Brasileño Monashees Capital: el fondo de inversión del momento

Hasta hace no mucho tiempo, para que un emprendedor del rubro tecnológico levantara capital para su compañía, una de las únicas alternativas que se asomaba en el horizonte era viajar a tocar puertas a los fondos de inversión de capital de riesgo en Silicon Valley, California. No obstante, con el desarrollo -aún incipiente- del emprendimiento y de los fondos de inversión en América Latina nacieron venture capital funds (VCF) con las mismas características que los estadounidenses: realmente dispuestos a correr riesgo en sus inversiones, a destinar grandes cantidades de dinero a sus socios y con el objetivo de construir una relación de colaboración y de largo plazo con los emprendedores, sin quedarse con porcentajes controladores de sus empresas, para no convertirlos “en esclavos”.
El más renombrado en estos momentos es Monashees Capital, fundado por los socios brasileños Eric Acher, Carlo Dapuzzo y Fabio Igel, altamente respetado por emprendedores locales e internacionales y frecuentemente citado como el fondo de excelencia de la región, con sede en Brasil.
QUÉ Y CÓMO LO HACEN
Desde el VC fund brasileño Monashees Capital aseguran que en los últimos años se ha desarrollado una nueva relación entre los emprendedores y los inversionistas, que históricamente tenían el poder de negociación y apretaban a los emprendedores, quienes finalmente los veían como enemigos en vez de socios. No obstante, con la nueva ola de emprendimiento y de fondos de inversión se creó una nueva relación, basada en la negociación colaborativa y términos más amistosos, que genera lazos verdaderos de asociación perdurables en el tiempo y que, finalmente, construye empresas de excelencia. Este tipo de vínculo antes era la minoría y ahora está aumentando, pues como explica el equipo de Monashees Capital, "estamos en un proceso de educar al mercado y cambiar los comportamientos tanto de los emprendedores como de los inversionistas. Esto no es un negocio ni una transacción, es una asociación".
De todas formas, Monashees Capital ya tiene políticas de inversión claras, que han funcionado muy bien tanto por su parte como por el de los emprendedores, que destacan al fondo como un ejemplo a replicar en el resto de la región. Y en este sentido, en Monashees son enfáticos: sólo toman entre 20% y 30% de la propiedad de las compañías en las que invierten. Esa es su política, pero la cuota que tomen de todas formas debe ser relevante para justificar su participación, tiempo y energía. Para ellos es simple: no se puede ayudar sin tener una influencia relevante. Y por esto, se refieren a tener un asiento en la junta de directores de las empresas en las que invierten. “No se trata de tener control, sólo de tener representatividad en las decisiones de la compañía, pero jamás de una manera desbalanceada”, explican.
Por eso el modelo de directorio que prefieren y creen es el mejor, es uno balanceado, el que tradicionalmente se utiliza en Silicon Valley: la mitad de los directores son de la empresa, la otra mitad son inversionistas y también entra la figura de los directores independientes, que deben ser acordados por ambas partes.
Los rangos típicos de inversión de Monashees Capital en las “Series A” o etapas tempranas son entre US$500.000 y US$3 millones, con un horizonte de participación siempre es de cinco a siete años.
DE EMPRENDEDORES Y ERRORES
No es ningún misterio que muchos emprendedores están acudiendo a Monashees Capital para levantar capital para sus empresas. No obstante- y si bien han invertido en Argentina- la mayoría de ellos son de Brasil y, por el momento, el fondo está concentrado en las compañías locales.
De todas formas, el equipo afirma que se les acercan tanto emprendedores que ya tienen sus start-ups funcionando en sus países respectivos y quieren expandirse a otros mercados, como emprendedores que quieren mudarse a Brasil a empezar sus negocios. Chilenos han visto, pero pocos.
Como son uno de los fondos más “cotizados” del momento, tienen bastante bien identificados los errores que cometen los emprendedores a la hora de acercarse a pedir financiamiento. Y, en este sentido, aseguran que los emprendedores no hacen sus tareas, no hacen suficientes preguntas sobre quiénes serán sus socios y cuáles son sus motivaciones. “No tratan de averiguar quién eres”, dicen.
Si bien afirman que esto ha ido mejorando con los años, todavía hay emprendedores que tratan a los fondos de inversión de capital de riesgo como un banco, como si estuvieran en la búsqueda de un cheque, cuando en realidad están detrás de un socio. “Eso es una conversación bilateral y es muy importante que los emprendedores hagan un due diligence sobre los inversionistas para escoger al indicado”, explica el equipo de Monashees Capital y aseguran que es mejor no levantar capital, que obtenerlo del socio equivocado.
No obstante, si bien reconocen la poca selectividad de los emprendedores a la hora de buscar financiamiento, lo atribuyen a que no hay muchas alternativas disponibles.
LOS CAMBIOS NECESARIOS PARA POTENCIAR LA INDUSTRIA
Si bien se ha avanzado a pasos agigantados, tanto para Monashees Capital como para muchos fondos de inversión en América Latina, el emprendimiento y la industria de los fondos de inversión de capital de riesgo recién están empezando. No obstante, aunque el ciclo de emprendimiento es prematuro, hay bastante en la región. Lo mismo con la industria de los VC funds, aún la consideran muy pequeña. "En los diarios hay muy poca representatividad de la industria si se le compara con otras áreas de la economía", aseveran.
Desde Monashees Capital creen que lo que se necesita para potenciar estas industrias en la región es crear cultura y ponen el ejemplo de Silicon Valley, que se demoró décadas en convertirse en lo que es hoy, con condiciones más favorables que las que existen en América Latina. Y si bien admiten que la región ha aprendido mucho de California, aunque todavía queda un largo camino por recorrer, advierten que no se pueden replicar sus parámetros, puesto que se deben adaptar a las distintas realidades de América Latina.
Aunque el arranque de la región demoraría más ciclos por la existencia de mayores obstáculos que Silicon Valley, lo que tienen claro en este fondo es que se necesitan historias de éxito grandes y emprendedores que ganen el dinero suficiente para que ellos mismos puedan convertirse en inversionistas ángeles y ayuden a otros, y no sólo en etapas tempranas. De esta manera, se crea una cadena de inversionistas ángeles de alto valor que creen buenas empresas para los inversionistas, lo que en Monashees consideran como un motor acelerador de crecimiento y de innovación.
Otro punto importante que resaltan para avanzar, es el rol del gobierno. “Más que crear incentivos, el gobierno debe remover obstáculos. Crean muchas reglas y burocracia porque necesitan tener control y eso va en la dirección incorrecta de los fondos de inversión de capital de riesgo, que son muy flexibles, ágiles y autónomos”, explican.
OPORTUNIDADES SOBRAN EN LATAM
En Monashees Capital consideran que en América Latina hay oportunidades en todas partes. Por ejemplo, aseguran que en el caso de Brasil se pueden hacer múltiples cosas en sectores más tradicionales como infraestructura y servicios. Lo importante es que los fondos de inversión de capital de riesgo como ellos están buscando modelos de negocios escalables, con retorno y cuyo crecimiento pueda acelerar en poco tiempo. En este contexto, para Monashees Capital un sector que calza perfecto con ese perfil y es de gran interés para sus inversiones, es el de consumo de internet, un mercado que ofrece productos, juegos y servicios para los usuarios de la web. Las compañías de juego, de "e-learning" o aprendizaje electrónico, los servicios de software y cuidados de la salud también se perfilan como áreas fuertes. "Las oportunidades están en todas partes, pero crear una empresa no es fácil", advierten.
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