Pese a que habitualmente se considera la BBC como modelo de televisión pública, esta cadena británica encara problemas de presupuesto y variados cuestionamientos.

El diario estadounidense New York Times editorializó recientemente que la British Broadcasting Corporation vive hoy una de sus peores crisis en 94 años de historia, dado que es acusada de utilizar fondos públicos para distorsionar el mercado y hacer frente a sus competidores del sector privado. Además de eso, señala que el Partido Conservador crítica su sesgo de izquierda, mientras que los ingleses discuten cuál será el rol de la cadena en un mundo donde la audiencia es cautivada por las diversas plataformas de Internet.

De hecho, el  director de audiencia de la BBC, Nick North, se ha referido a los desafíos que enfrentan ante los servicios de streaming, como Netflix, especialmente entre los jóvenes.

A finales del año pasado la BBC informó un recorte de $150 millones de libras, explicados por los cambios de hábito de la audiencia. Esto unos pocos meses después de que anunciaran un recorte de 2.000 puestos de trabajo, momento en que Mark Thompson, su director general, señaló que los cambios conducirán a “una BBC más pequeña, radicalmente reformada”.

Además, hay temores respecto a su independencia, luego de que a principios de este mes el ministerio de Cultura inglés propusiera que el Gobierno comience a designar a casi la mitad de su directorio.P