Toyota es acusado de usar tecnología de motor robada, en una extraña demanda

Nippon Steel solicitó una orden judicial para evitar la fabricación y venta de vehículos Toyota que utilicen motores con el material en cuestión, así como daños equivalentes a unos US$ 176 millones. Pidió la misma cantidad a Baoshan. En esta foto de archivo se puede ver el logo de Toyota en el capó de un vehículo eléctrico híbrido, lanzado el 18 de enero del 2019. REUTERS / Anushree Fadnavis / Foto de archivo

Nippon Steel alega una infracción de patente en el uso, por parte de Toyota, del material de un proveedor rival. Toyota dice que no hizo nada malo.


Toyota Motor Corp. usó tecnología robada para un material de acero en motores eléctricos, alegó Nippon Steel Corp. en una demanda por infracción de patente el jueves, un raro enfrentamiento público entre Toyota y un aliado de mucho tiempo.

La demanda surge durante las crecientes tensiones dentro de la cadena de suministro global, ya que proveedores como Nippon Steel se enfrentan a mayores costos de las materias primas.

Nippon Steel ha suministrado durante mucho tiempo el material principal que se utiliza en los Toyota que se venden en todo el mundo. Recientemente, Toyota también ha estado haciendo negocios con un proveedor rival, la acería china Baoshan Iron & Steel Co.

La demanda de Nippon Steel en el Tribunal de Distrito de Tokio nombra tanto a Toyota como a Baoshan. Sostiene que la empresa china violó una patente de un material utilizado en las láminas de acero que forman el núcleo de algunos motores de autos eléctricos, y que Toyota siguió comprando a Baoshan incluso después de que se le informó de la presunta infracción.

La siderúrgica japonesa solicitó una orden judicial para evitar la fabricación y venta de vehículos Toyota que utilicen motores con el material en cuestión, así como daños equivalentes a unos US$ 176 millones. Pidió la misma cantidad a Baoshan.

Toyota dijo que verificó con Baoshan si los materiales de la compañía china infringían alguna patente y recibió garantías por escrito de que no lo hacían. Toyota afirmó que Nippon Steel y Baoshan deberían haber resuelto el asunto entre ellos.

“Nos hemos enterado de esta demanda con gran pesar”, afirmó Toyota. Describió a Nippon Steel como un importante socio comercial.

Baoshan, también conocido como Baosteel, sostuvo que no estaba de acuerdo con el reclamo de Nippon Steel y que defendería sus intereses en los tribunales. Baoshan dijo que había solicitado pruebas a Nippon Steel y afirmó que la compañía japonesa se negó a cooperar.

Nippon Steel no dijo qué vehículos quería que estuvieran cubiertos por la orden judicial, y Toyota se negó a decir cómo sus operaciones podrían verse afectadas por la demanda.

La demanda es notable por el solo hecho de haberse presentado. Las disputas entre fabricantes de autos japoneses como Toyota y sus proveedores rara vez salen a la luz. Durante muchas décadas, los fabricantes japoneses han ofrecido negocios estables a cambio de la lealtad de empresas como Nippon Steel.

Ahora esas relaciones están bajo presión. El nuevo primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha pedido a las grandes empresas que detengan lo que él llama bullying a los proveedores. “Las ganancias no se distribuyen adecuadamente en la cadena de suministro”, indicó en septiembre.

Últimamente, los ánimos se han calentado sobre quién debería asumir la carga del aumento en los precios del mineral de hierro.

En una conferencia de prensa sobre las ganancias de agosto, los ejecutivos de Nippon Steel expresaron su frustración con los contratos que, según dijeron, hacían que el proveedor asumiera cualquier aumento en los costos de las materias primas. El presidente de la empresa, Eiji Hashimoto, ha dicho que los clientes japoneses exigen términos irrazonables en comparación con otros.

Tales expresiones de insatisfacción son inusuales en Japón, afirmó Thanh Ha Pham, analista de acero de Jefferies con sede en Tokio. “Hasta ahora, Nippon Steel era una empresa muy japonesa, respetuosa de estas relaciones con los clientes, y Toyota era el emperador”, explicó Pham. “Pero Nippon Steel tiene un nuevo sheriff en la ciudad, el presidente Hashimoto. Está buscando pelea con Toyota “, agregó.

Desde que asumió el cargo en 2019, Hashimoto ha estado cerrando plantas y las líneas de producción más antiguas en Japón para impulsar las ganancias. Mientras tanto, ha duplicado los productos de acero de vanguardia, como las láminas de acero eléctricas que forman la base de la demanda del jueves. El material forma el eje central de un motor eléctrico e implica un proceso de fabricación complejo para hacer que el acero sea altamente conductor.

El año pasado, Nippon Steel anunció que gastaría aproximadamente US$ 1.000 millones para expandir la producción de estas láminas de acero en alrededor de un 40%, considerando a Toyota como uno de los principales clientes de la pieza.

Nippon Steel aseguró que quería seguir vendiendo a Toyota a pesar de la demanda, que precisó era necesaria para proteger su propiedad intelectual. “Tenemos varias transacciones con Toyota, y el hecho de que sea un cliente importante nuestro no cambiará”, manifestó el vocero de Nippon Steel, Tsuyoshi Yoshizumi.

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