Lentes, avatar y criptos: consejos y productos para entrar en el metaverso

Expertos explican qué es y cómo ingresar a este mundo de realidad virtual, la que se anticipa como la próxima era de internet o, como lo llama Mark Zuckerberg, “la evolución natural de las redes sociales”.




¿Recuerdas el sonido de la computadora integrándose a la línea telefónica para tomar la señal de Internet? Era algo más o menos así. Tal como lo describió el escritor Tao Lin en un ensayo titulado ”When I moved online”, una vez que aparecía ese informático pero placentero ruido, muchas y muchos comenzaban a vivir en línea, a un lugar desconocido, inabordable e incontrolablemente libre, líquido y abstracto.

Marea pensar cómo era Internet entonces y cómo es ahora. No ha pasado tanto tiempo —poco más de dos décadas— pero muchas cosas de entonces parecen de otra era. Pero hay algo, un elemento fundamental de Internet, que no ha cambiado desde que tenías que estar sentado frente a un pesado, blanco, grandote y bien cableado computador familiar hasta hoy, cuando puedes leer esto quizá en un cerro, en el metro o en el baño gracias al pequeño e ingrávido teléfono celular inteligente que no dejas de traer contigo.

¿Qué es lo que no se ha modificado? La necesidad de conectar. Con conocimiento, con otras personas, con diversión, con evasión, odio, amor, sexo o incluso con uno mismo. La tecnología pareció en ese momento haber explotado el gran talón de Aquiles del ser humano, la sensación de soledad y la búsqueda incesante de consumir compañía. Y a la vez que nos la brindó, también profundizó el deseo de más y mejor conexión. Más rápida, más nítida, más real.

En pleno 2022 el contexto es el siguiente: más de dos años de pandemia, guerra en Europa, crisis social, económica y política desatada en toda América (hasta en Canadá hubo paro de camioneros). Un buen dato es que Netflix anunció que la sexta temporada de Black Mirror será una realidad, pese a que su creador, Charlie Brooker, había asegurado que “el mundo ya era un lugar suficientemente oscuro” como para seguir con la serie.

Se sabe, pero si no lo sabes, Black Mirror dialoga con la actualidad de una manera bien certera, casi pitonisa, y su regreso –después de dos años en donde se vivieron un par de cositas en el mundo– tiene un paralelo con el surgimiento de lo que Mark Zuckerberg ha llamado “el sucesor de la internet móvil” y la “evolución natural de las redes sociales”.

Esto lo dijo cuando cambió el nombre de su compañía, Facebook, a Meta: para estar más en línea (sí, en línea) con lo que se viene. “Somos una empresa que crea tecnología para unir personas, y el metaverso es la próxima frontera”.

Un metabeso.

¿El meta qué?

Roberto Nappe, COO (jefe de operaciones) de AppAR, compañía que ofrece soluciones de Realidad Aumentada al comercio electrónico, define lo que es el metaverso.

“Es un espacio virtual unificado y descentralizado, poblado por objetos 3D y avatares de usuarios humanos que interactúan de manera similar al mundo real. El metaverso es la convergencia del espacio virtual y físico, y tiene el potencial de superar las limitaciones que enfrentamos en la vida real”.

Nilkary Villegas, data analytics leader de Zenta Group, complementa: “Es un entorno virtual alternativo, donde los seres humanos interactuamos a través de avatares que creamos para identificarnos”.

Nappe dice que el concepto puede parecer vago, complicado y medio abstracto. Para explicarlo de otra manera, propone un ejercicio: “Reemplaza mentalmente la frase el metaverso con ciberespacio. El noventa por ciento de las veces, el significado no cambiará sustancialmente. Esto se debe a que el término en realidad no se refiere a ningún tipo específico de tecnología, sino a un cambio amplio en la forma en que interactuamos con la ella”.

En términos generales, dice, las tecnologías a las que se refieren las empresas cuando hablan del “metaverso” pueden incluir la realidad virtual así como la realidad aumentada, que combina aspectos de lo digital en el mundo físico.

Una definición “simple” la aporta Joseph Sánchez, cofundador de Cadena Group & DotSama Adventure: “El metaverso es una realidad 100% digital, donde por medio de avatares y tecnología web 3.0 podemos interactuar e intercambiar valor”.

