BCI, Santander y BancoEstado: las cifras de la competencia y el mercado al que entraría un nuevo controlador de Transbank

Existen más de 275 mil comercios con máquinas para procesar pagos, pero habrían otros 700 mil que no cuentan con herramientas de este tipo. La red de adquirencia de Santander es la que por lejos está mostrando los mejores números.


Han pasado cinco años desde que en 2018 Santander anunció que saldría de la propiedad de Transbank y que no renovaría los contratos de adquirencia con la sociedad de apoyo al giro. Desde entonces, el mercado ha dado un vuelco con los grandes bancos implementando sus propias redes de adquirencia, y hoy con el mayor proveedor en venta.

Los bancos controladores definieron que será JP Morgan la entidad que se haría cargo del proceso de venta de Transbank.

Banco de Chile es el mayor accionista de la compañía, con un 26,16% de la propiedad, seguido por Santander con un 25%, Scotiabank con 22,69%, mientras que Itaú, BCI y BancoEstado tienen un 8,72% cada uno. En tanto, Banco Falabella, Internacional, BICE y Security poseen cada cual 18 acciones, y JP Morgan tiene 10, equivalente al 0,00% de la propiedad.

Pero muchos de estos mismo accionistas en los últimos años han levantado sus propias redes de adquirencia para competir con Transbank, esto en un entorno donde debía definirse por un Comité creado por ley las tasas de intercambio, sumado a una serie de requerimientos antes distintas instancias judiciales que disputaban los precios.

Por una parte, BancoEstado lanzó en 2017 su propia red, llamada Compraquí. La empresa, que legalmente se denomina Red Global, informó en sus estados financieros al cierre de 2022 activos por $16.821 millones, e ingresos operacionales que subieron desde los 245 millones de 2021 a los $3.406 millones del año pasado. No obstante, no ha logrado revertir las pérdidas, aunque si disminuirlas. Así, pasó de los -$2.990 millones de 2021 a los -$1.542 millones de 2022. Al cierre de 2021 la red tenía 75 mil comercios afiliados.

Otra entidad que levantó su propia red es BCI. Pagos y Servicios, donde el banco chileno tiene un 49% y Evo Payments un 51%, reportó a 2022 ingresos operacionales de $2.465 millones, por sobre los $159 millones del año previo; pero sus pérdidas cerraron en $1.335 millones en 2022, menores a las pérdidas de $1.708 millones de 2021.

Sin duda, la red de adquirencia de Santander es la que ha logrado mejores números desde su lanzamiento. Según sus estados financieros, al cierre de 2022 sus activos totalizaban por $60.248 millones, y sus ganancias ascendían a $3.976 millones, revirtiendo las pérdidas de $7.767 millones de 2021.

Su resultado operacional fue de $4.502 millones, una mejora frente a pérdidas de $11.134 millones de 2021.

Otro es el caso de Mercado Pago, la red de subadquirencia (es decir conectada a Transbank) de MercadoLibre. La empresa sólo ha reportados sus estados financieros a septiembre de 2022, donde informó de pérdidas por $6.414 millones en su resultado operacional, una desmejora frente a los $2.597 millones del mismo periodo de 2021. En términos de la última línea también se registró una pérdida de $4.626 millones, frente a las ganancias de $2.058 del año anterior.

SumUp es otra red de adquirencia presente en el país, pero en su página web no publica sus estados financieros.

El mercado

Fue en la última semana de febrero cuando el Comité para la Fijación de Límites a las Tasas de Intercambio finalmente entregó las tasas de intercambio definitivas que regirán para el sistema de medios de pago, dato clave a la hora de definir el futuro de Transbank, y también su precio.

Cabe recordar que este cobro no es el que aplican los operadores de tarjetas a los comercios, dicho cobro se denomina merchant discount, aunque éste si depende en parte de la tasa de intercambio pues está implícito en el cobro de comercios afiliados.

Pero en el acta donde el Comité fijó las tasas, también se entregaron una serie de antecedentes sobre el mercado. Así, se detalló que al momento de iniciar el actual proceso de determinación de límites a las tasas de intercambio, el mercado de tarjetas de pago estaba compuesto por 28 emisores de tarjetas, de los cuales el 61% correspondían a emisores bancarios y el 39% a emisores no bancarios; 5 adquirentes, de los cuales, a junio de 2021, el volumen de transacción de un solo adquirente representaba alrededor del 98% del mercado. Ese adquirente es Transbank.

Pero en el acta donde el comité fijó las tasas, también se entregaron una serie de antecedentes sobre el mercado. Así, se detalló que al momento de iniciar el actual proceso de determinación de límites a las tasas de intercambio, el mercado de tarjetas de pago estaba compuesto por 28 emisores de tarjetas, de los cuales el 61% correspondían a emisores bancarios y el 39% a emisores no bancarios;

Además, comentó en su análisis razonado que el pago con tarjetas y e-commerce ha crecido en la última década aproximadamente un 21% anual,” impulsado fuertemente por el crecimiento de las ventas con tarjetas de débito/prepago, mientras que el giro de cajeros y la utilización de cheques muestra una marcada tendencia a la baja”.

Adicionalmente, “las ventas de los comercios afiliados a Transbank con tarjetas de crédito y débito/prepago a diciembre de 2022 presentan un crecimiento de 7,9% respecto a diciembre de 2021″, en tanto que “las ventas con débito/prepago a diciembre de 2022 presentan un crecimiento de 2,8% respecto a diciembre de 2021. Los mayores incrementos por rubro son: combustibles, PSP, restaurantes y supermercados”.

¿Pero cuántos comercios tienen POS, o un dispositivo para procesar el pago con tarjetas? Según el acta del Comité, existen más de 275.000 comercios que han aceptado tarjetas de pago en cada mes a finales del año 2021, “un 29% más respecto al año anterior”, y además “prácticamente el 100% de las comunas en Chile cuentan con al menos un establecimiento habilitado para aceptar tarjetas de pago en formato presencial”.

No obstante, Transbank comentó en su análisis razonado que aún existen 700 mil micro, pequeños y medianos comercios “todavía limitados a las ventas presenciales y al dinero en efectivo”.

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