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Ley de lobby: la visión de los incumbentes

Empresas que se reconocen como lobbistas hacen un balance de la nueva ley de lobby que se aprobó en Chile hace tres semanas, tras 10 años de tramitación en el Congreso.

Coinciden en que pone al país al día en este tipo de legislación, tanto a nivel regional como de naciones OCDE, y consideran que le hará bien a autoridades y a quienes buscan influir en ellas. No obstante, también tienen reparos.

Carlos Correa: "En Chile estaba pasando el lobby encubierto y lo importante es que se sincerara"

Tras años de discusión, hoy Chile tiene ley de lobby. ¿Qué tan bien le hace esto al país?

-Chile es una de las pocas economías OCDE que no tenía regulación de lobby. Es importante que se transparenten todos los intereses y quienes buscan influir en la autoridad. Y es completamente legítimo que quienes se sientan afectados por una decisión, busquen influir. Lo importante es que se haga de manera transparente. En Chile estaba pasando el lobby encubierto y lo importante es sincerar y que la ciudadanía vea quienes están conversando con la autoridad y se haga pública la discusión sobre las decisiones.

Pero esta ley conlleva algunos amarres que podrían afectar la total transparencia.

-La ley tiene varias imperfecciones, independiente de que es un gran avance, pero carece de registro de lobbistas. No hay ninguna obligación para quienes hacen lobby. Entonces, hay cosas como conflictos de intereses, que no quedan regulados. Por ejemplo, de dónde viene, cómo se financian, ya que muchos lobbistas se pueden disfrazar de ONGs.

¿Y cuál es la experiencia internacional al respecto?

-El modelo canadiense y el americano, que son los que más se han aplicado en Chile, tienen registros. De hecho, en Canadá hay una especie de superintendencia de lobby y ahí están todos registrados, incluso gerentes de empresas.

¿Cómo se manejan las presiones en una situación límite, para no hacer de esto un tráfico de influencia?

-Por eso debe haber un registro de lobbistas. La no existencia de ninguna ley ni regulación en materia de lobby, hace que acciones que son legítimas muchas veces queden entremezcladas con tráfico de influencias o cosas peores. Con esta nueva ley esto se va a atenuar, pero la solución definitiva es el registro.

¿Qué tan malo hubiese sido no seguir contando con una ley de lobby?

-Nunca se ha medido, pero hay un efecto económico. De hecho, buena parte de las empresas que invierten en Chile se asombran mucho de que no existiera una ley de lobby. En los índices de valoración internacional sobre probidad, transparencia y corrupción, no tener una ley de lobby afecta el ranking. Esta ley va a ser el nuevo salto del país en transparencia internacional.

¿Cómo es la experiencia de A. Latina  sobre el lobby?

-Hay varios países que tienen legislación de lobby, pero los problemas de América Latina en transparencia o corrupción son tan graves que las leyes no han funcionado bien, aunque en el texto es muy bueno, como Argentina y México. Tienen el problema de la aplicabilidad.

¿Cómo queda la ley chilena respecto de ellas?

-En términos del papel estamos por debajo, pero nosotros damos la garantía de que tenemos un alto grado de cumplimiento de la ley.  

En Chile hay un descrédito de la política en general. ¿El tener una ley de lobby, ayudará a su reputación o la empeorará?

-En descrédito de la clase política estamos en niveles similares a EEUU. Por eso se requiere que las decisiones que tomen los políticos sean cada vez más transparentes y la ciudadanía pueda ver quién se junta con ellos y para qué. Cuando sean públicos los registros, van a pasar cosas parecidas a la ley de transparencia. Y algunas prácticas que hoy son bastante comunes y no son mal vistas, las van a tener que regular.

¿Traerá esta ley también una mejora económica?

-La ley de lobby va a permitir abrir los mercados. Somos  un país pequeño y por tanto, el único camino al desarrollo es ser una economía abierta: poder exportar mucho y atraer inversión extranjera. Además,  tener mercados más abiertos , porque tenemos una tendencia natural a los oligopolios. Como este país es pequeño y toda la elite se conoce, para las empresas que llegan a Chile es muy difícil entrar a esa red de contactos que ya existe. Entonces, cuando hay una ley de lobby, vamos a tener más posibilidad de que nuevos actores de distintos sectores económicos puedan entrar. Va a haber más competencia.

¿En términos de sanciones, qué le parece lo fijado por la ley?