Puede que suene como algo difícil de entender para los mayores, pero en corto es como vivir dentro de un videojuego donde detrás de cada personaje hay una persona. Quizá pienses: “para qué quiero saber eso”, pero es bastante probable que lo mismo hayas pensado cuando aparecieron los smartphones, las redes sociales o las criptomonedas.

En corto y claro, podría perfectamente ser la siguiente fase evolutiva de internet. La Internet 3.0, como algunos la llaman. En el metaverso podrás (y quizá tendrás que) sostener reuniones sentado con puros avatares de tu jefe o compañeras de trabajo que estén en cualquier parte del mundo; viajar y jugar videojuegos de una forma asombrosamente real e inmersiva; comprar, vender, interactuar, asistir a conciertos o shows de comedia o teatro; ir a clases o incluso tener una casa propia o un terreno. Todo sin moverte de tu oscura pieza.

Snoop Dogg, por ejemplo, construyó un “Snoopverse”, donde personas ya están comprando “terrenos” para transformarse en sus vecinos.

La analista de datos Nilkary Villegas menciona que, mientras lees esto, en el metaverso se empieza a desarrollar “una economía descentralizada emergente, donde los usuarios pueden interactuar con criptomonedas, por ejemplo, y vender, comprar e intercambiar activos digitales, como ropa virtual para los avatares, NFT, entre otros”.

Muchos celebran que el metaverso será un lugar sin limitaciones, donde las personas con problemas físicos, de movilidad o comunicación podrán desenvolverse en igualdad de condiciones. Pero otros advierten sobre la parte oscura.

Si hoy ya es preocupante cómo las grandes compañías tecnológicas absorben y luego transan y manipulan nuestros datos, es más escalofriante pensar lo que podrán hacer en un ciberespacio en esteroides. Y Mark Zuckerberg, quien no cuenta con el historial más prístino en este aspecto, es uno de sus más entusiastas impulsores.

Independiente de todo esto, Roberto Nappe afirma que “el metaverso es la primera gran revolución en los intercambios de input/output de información desde la invención del mouse. Una combinación de controladores manuales, seguimiento ocular y comandos de voz permite a los usuarios interactuar con los datos visualizados como si fueran del mundo real”.

Press Start

Bueno, ¿y cómo entro a este mundo? ¿Dónde clickeo? Tranquilidad ante todo. A continuación, nuestro grupo experto nos ayudará a crear una guía para ingresar al metaverso.

“Primero, obviamente, necesitas de una buena y estable conexión a internet”, dice Sánchez.  “Luego, lo principal son los lentes de realidad virtual (RV). Yo recomiendo los Oculus Quest 2, una consola que consiste en las gafas de RV más dos controles que permiten tanto entrar al metaverso y desarrollar aplicaciones que están dentro, como ver YouTube, Facebook, Instagram, Netflix o jugar videojuegos”.

Consola de realidad virtual Oculus Quest 2 128GB


“Los kits de RV de gama alta tienden a costar alrededor de $850 mil, y requieren configurar estaciones base, sin mencionar una PC potente para proporcionar los mejores gráficos. Pero los visores Oculus Quest 2, ahora llamados Meta Quest 2, son algo más accesibles, tienen cámaras de seguimiento incorporadas y no necesariamente necesitan estar conectados a una computadora para funcionar”.

Cristian Palma, director creativo de SP Digital, tienda especializada en tecnología, también recomienda la misma herramienta, porque “fue diseñada para usarse en cualquier lugar y en cualquier momento. No es necesario realizar una conexión gracias a su potente conjunto de chips de procesamiento móvil personalizado que tiene dentro”.

Para aquellas personas a quienes la inmersión total en la RV les parece demasiado incómoda o costosa, “hay un paso previo”, dice Nappe.

“Con tu smartphone, sin la realidad aumentada, se puede acceder a numerosos metaversos mediante aplicaciones móviles, donde se pueden explorar territorios digitales y salas de chat de RV con ciertas limitaciones. A pesar de que te perderás ciertos elementos inmersivos e interactivos, los smartphones ofrecen ya un fácil acceso al metaverso”, asegura Nikkari Villegas.

“Las capacidades de visualización de experiencias de realidad aumentada (RA) y RV en los smartphones es cada vez más común. La RA es como el hermano pequeño del VR. ¿Cómo funciona? Utiliza la cámara del teléfono inteligente para superponer objetos digitales sobre el mundo real”, dice Roberto Nappe. “Esta tecnología vio su mayor éxito con el fenómeno global de Pokémon Go”, explica.

