y para preservar la paridad en la zona, entró el constitucionalista y exsubsecretario del Interior con 6.820 votos.

La paridad explicada

La representante asistente del PNUD en Chile y cientista política, Marcela Ríos, explicaque pese a que la tendencia fue que la fórmula corrigiera a favor de los hombres, esto en ningún caso representa un fracaso de la política implementada. “Si no hubiese existido el criterio de paridad, las mujeres no hubiesen representado la mitad de las candidatas. Y basta ver las otras elecciones que ocurrieron hoy para ver que sin paridad las mujeres no logran estar en las nóminas. La afirmación de que si hubiésemos tenido más mujeres sin paridad es algo contrafactual, porque sin la ley no hubiesen sido la mitad de las candidatas y no hubiesen encabezado listas. El punto central de la paridad es que permite el equilibrio en el resultado, acá lo que se buscaba es un resultado paritario”, asevera.

Y es que en las cifras, en los sufragios donde no existió la paridad desde la inscripción de las listas la presencia de mujeres ni siquiera bordeó la mitad: solo el 16% de las candidatas a gobernadores son mujeres, el 23% en las alcaldías y el 39% en concejalías.

La experta y una de las impulsoras de la normativa añade que “sin mecanismos concretos, efectivos, se nominan generalmente hombres. La ley de paridad obliga a ponerlas en todos los distritos, competitivos, en igualdades de condiciones. Lo segundo, que no tiene que ver con la nominación, es que las mujeres mostraron que tienen fuerte apoyo popular, los electores quieren ver mujeres”.

Asimismo, Ríos explica que el hecho que la paridad esté corrigiendo hacia hombres, más allá del resultado final, demuestra que las mujeres fueron las más votadas. “Eso es algo muy significativo. Hacia adelante, queda claro que el tapón no es la representación, sino que el obstáculo estaba en los procesos de nominación. Hay mujeres disponibles, hay mujeres calificadas, que son buenas candidatas y que tienen altas votaciones. Y eso se demuestra también en las elecciones donde no tuvimos paridad: a pesar de las pocas cantidad de mujeres para alcaldesa, tuvimos mujeres con buenos desempeños en distintos partidos”, asevera.

En esa misma línea, la politóloga y académica de la Universidad de Santiago (Usach), Pamela Figueroa, añade al análisis que los resultados comprueban que cuando se instala a mujeres en zonas competitivas, son elegibles para los electores. “Quienes arman las listas en los partidos, siempre decían que no habían mujeres elegibles, las ponían en distritos poco competitivos. Pero cuando tienes una lista paritaria, ordenada con ‘método cebra’ -es decir, con nombres intercalados- y encabezando con mujeres demostró que sí son competitivas”.

Sobre el resultado final y el mecanismo de corrección que operó a favor de alrededor de ocho hombres, Figueroa sostiene que el que “se integren hombres me parece una buena noticia porque se comprueba que lo que impulsamos no era una norma o una regla para sobrerepresentar a las mujeres, sino para que pudieran competir en igualdad”.

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