El cambio por el que Aeroflot luchó durante décadas se enfrenta a la ruina

Aeroflot se volvió a comercializar como una aerolínea segura, confiable y premium, pero ahora enfrenta una reacción violenta debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia. En la foto se puede ver el logo de la aerolínea insignia de Rusia, Aeroflot, en un Airbus A320-200 en Colomiers, cerca de Toulouse, Francia, el 26 de septiembre del 2017. REUTERS/Regis Duvignau

La aerolínea de bandera rusa, galardonada y antigua socia de Delta, se ve restringida después de los cierres del espacio aéreo y las sanciones por la guerra en Ucrania.


Aeroflot Russian Airlines PJSC gastó miles de millones de dólares durante dos décadas para pasar desde una pesada aerolínea de la era soviética, con comida insípida y asientos incómodos, a ser una aerolínea galardonada volando aviones nuevos por todo el mundo.

En dos semanas, todo ese progreso amenaza con desmoronarse, lo que brinda un ejemplo de cómo una de las empresas más conocidas y conectadas internacionalmente de Rusia se ha visto amenazada por la invasión a Ucrania por parte de Moscú y la respuesta de Occidente.

La Unión Europea cerró el espacio aéreo a Aeroflot y a otras aerolíneas internacionales rusas, y el miércoles agregó al director ejecutivo de la compañía, Mikhail Poluboyarinov, a su lista de personas sancionadas. Otras sanciones impuestas por Occidente a Rusia han desencadenado en esfuerzos de las empresas que le arriendan aviones a Aeroflot para recuperar sus aviones. Esas sanciones han dejado en tierra a la mayoría de sus vuelos internacionales.

Cuánto tiempo Aeroflot -que celebrará su 100 aniversario el próximo año- puede seguir volando a nivel nacional también es una gran pregunta. La flota de la aerolínea está compuesta por aviones Airbus SE y Boeing Co. Los fabricantes y sus proveedores tienen prohibido enviar repuestos y hacer mantenimiento a esos aviones. No está claro cuánto tiempo los aviones pueden volar con seguridad sin dicho mantenimiento.

“Como pasajero, ¿volaría en una aeronave que no se mantiene de acuerdo con el programa de mantenimiento, reparación y reacondicionamiento del fabricante y que posiblemente no se mantenga con piezas certificadas o nuevas?” dijo Rob Morris, jefe global de consultoría de Ascend by Cirium, una firma de asesoría y datos de aviación. “Yo personalmente no lo haría”, agregó.

Los representantes de Aeroflot y los de Poluboyarinov no estuvieron disponibles para hacer comentarios.

Las consecuencias para Aeroflot comenzaron el día de la invasión. El Reino Unido fue el primero en prohibir que la aerolínea de bandera ingresara a su espacio aéreo, con cierres similares implementados en Europa, Canadá y Estados Unidos.

En cuestión de días, Delta Air Lines Inc. abandonó su acuerdo de código compartido. Las empresas de distribución de tarifas Sabre Corp. y Amadeus IT Group SA dejaron de incluir las tarifas de la aerolínea en sus sistemas. Manchester United PLC, el equipo de fútbol británico, finalizó su contrato de patrocinio de casi una década con la aerolínea.

Después de más de una semana de cancelaciones forzadas de sus vuelos debido a las restricciones del espacio aéreo y los esfuerzos para evitar que sus aviones sean incautados en aeropuertos extranjeros, Aeroflot detuvo todos los vuelos internacionales durante el fin de semana, excepto aquellos a Bielorrusia, país vecino y escenario de la invasión.

“Su destino está absolutamente ligado a lo que suceda políticamente”, afirmó John Strickland, consultor de aviación de JLS Consulting con sede en Londres. Incluso en una situación de posguerra, donde se le devuelvan los derechos de tráfico y sobrevuelo, Aeroflot aún tendrá que luchar contra el golpe a la reputación de la invasión a Ucrania por parte de Rusia, sostuvo. “En algún momento en el futuro, podría recuperarse. Pero la pregunta clave es, ¿cuándo es ese punto?”, añadió.

Los observadores de la industria no esperan que Aeroflot devuelva los aviones que los arrendadores exigen. Los arrendadores han pedido a Aeroflot y a otros operadores rusos que dejen de volarlos y los devuelvan en respuesta a las sanciones occidentales. Unos cinco aviones de la flota principal de Aeroflot han sido confiscados en el extranjero, según un análisis de la flota realizado por la firma de datos de aviación Cirium.

A medida que el Covid-19 se extendía por la industria de la aviación, los arrendadores consideraban a Aeroflot, respaldada por un fuerte mercado interno ruso, como un cliente confiable cuando otras aerolíneas no pagaban o renegociaban contratos, según altos ejecutivos de arrendamiento. El verano pasado, la capacidad doméstica rusa fue un 55% más alta que en 2019, según Cirium. Aeroflot registró su primera ganancia desde el comienzo de la pandemia durante el tercer trimestre.

El gobierno ruso se ha reunido públicamente con la aerolínea. El mismo día que Aeroflot anunció que suspendería los vuelos internacionales, el presidente Vladimir Putin visitó un centro de capacitación para tripulantes de cabina de Aeroflot, donde abandonó su régimen habitual de distanciamiento social. Posó, aparentemente hombro con hombro con un grupo de mujeres de la tripulación de cabina, que vestían los brillantes uniformes rojos de la aerolínea y un pañuelo a juego.

El presidente ruso, Vladimir Putin (en la foto), visitó un centro de formación de tripulantes de cabina de Aeroflot el mismo día en que la aerolínea anunció que suspendería los vuelos internacionales. Sputnik/Mikhail Klimentyev/Kremlin via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE WAS PROVIDED BY A THIRD PARTY.

Aeroflot sigue siendo propiedad del gobierno ruso en un 57%. Después de la Segunda Guerra Mundial, la aerolínea operó principalmente entre Moscú y las capitales de los estados soviéticos. Gradualmente amplió su red para conectar ciudades regionales en toda la Unión Soviética. En 1968, comenzó a operar un vuelo estándar de Moscú a New York vía Montreal, utilizando un jet de fuselaje estrecho de la era soviética, el Ilyushin II-62.

Con el colapso de la Unión Soviética, la aerolínea se dividió en compañías aeroespaciales y aerolíneas más pequeñas. Una de ellas, con enfoque internacional, mantuvo el nombre de Aeroflot y salió a la bolsa en 1994.

A principios de la década del 2000, Aeroflot comenzó a cambiar su imagen de la era soviética, con el objetivo de volver a comercializarse como una aerolínea segura, confiable y premium. Reemplazó uniformes monótonos y elaboró nuevos menús diseñados por chefs locales y extranjeros. Incluían favoritos internacionales como el risotto de champiñones o el filete de halibut, y clásicos rusos como el shchi, una sopa de repollo. Estacionó los viejos jets de la era soviética e invirtió en nuevos aviones Boeing y Airbus, pintados con libreas (adornos o patrones) de nuevo diseño y equipados con asientos nuevos y más cómodos.

En 2018, la firma de calificación de aerolíneas Skytrax le otorgó una cuarta estrella, lo que la coloca a la par con Deutsche Lufthansa AG y British Airways, parte de International Consolidated Airlines Group SA. Esa fue una estrella más que Delta y American Airlines Group Inc. También ha ganado premios por puntualidad y por su marca.

“La Aeroflot de hoy, o de hace dos semanas, era una aerolínea muy diferente”, afirmó Morris. “Tenía un registro de puntualidad decente, un registro de servicio decente, era muy respetada”, concluyó.

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