CEO de YPF y la posibilidad de hacer negocios de petróleo y gas con Chile: “Debería haber una integración, no tengo dudas”
Con la explotación de su enorme yacimiento Vaca Muerta, situado en Neuquén, el presidente de la mayor empresa argentina, Horacio Marín, pretende cuadruplicar su producción de hidrocarburos en cuatro años y proyecta inversiones por hasta US$200 mil millones hasta 2050.
Corría el año 2007 y tras poco más de una década de suministro de gas natural, Argentina decretaba el fin de sus envíos del combustible a Chile. Dos años antes, había cesado sus exportaciones de petróleo.
Ya han pasado casi dos décadas de esos hechos, que trizaron la confianza de los clientes privados y públicos de Chile respecto de sus proveedores trasandinos, pero el tema vuelve recurrentemente a aparecer cuando se está enfrente de líderes políticos y empresariales del país vecino. Y ellos están conscientes de ese mal recuerdo.
Pero buscan dejarlo sólo como eso, como un mal recuerdo. Porque ahora quieren relanzar las relaciones energéticas bajo el respaldo de la explotación del enorme yacimiento de petróleo y gas Vaca Muerta, ubicado en buena parte de la provincia de Neuquén, pero que cubre también algo de Mendoza y de Río Negro.
Con una longitud de cerca de 400 kilómetros, la distancia entre Santiago y La Serena, este enorme reservorio subterráneo de hidrocarburos no convencionales -o shale-, situado a unos 3 mil metros de profundidad, es explotado mediante una técnica que sólo se ha utilizado masivamente en el último tiempo en Estados Unidos, el fracking, que permite la utilización de recursos que antes estaban en la roca, pero que no era posible liberar.
La superficie explotable de Vaca Muerta es de 30 mil kilómetros cuadrados, equivalente a la suma de las regiones Metropolitana y de Valparaíso, lo que hace a este depósito el cuarto mayor en recursos de shale oil (petróleo) y el segundo en shale gas. Para su explotación, se esperan inversiones por US$200 mil millones hasta 2050, de los cuales US$40 mil millones son en infraestructura.
Desde que se inició su explotación en 2014 hasta ahora, se ha desarrollado sólo el 8% de los recursos de Vaca Muerta, por lo que se prevé una vida útil de más de 50 años. En 2024, produjo 877 mil barriles por día equivalente de petróleo, lo que representa el 53% de la producción total de Argentina. La proyección de la compañía es producir 2,8 millones de barriles en 2031, lo que la haría competir con Brasil por el título de mayor productor petrolero de la región.
Reexportar crudo
El objetivo entonces de YPF y de las productoras energéticas que trabajan en Argentina, y que están centrando sus esfuerzos en Vaca Muerta, es en 2031 alcanzar un nivel de exportaciones de US$30 mil millones en hidrocarburos, comparable a lo que es hoy la industria agrícola trasandina, con aproximadamente la mitad de petróleo y la otra de gas.
Y es aquí donde entra a jugar Chile en la ecuación.
Porque desde hace dos años, en mayo de 2023, que Argentina volvió a exportar petróleo a Chile a través del llamado Oleoducto Trasandino (Otasa), de propiedad de YPF, Chevron y Enap. Antes, lo había hecho entre 1993 y 2005. Esta vez transporta el crudo desde el sector Loma Campana en Vaca Muerta, hasta las instalaciones de la petrolera estatal chilena en Biobío. El crudo proviene tanto de YPF como de otras empresas que extraen crudo al otro lado de la cordillera, como Petronas, Shell, Vista y Equinor.
El año pasado, nuestro país se transformó en el principal comprador de petróleo argentino. El 42% de las exportaciones de crudo de la cuenca neuquina llegó a Chile, seguido por un 32% a Estados Unidos, 12% a Brasil y 7% a Perú.
Chile terminó el año pasado usando cerca del máximo de la capacidad del oleoducto trasandino de 115 mil barriles por día. Pero en YPF, empresa de la que el Estado argentino es dueño del 51% de las acciones y el resto flota en bolsa, quieren más y buscan tentar a Chile para que sea parte del negocio, aprovechando su posibilidad de reexportar a través de puertos chilenos el petróleo de Vaca Muerta.
