Consejos y panoramas para enfrentar San Valentín en soltería

Foto: Kelly Sikkema.

Si este 14 de febrero no estarás en pareja, acá te entregamos valiosas sugerencias para defenderte de la avalancha de stories, fotos y publicidad de corazones y parejas besándose. Aunque parece un día ideal para deprimirse, distraerse y disfrutarlo en soledad es menos difícil de lo que parece.




Con una mano en el corazón, sincerémonos: hay escenarios y personas para las cuales la soltería puede ser adversa. En especial si se está hace poco enfrentando una ruptura o se pasa por un periodo de citas sin éxito. También hay gente a la que simplemente no le gusta, que prefiere estar en pareja y para la que la soltería solo es sinónimo de soledad.

Como sea, para todas las personas que están pasando por un momento sentimental difícil o simplemente la soltería les pega mal, el Día de los Enamorados puede sentirse como una fecha llena de ansiedad, donde las brillantes luces de color rojo corazón, la publicidad y las fotos de parejas en Instagram proyectan una gran sombra que acrecienta esa sensación de vacío y tristeza.

Al igual como sucede en Navidad, San Valentín es una festividad de alta intensidad sentimental: así como hay mucha gente que se siente extraordinariamente feliz de celebrarlo hay quienes sienten lo mismo pero inversamente proporcional. Sin embargo, hay formas de gestionar emocionalmente esta fecha para hacerla no sólo soportable sino agradable en la soledad.

La fuerza del amor

“Lo primero es quitar la presión de tener que celebrar o estar enamorados para esta fecha”, dice el psicólogo Isaias Sharon, creador del modelo de coaching integrativo.

Pone la pelota contra el suelo y abre el abanico de interpretaciones: “hay que comprender la diferencia de una celebración masiva, siempre con un tinte comercial, con el hecho de poder conectar con aquellas cosas que alegran nuestra vida y que queramos reconocer y celebrar, como puede ser el amor de pareja, de familia o de amistad”.

En ese sentido, Sharon propone aprovechar el ambiente para replantearse cómo cada uno entiende, vive y construye sus relaciones de amor. Acá es donde entran en juego las otras versiones de este sentimiento: amor propio, amor a quienes nos rodean, a los proyectos que desarrollamos o tenemos en mente, etc.

“El amor es una fuerza creativa que se ha romantizado culturalmente, pero que tiene espacios de expresión y disfrute en los más diversos ámbitos de la vida”, asegura.

Celebrar-se

Enfrentar sin pareja este 14 de febrero puede ser una buena fecha para hacerse un regalo, atenderse de alguna manera o quizá echar a andar alguna de nuestras resoluciones de Año Nuevo.

Se trata, finalmente, de un momento para —por qué no— cultivar el manoseado-pero-no-tan-practicado amor propio. “Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance de por vida”, dijo en alguna ocasión Mark Twain.

“Pasar un buen momento contigo mismo es la mejor muestra de afecto, por ejemplo, puedes regalonearte con un masaje, un regalito, una salida a comer, lo que tu creas necesario para nutrir la mente”, aconseja Villarroel.

Eso sí, el amor propio no es lo mismo que la vanidad o el egoísmo. “Este nos permite la autovaloración, el autocuidado y la autoestima, áreas que nos hacen más saludables y ayudan a que podamos construir una vida más satisfactoria y con más sentido”, dice Isaias Sharon.

Desarrollar el amor propio no se da por decreto: requiere de cierto trabajo.

“Exige un proceso constante de autoconocimiento, de aceptación de lo que hay y lo que no, de lo que nos gusta de nosotros mismos y de aquello que nos complica o incluso nos avergüenza. Es en ese proceso de vernos tal cual somos, y no en la ilusión que queremos proyectar, donde podemos realmente trabajar”.

Foto: Vignesh Moorty.