-Acá hay un punto clave, porque las sanciones son al sujeto pasivo, que es la autoridad. A ellas las obliga a publicar sus agendas y si no, está sujetas a sanciones, pero el que es lobbista no está sujeto a ninguna sanción ni regulación. Debió haberse contado con un registro de lobbistas a priori (obligatorio), para poder regularlos y sancionarlos en el caso de que haya tráfico de influencias o tenga conflictos de interés.

Ramiro Prudencio: "Sin esta ley el sistema sería más vulnerable al tráfico de influencias"

¿Por qué cree que en Chile costo tanto sacar adelante esta ley?

-No puedo especular sobre las razones. Puede que algunos actores, tantos públicos como privados, prefieran un sistema donde no sean expuestos, que estos contactos no sean conocidos y sean perseguidos de una manera equivocada. Pero a pesar de que se tramitó en 10 años, Chile tiene una ley que es la más avanzada en el tema.

¿Qué ventajas tiene para un país contar con una ley de lobby?

-Regular el lobby permite que los contactos se hagan de una manera transparente. Que quien recibe contactos sepa que al hacer registro y divulgación se está protegiendo a sí mismo y no se le podrá acusar de hacer maniobras, diálogos o tratos en privado. Y quien hace lobby, podrá tener la confianza de decir "lo estoy haciendo abiertamente". Tengo interés de que las políticas sean lo más sanas para el bienestar de mi servicio, mi producto, y eso permite que la sociedad gane también.

En este ejercicio del lobby y lo que conlleva, ¿cómo se manejan las presiones de diverso tipo?

El registro y el hecho de que hubo contacto sobre un tema, permite que luego la sociedad civil y el electorado puedan juzgar la actuación de esa autoridad. Si ese registro de lobby o contacto no se hace inicialmente, es más difícil que el electorado sepa si existió o hubo un canje. La corrupción se hace parte de cualquier sociedad, y pensar que nuestra sociedad en Chile o en cualquier otro país pueda llegar a no tener corrupción, es un sueño poco factible. El poder hacer los procesos de políticas públicas más transparentes, permite que la sociedad civil pueda tener por lo menos los elementos para juzgar la actuación de sus autoridades y de los actores que ejercen el lobby.

En ese sentido, Chile es percibido como uno de los países menos corruptos de Amércia Latina. ¿Ayuda esta ley a mantener bajas cifras de corrupción?

Creo que sólo podría ayudar. La encuesta de Transparencia Internacional es percepción y ahí Chile sí tiene índices muy  buenos, por eso creo que sí va a ayudar a Chile. Los distintos países de A. Latina tienen alguna forma de intentar de hacer estos contactos más transparentemente, pero la ley chilena a mi entender es la más estricta de la región.

¿Por qué?

Porque exige más de sus actores para que los contactos entre otros sectores y el sector público sean transparentes. Brasil, por ejemplo, no cuenta con una ley. Argentina y Perú tienen leyes que ellos llaman leyes de audiencia, pero su aplicación no ha sido bien implementada y no son tan detalladas y estrictas como la de Chile.

¿Qué hubiese significado para Chile no contar con una ley de lobby?

El hecho que haya una ley lo que hace es asegurar que todos los actores del mercado ahora tienen que acatar el mismo estándar. Va a nivelar el mercado en ese sentido. Si Chile no siguiera contando con esta ley, el sistema sería más vulnerable al tráfico de influencias y podría correr peligro de perder índices de confianza y confiabilidad del público. No creo que esta ley evite escándalos en sí, pero posiblemente los haga menos frecuentes o intensos. La ley no debiese juzgarse por su capacidad de eliminar grandes escándalos, sino por si está permitiendo un flujo de informaciones de una manera sana y transparente entre los distintos actores de la sociedad civil.

¿Cómo es la experiencia en materia de lobby fuera de Chile?

La mayoría de los países no tiene ley que regule la actividad. La connotación de la palabra en algunos países es semejante a la corrupción, lo que es bastante triste porque tenemos que ver esta actividad como contactos entre distintos actores de la sociedad civil y el gobierno; son naturales y deberían existir. Es muy triste cuando en una sociedad la opinión publica parte de la premisa de que cualquier contacto entre sector privado y público es por naturaleza corrupto. El país que tiene la regulación más estricta es probablemente EEUU, aunque lejos de ser perfecta.

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