Ministro de Comercio Exterior de Perú: “El mercado no puede ser superior a la sociedad, los derechos y el Estado”

De visita en Santiago la semana pasada, Pedro Sánchez sostuvo que siguen con atención el proceso de cambio constitucional en Chile, y que en su país "hay un margen importante para poder pensar en una redistribución más justa" de los ingresos de la minería. Dijo también que hablaron con el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales chileno, José Miguel Ahumada, de "atrevernos, en algunos productos complementarios, a identificar ciertos mercados comunes para acciones conjuntas, por ejemplo en el mercado asiático, en China".


“Hay nuevos parámetros de comercio en medio de esta crisis internacional, ahí podríamos replantear un acercamiento”. Con esas palabras el ministro de Comercio Exterior de Perú, Roberto Sánchez, explicó las ventajas con las que hoy, su país y Chile, cuentan en los mercados internacionales. Minería y agroindustria son dos focos de crecimiento comercial, y entre ambos, sostuvo la autoridad, se podría sacar mayor provecho.

De visita en Santiago la semana pasada, Sánchez detalló que su pasó por nuestra capital tuvo que ver con acompañar a una delegación de microempresas del rubro textil a una rueda de negocios, una misión comercial que se extendió por tres días. En 2021 los productos de esta industria exportados a nuestro país llegaron a US$418 millones, un 46% más que en 2020.

Pero en su paso por Chile, Sánchez también se reunió con el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada, para coordinar la realización del gabinete binacional Perú-Chile el próximo 24 de mayo, y también ver la comisión administradora del acuerdo de libre comercio entre ambas naciones.

El objetivo de esa próxima reunión, contó el secretario de Estado peruano, es poner un énfasis “en los temas de los microempresarios, llegar a través de este marco de integración a nuestras regiones, identificar un comercio desde el enfoque de inclusión social de los pequeños agricultores, así como también poner en la agenda un vínculo más cercano para el fomento del turismo”.

El ministro de Comercio Exterior puntualizó que la balanza comercial entre Perú y Chile fue de US$3.100 millones en 2021. “Ese monto supera en casi US$600 millones al año prepandemia. Ese indicador significa que la oferta de exportación entre ambos países va mejorando”, enfatizó Sánchez.

En esa línea, señaló que además de las exportaciones, “en materia de financiamiento Chile tiene una sólida presencia en el Perú. Son indicadores de comercio y macroeconómicos que, en medio de lo que significa la reactivación, son motivo de afianzamiento y esperanza, no todo es gris. Nos parece que somos destinos complementarios, e incluso hablábamos con el señor Ahumada de atrevernos a, en algunos productos complementarios, identificar ciertos mercados comunes para acciones conjuntas, por ejemplo en el mercado asiático, en China. Eso es romper un poco el protocolo de acciones unilaterales, pero ahí sería muy importante”.

En general, nuestro comercio y el de su país están bastante ligados a la minería, ¿buscan expandirlo a otros sectores?

-Podemos ver diferentes aspectos. Por ejemplo, en metalmecánica, minería no metálica, y exportación y crecimiento en otros sectores como las agroexportaciones, que es muy importante. También lo es la industria química, no sólo por la presencia de ácido sulfúrico; podemos ir diversificando para tener una presencia importante. Ahora queremos enfocarnos en las mipymes y en rubros como la agricultura.

¿El conflicto entre Ucrania y Rusia son una oportunidad para esa industria?

-En ambos países la producción de alimentos está teniendo un desempeño importante. Nosotros pensábamos que el 2021 había sido nuestro año récord, pero entre enero, febrero y marzo hemos superado los US$56.000 millones en exportaciones, 20% más que igual trimestre del año anterior.

Hay nuevos parámetros de comercio en medio de esta crisis internacional, ahí podríamos replantear un acercamiento. En Chile son muy reconocidos porque han logrado entender el comercio digital y han podido penetrar mercados. De eso es algo que nosotros podríamos aprender. En nuestro caso, Prom Perú ha sido reconocida como la entidad más importante de todas las agencias de promoción del mundo. Eso significa que hay un know how muy importante, y que a nivel de regiones no nos toca jugar un rol de segundones, sino de integrar a nuestras economías.

¿Hacia dónde podrían diversificarse más?

-En el caso peruano, en minería tenemos casi los mismos destinos, pero también tenemos desafíos alrededor de los productos del mar. Hay una buena demanda del mercado asiático, donde además creo que, en el lado peruano, podríamos enfatizar en toda nuestra cultura orgánica. Nuestro desafío en el Perú está centrado en cómo generamos una revolución tecnológica para dar valor agregado. Acabamos de crear el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, pero dista mucho de tener innovación tecnológica en la agricultura, en la pesca, e incluso en la minería, donde tenemos la mina a tajo abierto más grande del mundo y no somos capaces de hacer hilos de cobre.

¿Chile enfrenta el mismo desafío?

-En cobre ustedes un día son el productor número uno, nosotros el dos, o viceversa, pero si nos asociáramos quizás qué podríamos lograr.

Pero también deben encarar otros desafíos. En Perú hay un conflicto con la mina Las Bambas, una de las mayores del país.

-Sí, es la única mina en estos momentos en conflicto. Es bastante grande, de capitales chinos, tenemos una problemática social. Hemos establecido una mesa de diálogo, hay una negociación. Creemos que en el plazo inminente se volverá a la actividad formal.

¿Cómo se enfrenta la conflictividad social, considerando que ustedes tienen este problema de Las Bambas y Chile los suyos?

-El alto precio de las materias primas también pone a las comunidades en el desafío de decir: “Bueno, los beneficios también tienen que replantearse”. No digo que sea legítimo, pero son entendibles las razones, el replanteamiento de acuerdos y beneficios. Creo que hay un margen importante para poder pensar en una redistribución más justa, ajustada a derecho y negociaciones, porque de todas maneras el alto precio está logrando incrementar las sobreganancias, y no creo que sea insensato un planteamiento democrático de mejorar la redistribución de impuestos.

Un nuevo pacto social.

-Perú tiene US$60.000 millones en su portafolio de inversión en proyectos mineros, pero sólo hay ideas, pues no se pasa a la acción. Por ese lado el contrato social es muy importante para Perú, para no estar en esta inercia.

El Presidente Castillo presentó una propuesta de reforma constitucional, pero el Congreso la rechazó. ¿Cómo evalúa esa situación?

-Ahí todavía tenemos un tramo por recorrer en educación ciudadana, pedagogía didáctica, política para entender. Yo, como ciudadano, estoy convencido de un nuevo pacto social entre todos los peruanos, como una salida política a la crisis muy dura de estos 10 años, que se ha acentuado con esta emergencia sanitaria y la guerra, pero hay sectores que creen que no.

En ese sentido, ¿cómo mira el proceso de escribir una nueva Constitución que se está desarrollando en Chile?

-Lo veo con bastante esperanza. Sabemos que nada es fácil, que hasta el último segundo no se puede cantar victoria. Toda la región mira el proceso muy original que está llevando la clase política, social y la nueva representación del Chile moderno. Creo que de las supuestas estrellas neoliberales del sur que éramos, hemos pasado a ser los países más desiguales de la región. En el caso peruano hay monopolios, oligopolios, mercantilismo. El mercado no puede ser superior a la sociedad, los derechos y el Estado. Creemos que el suelo tiene que volverse más parejo.

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