“Nuestros técnicos ayudaron a los de la Refinería Biobío de Enap para que puedan refinar nuestro petróleo de Vaca Muerta. Puede haber una posibilidad de exportación adicional, con algunas inversiones que deberían hacerse cerca de la refinería, para exportación. No es marginal tampoco, pero es una inversión que no es muy grande y puede generar mayores exportaciones a través de Chile, porque hoy está prácticamente en el final”, dijo el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, a un grupo de periodistas chilenos invitados por la empresa a conocer sus instalaciones en Vaca Muerta.
La idea sería que Enap invirtiera en capacidad de almacenaje para aprovechar la exportación del crudo de Vaca Muerta, tomando en cuenta la corta distancia que existe entre el yacimiento y el Pacífico, y la existencia de un oleoducto ya construido y operando.
A comprar gas
A su vez, al gas también se le ve potencialidad. Pero respondería al interés de YPF de desarrollar el gas natural licuado (GNL), uno de sus pilares de inversión futura y con el cual ya está llevando adelante contratos de exportación con la estatal italiana Eni, por ejemplo, firmado el viernes.
Es que la capacidad que tiene Vaca Muerta de producir gas es casi infinita. Sus reservas equivalen a abastecer toda la demanda argentina por 170 años. Entonces, la idea es aprovechar el máximo de su potencial, principalmente exportando el gas en forma de líquido. Pero también a través de ductos como gas natural puro.
Para 2030, esperan producir el gas suficiente para abastecer a Argentina, cuya demanda máxima es de 200 millones de metros cúbicos diarios, y en 2035 alcanzar los 400 millones diarios, y todo el superávit colocarlo en los mercados internacionales.
Chile, que hoy compra GNL a países como EE.UU. o Trinidad y Tobago, es vecino a este yacimiento, por lo que sólo en términos de transporte, tendría un gas de ducto y un GNL competitivos. Aunque este último tendría que llegar en barco. O, si se hicieran las inversiones necesarias, se podría inyectar en los dos gasoductos que cruzan hoy la cordillera en la zona centro-sur y que están en desuso: Gasandes y Transgas.
“El desarrollo de gas de Argentina es muy importante. Vaca Muerta tiene recursos muy grandes y tiene una gran capacidad de exportación. Si bien nosotros estamos trabajando mucho en LNG, que duplicamos la producción de la Argentina, hay muchísimas reservas también para lo regional (gas natural por ducto). Yo no tengo ninguna duda que todos, incluido YPF, vamos a hacer contratos con las compañías chilenas, porque es claramente un negocio para ambos”, añadió Marín. “Creo que debería haber una integración, no tengo dudas”, enfatizó.
“Estamos al lado, tenemos los gasoductos, no hay que hacer infraestructura, solamente las compañías de operación tienen que realizar inversiones, si es gas puro”, acotó.
Para su futuro negocio de GNL pretende contar con plantas flotantes de licuefacción en la costa atlántica. La idea es que en 2032 Vaca Muerta produzca del orden de 150 millones de metros cúbicos/día y que un 10% de eso venga a Chile.
“Estos son números que tengo yo en la cabeza, creo que 15 millones de metros cúbicos se podrían exportar a Chile seguramente”, estimó Marín. “Va a depender también del apetito de las empresas chilenas en integrarse y comprar gas argentino”, advirtió.
En cuanto a precio, están seguros de que serán lo suficientemente competitivos como para ganar el interés local. “Creo que debería haber fit seguro entre las compañías. No veo cómo no nos podemos poner de acuerdo cuando tenemos una situación de exportación tan competitiva para ambos. O sea, va a haber un acuerdo seguro”, previó.
Ante la incómoda consulta que insiste en recordar los hechos complejos de mediados de los 2000, aseguró: “Las reservas de Argentina son lo suficientemente grandes en gas como para que haya exportación ininterrumpible”.
Y no sólo en GNL. También por ducto. Adelantó que en un par de años Chile ya podría contar con gas a firme todo el año, lo que aún no se puede asegurar en invierno, pues se debe privilegiar el consumo nacional argentino. “Creo que para (los años) 27-28 se pueden empezar a realizar exportaciones en firme que se van a lograr”, sostuvo.
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