Por otra parte, también está el caso de Fornite, un videojuego online donde aparte de jugar ocurren conciertos virtuales —célebre fue el que dio el rapero Travis Scott— y marcas como Nike hacen lanzamientos de productos y activaciones.

“Muchos metaversos también permiten el acceso a través de aplicaciones móviles. Incluso las plataformas inmobiliarias digitales o las salas de chat con VR se pueden navegar desde un teléfono inteligente”, complementa.

Metaidentidad

“Los nombres de usuario y las fotos de perfil han sido siempre una parte integral de la vida social en internet”, educa Villegas. “Lo que hace el metaverso es llevar esto al siguiente nivel, ya no solo con una foto o un nickname, sino con todo un cuerpo, un vestuario y una actitud virtuales de tu avatar”. Es decir, características que te identifican pero que no necesariamente tienen que ver con tus rasgos biológicos físicos o psicológicos. Esto es a lo que se le está llamando “metaidentidad”.

“Las historias de ciencia ficción cyberpunk que inspiraron el concepto del metaverso tenían a sus protagonistas escapando de la realidad en mundos virtuales. Para eso se creaban identidades paralelas”, ejemplifica Roberto Nappe.

En otras palabras, tienes el poder de crearte a ti mismo pero de manera completamente nueva. Con o sin sexo determinado, alta o baja, musculosa o flaca, canónicamente hermosa o extrañamente original: puedes jugar a ser un genetista loco y experimentar la versión de ti que quieras.

Un meta Zuckerberg haciendo meta surf. Foto: FACEBOOK/VIA REUTERS

En muchos casos, tendrás que inventar un avatar de cuerpo completo y en 3D. ¿Abrumador? “Piensa un poco en tu apariencia en línea, partiendo por tu metanombre, y luego deja volar la imaginación. Plataformas como Ready Player Me o Spatial te permiten diseñar tu propio avatar 3D, el cual será tu alter ego digital en las plataformas de metaverso”, explica.

Un lugar para pasar el rato

Finalmente, queda lo último. Un consejo, en realidad: tomarse el metaverso como un lugar para pasar el rato. Así tal cual.

“Todos tenemos nuestros espacios favoritos de relajo o de sociabilización en la vida real”, dice Nappe. Para algunos es salir a bailar a una disco, para otros alentar a su club en el estadio, muchos van al mall y miles salen a bares, restaurantes, playas o parques para verse y ser vistos. “El metaverso no es diferente”, agrega. “Cada plataforma tiene distintas expectativas, reglas sociales y atmósferas”, dice Nappe. Algunos metaversos bastante populares hoy en día son VR Chat, Decentraland y Roblox.

“¿Prefieres jugar juegos en línea con otras personas o pasar el rato y compartir memes con extraños avatares en salas de chat de realidad virtual?”, se pregunta. “¿Quizás elijas pasar tiempo charlando con inversionistas del metaverso en sus casas construidas en terrenos virtuales? Independientemente de lo que elijas, la interacción con los demás elevará el metaverso por encima de cualquier otro juego de realidad virtual”.

Como no podía ser de otra forma, los negocios también se dan en el metaverso. ¿Cómo se transa, compra y vende ahí? Creo que adivinaste: obviamente con criptomonedas.

“El Metaverso podría definir el futuro de la sociedad en cuanto a nuestra manera de relacionarnos. En este entorno digital, lo natural sería realizar transacciones con monedas digitales. Aquí es donde las criptomonedas tomarán el control”, dice un entusiasmado Nappe.

Esto podría suponer el auténtico asentamiento de la economía virtual, porque hasta ahora —más allá de un uso especulativo—, las monedas virtuales no han tenido una mayor repercusión en la sociedad. “Aunque sea un tema candente, la utilidad real de las cripto queda a manos de la inversión y la especulación. Aparte de El Salvador, pocos han sido los países y empresas que han aceptado la moneda como divisa oficial. Sin embargo, dentro del metaverso, estas podrían ser fácilmente entendibles como el sistema económico oficial y único”.

Bienvenido al futuro.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 19 de mayo de 2022. Los valores y su disponiiblidad pueden cambiar.

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