Una cita contigo

Sharon plantea dos puntos que son claves para hacer del amor propio un hábito. El primero es “tener metas personales y lograrlas de forma constante. Es decir, ponerse objetivos de corto plazo que podamos ir conquistando paso a paso fortalece nuestra autoimagen y la autovaloración, sintiéndonos mejor con nosotros mismos”.

El segundo consejo es elegir bien los entornos donde construimos nuestras relaciones. “La imagen que tenemos de nosotros la logramos obtener en el vínculo con otras personas. Muchas veces nos relacionamos con gente que no nos ayuda a ser mejores ni a conocernos más ni a estimular nuestras capacidades y vínculos saludables. Por eso es importante elegir de forma consciente con quiénes vamos a construir amistad, familia y trabajo, para que lo hagamos en entornos que nos hagan bien”, explica.

Qué hacer y qué no hacer

Lo sabes y lo sé, con todo esto aún es un poquitito inevitable no sentir un pequeño calambre en el corazón. Acá entonces se vuelve importante recordar los tips de la psicóloga Susana Romero y su concepto “emoción contra emoción”.

“Uno no se puede sentir bien y mal al mismo tiempo”, dice. “Te puedes sentir más mal que bien, pero si haces cosas que te generan bienestar, lo más probable es que te inclines hacia las emociones positivas”.

En nuestro artículo sobre la pena navideña, ejemplificaba que si uno está triste y se encierra a escuchar música triste, esa congoja suele agarrar más vuelo, porque se potencia con la actividad que uno está realizando. “Si en cambio te enfocas en cosas que te producen bienestar, algo pequeño —como tomar un helado o pasear a tu mascota— puede aplacar un poco el malestar y hacer que tu ánimo mejore”.

Entonces, toma nota.

“Varios estudios muestran que las personas más felices no consumen contenido de medios masivos, se cuidan de lo que ven o escuchan. De esa forma, una buena idea es no estar tan conectados a las redes sociales o los medios de comunicación”, propone Sharon.

Otra cosa: “Evitar lugares masivos donde probablemente toda la publicidad (y la gente) esté inmersa en modo San Valentín”. Un consejo muy útil, asegura, “es crearse un panorama con personas queridas o amigos cercanos para salir, pasear y tener relaciones reales, cara a cara, que podamos disfrutar sin pensar que es un día X, sino que logrando conectarse con una experiencia presente, real y que nos genere bienestar”.

Panoramas

El mercado es astuto y pillo. Al igual que hay panoramas para el Día de los Enamorados, ahora también los hay para la versión reversa. Obviamente dejar afuera de una fecha así a todo un sector de la sociedad, las y los solteros, no es buena idea ni tampoco un buen negocio.

Brindar por el desamor

No hace falta estar emparejado para hacer un salud el 14 de febrero. Disfrutar de un buen cóctel puede ser una gran manera de atravesar este día tan cargado, ya sea con la familia, los amigos o incluso solo frente a la TV.

Si tienes espíritu de bartender, acá hay nueve interesantes opciones para preparar en casa, pero si prefieres que te llegue todo listo para servir, una buena opción es el Courier La Coctelera, un servicio que lleva a domicilio distintos tragos tradicionales y también de autor.

Delivery Gourmet

“Este día no se tiene por qué limitar solo al ámbito sentimental”, dice la psicóloga Daniela Paz Villarroel. “Puede ser también para celebrar el cariño y la amistad. A quienes estén en soltería, les recomiendo pasar el día con amigos o familia, preparar algo con harto cariño para disfrutar con estas importantes personas. Hablar, escuchar y reír es la mejor terapia”.

Si lo tuyo es compartir y disfrutar, pero no tanto cocinar, hay infinitas opciones que llegan listas a tu casa. Una es Delivery Gourmet, un servicio que reúne a destacados restaurantes de comida internacional a domicilio. La gracia, como dice su CEO, Rodrigo Parada, es que pueden llegar en un solo pedido platos de latitudes tan distintas como Perú, Tailandia o la India.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.