Economista jefe de Scotiabank e Ipom: “El mensaje debió ser mucho más cauto: que la tasa no subirá hasta ver una recuperación del empleo”

JORGE SELAIVE CARRASCO - ECONOMISTA JEFE - SCOTIABANK - RETRATOS - ENTREVISTA

Jorge Selaive afirma que “parte de la inversión privada está muy condicionada a cómo se realice el proceso constituyente”. En el tema tributario plantea un alza del IVA, pero con devolución para todas las compras de bienes de consumo básico, medicamentos y otros.


El análisis del economista jefe de Scotiabank, Jorge Selaive, se caracteriza por desmarcarse del consenso del mercado. Y esta vez no fue la excepción: no está de acuerdo con el hecho de que el Banco Central haya señalado que comenzará a retirar el estímulo monetario al final del horizonte de política, ya que eso puede afectar la recuperación de la actividad y el empleo.

Además en materia tributaria propone como una fórmula recaudatoria, subir el IVA, pero con una devolución para todas las compras de bienes de consumo básico, medicamentos entre otros.

El Banco Central delineó las perspectivas de crecimiento para este y el próximo año, estableciendo una menor caída del PIB para 2020 y un repunte entre 4% y 5% para 2021, ¿subscribe ese escenario?

-En nuestro escenario estamos viendo que el tercer trimestre será mejor de lo que estima el Banco Central. Esperamos una caída de 7,5%. El impulso vendrá dado principalmente por la ayuda directa del gobierno junto al retiro de los fondos de AFP, que tienen impacto en el consumo. Para el cuatro trimestre tenemos diferencias. El BC asume que será altamente dinámico, nosotros creemos que si bien puede crecer, será del orden 0% y 1%. Esto porque estamos incorporando algunos impactos negativos del ruido político en la inversión. Con ello proyectamos un PIB 2020 de -5,2% este año y el próximo un crecimiento de 5,1%.

Para el próximo año se ubican levemente fuera del rango del Central, ¿qué elementos hay detrás?

-La economía tiene muy buenos sustentos para crecer más que 5,1% el próximo año. De hecho, si registra un crecimiento desestacionalizado promedio de 0%, la actividad se expandiría en torno a 5%. Estamos terminando mejor este año y eso nos entrega un buen punto de partida. Nuestro escenario es conservador con respecto al crecimiento. Y se debe al factor político. Si los grados de incertidumbre se logran controlar se puede crecer mucho más.

¿La incertidumbre para la inversión será la misma si gana el apruebo o rechazo en el plebiscito constitucional?

-Parte de la inversión privada está muy condicionada a cómo se realice el proceso constituyente y cómo sea canalizado por el gobierno y los partidos políticos. El resultado del plebiscito no es inocuo para el crecimiento del próximo año. No da lo mismo si gana el apruebo o el rechazo, pero para cualquiera de las alternativas que gane, es importante que se lleve con grados de responsabilidad política que faciliten la recuperación del empleo.

Por algunos economistas el escenario del BC fue calificado como optimista, ¿cuál es su visión?

-No nos parece un escenario optimista, sino que bastante equilibrado para la actividad y la inflación. Sin embargo, el mensaje que entregó para la política monetaria es bastante mejorable. Esperábamos un sesgo distinto con las siguientes características: la tasa no va a subir hasta que se afirme la recuperación del empleo y tengamos una mayor convicción de la recuperación inflacionaria. Sin embargo, el BC optó por explicitar su supuesto de trabajo y en ese sentido cometió un error.

¿Menos explícito?

-Nos habría gustado un sesgo más parecido al que entregó ese mismo día del Ipom (miércoles) el Banco Central de Australia. Nos parece que estar hablando de normalización de la política hacia fines del periodo de horizonte de proyección no apoya el proceso de recuperación. El mensaje debió haber sido mucho más cauto diciendo que la tasa no subirá hasta ver una recuperación genuina en el empleo y tener mayor recuperación inflacionaria. Pero optó por revelar de forma demasiado ingenua su supuesto de trabajo. Y el resultado de esto es que está retirando el estímulo monetario y por eso esperamos que en los próximos días el BC redefina su visión sobre la tasa de interés.

En cuanto a la recuperación del mercado laboral, ¿cuándo se podría empezar a ver una mejora en los indicadores, considerando que las proyecciones de PIB para este año ya se estabilizaron?

-Probablemente en el próximo registro no vamos a tener una destrucción adicional del empleo y, por lo tanto, nos vamos a quedar con el 1,8 millón de pérdida de puestos de trabajo. La destrucción de empleo fue muy intensa en el segundo trimestre y ahora en el tercer trimestre nuestra expectativa es que eso termine, pero ahora viene el proceso de crear el empleo.

¿Y eso tomará su tiempo?

-Necesitamos el apoyo de todas las políticas públicas para el empleo. Es probable que la tasa de desempleo aumente durante los próximos trimestres. Esto debido a que el proceso de desconfinamiento llevará a que aumente la participación laboral, pero la creación de trabajo no crecerá al mismo ritmo. El desempleo subirá en esta segunda parte del año a niveles del 15%. Para tener niveles de prepandemia hay que esperar hasta 2022.

En cuanto a una posible discusión de una reforma tributaria, el gobierno está en un proceso de revisión de las exenciones, ¿se debe avanzar en algún cambio impositivo dada las necesidades de gasto?

-Los impuestos al patrimonio son de baja recaudación, mientras que los tributos a las ganancias de capital deben mirarse a la luz del impuesto corporativo que tiene Chile, que es alto en comparación con países de la Ocde. Por lo mismo, no parecen fuentes de alto nivel recaudatorio y generan sobrecargas tributarias si no vienen de la mano de bajas en impuesto corporativo. En el contexto actual, para dar cumplimiento a las necesidades del país y propiciar la reactivación, Chile necesita aumentar su nivel de recaudación. Para ello, creemos que se debería evaluar seriamente un aumento en el IVA. El 65% de los países de la Ocde tiene un nivel de IVA igual o mayor que el de Chile. Esto permitiría aumentar la recaudación tributaria entre US$1.000 millones y US$1.500 millones por cada punto porcentual adicional que se le sume y, a la vez, beneficiar a todos los contribuyentes -especialmente a los de menores ingresos- y fomentar la formalidad.

¿Pero es viable subir el IVA considerando que es regresivo?

-Hay mecanismos para evitar la regresividad de este tributo: por ejemplo, establecer la devolución del IVA en pesos para todas las compras de bienes de consumo básico, medicamentos y otros. Eso permitiría que las personas de bajos ingresos reciban devoluciones superiores porcentualmente sobre su salario e incluso puede llevar a que el IVA sea progresivo.

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