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El desafío energético del boom de los data centers

En Estados Unidos los problemas de la industria apuntan a que el suministro eléctrico no es suficiente para poder satisfacer la demanda de estas infraestructuras tecnológicas. En Chile, en tanto, la producción y disponibilidad de energía están aseguradas, según los expertos, pero hay retos en las líneas de transmisión.

Sashkin - stock.adobe.com

Una de las principales problemáticas a las que se enfrenta la industria de data centers a nivel mundial es el alto nivel de energía que requiere, con redes eléctricas que no han podido satisfacer dicha necesidad y que comienzan a entorpecer el desarrollo de este tipo de proyectos. Sobre todo, en medio del boom de la inteligencia artificial (IA), que ha intensificado las inversiones en esta clase de infraestructura y el consumo energético.

De hecho, a inicios de septiembre la creadora de ChatGPT (OpenAI) y Oracle anunciaron un contrato por US$ 300 mil millones para entregarle a la empresa del principal lenguaje de IA la capacidad de cómputo necesaria para seguir creciendo en los próximos cinco años. Ese contrato con Oracle requerirá una capacidad energética de 4,5 gigawatts (GW), lo que equivale aproximadamente al consumo de unos cuatro millones de hogares en EE.UU..

Esto, como parte del proyecto Stargate, el mayor plan de centros de datos para IA en EE.UU., que estará localizado en Texas.

Una consultora tecnológica estima que EE.UU. debería añadir unos 80 GW de nueva capacidad de generación eléctrica al año para mantenerse al ritmo de la inteligencia artificial, y actualmente está construyendo menos de 65 GW, de acuerdo a The Wall Street Journal. Tan solo esa diferencia equivale a la electricidad necesaria para abastecer dos ciudades de Manhattan durante los meses más calurosos del verano, según dicho medio.

Así, en EE.UU. se estima que los data centers podrían consumir hasta el 12% del total de la matriz energética del país para 2028. Y aún con ello, hay centros de datos que no se podrán conectar a la red eléctrica hasta la década del 2030, dada la falta de capacidad del sistema. Es por esto que muchas de las empresas que impulsan data centers en la nación norteamericana han optado por una alternativa: generar su propia energía.

Por ejemplo, el complejo Stargate utilizará gas natural para complementar su consumo de energía de la red eléctrica, con una capacidad cercana a lo que consume la ciudad de San Francisco. Otros, instalan minirreactores eléctricos para no depender del sistema central.

El académico del Departamento de Ingeniería de la Universidad de Chile, Alejandro Barros, explica que el problema del consumo energético de los data centers, que ha generado una ardua discusión en EE.UU., se debe a la magnitud de los proyectos de inversión que se piensan desarrollar.

“Las inversiones que se han anunciado son realmente monstruosas, US$ 500 mil millones, que es casi dos veces el PIB de Chile. Y en un periodo relativamente corto de tiempo, no es a los próximos 20 años. La pregunta de fondo ahí es si van a tener la capacidad de producción de energía para todo eso. Probablemente no. Porque, además, las inversiones en energía son de largo plazo. Instalar una planta productora de energía es un proyecto de varios años, entonces yo no veo que haya claridad de cómo va a ir esto alineado con la política energética”, señala Barros.

Por su parte Francisco Basoalto, presidente de Chile Data Centers, menciona al respecto los ejemplos de Países Bajos e Irlanda, que han frenado el desarrollo de proyectos de data centers. “Son ciudades en las que el suministro eléctrico ya requiere una inversión mayor y por lo tanto los proyectos de data centers se están demorando más en ser aprobados”, indica. La dificultad en esos países se debe a las antiguas redes de transmisión, que son complejas de ampliar, dice el ejecutivo.

En todas estas naciones las iniciativas eléctricas de infraestructura y transmisión se están moviendo más lento que los proyectos de data centers, por lo que la red no está creciendo con la rapidez suficiente para el aumento de la demanda.

Basoalto detalla a qué se debe el alto consumo de energía: “Dentro de un data center hay muchísimos servidores que permiten que las aplicaciones que usamos en el día a día, en el celular, en el computador, y las que ocupan otras empresas, puedan funcionar. Entonces, en la medida que más hacemos uso de aplicaciones, se requiere instalar más servidores o con más potencia”.

“Por ejemplo, desde que viene todo esto de la inteligencia artificial, con ChatGPT y otras aplicaciones, se requiere que haya más servidores procesando las preguntas y las interacciones con los usuarios. Entonces, los data centers tienen un consumo creciente de energía, porque básicamente aplicaciones y toda la digitalización requiere que se procesen más y más datos”, añade.

El escenario en Chile

En Chile, el crecimiento de la industria de data centers también ha sido intenso en los últimos años. A la fecha, hay 31 proyectos en operación en territorio nacional, según datos de Colliers. El sector está compuesto por un abanico de distintos tamaños y tipos de centros de datos, con diferentes consumos. De acuerdo a Francisco Basoalto, que está a la cabeza del gremio que agrupa a grandes empresas como Equinix, Ascenty, Odata, Scala, Google y Cirion, las infraestructuras más sencillas consumen mínimamente 1 MWh, equivalente al consumo de 100 hogares.

Los proyectos planteados en el país pueden llegar a consumir 100MWh, según los registros de Chile Data Centers, una magnitud considerablemente menor a la de las iniciativas anunciadas en EE.UU..

Los registros de Colliers muestran que hace 10 años la capacidad instalada del mercado era inferior a los 50 MWh. De acuerdo al Plan Nacional de Data Centers del Ministerio de Ciencia, durante el año pasado llegó a 198 MWh, casi cuadruplicándose.

El Coordinador Eléctrico Nacional estima que actualmente la capacidad instalada llega a 325 MWh. Hasta el momento, según Basoalto, el mercado consume menos de un 1% del total de la matriz energética. No obstante, en total la industria ya consume más de lo que generan independientemente muchas centrales eléctricas del país.

“De cara al futuro, se han identificado 30 nuevos proyectos en distintas fases de desarrollo hasta 2028. De estos, 14 proyectos (47%) están en etapas tempranas con una inversión potencial de US$ 1.217 millones, mientras que los 16 restantes (53%) se encuentran en proceso de ejecución, con una inversión estimada de US$ 2.931 millones”, precisa el Plan Nacional de Data Centers. InvestChile contabiliza un total de 37 proyectos asociados a data centers de empresas extranjeras, por un monto cercano a los US$ 4.000 millones, inversiones principalmente provenientes de EE.UU. y Brasil.

El Coordinador Eléctrico Nacional prevé que para 2030 el consumo de energía de los data centers se cuadruplicará y llegará a 1.207 MWh, pero ya a partir de 2028 la industria consumirá más de 1.000 MWh. De ser así, a 2030 la industria consumirá al año casi el doble de energía de lo que produce una de las hidroeléctricas más grandes del país, Ralco, que llega a 685 MWh.

Alertas en transmisión

Con todo, de acuerdo a las distintas fuentes consultadas por Pulso, en esta materia Chile está lejos de tener los problemas que asoman ya como una realidad en países como EE.UU.. Hasta el momento, los data centers no han tenido necesidad de impulsar proyectos de autogeneración eléctrica en el país.

Y precisamente, manifiestan, una de las razones por las que se habla de Chile como hub digital, con las condiciones necesarias para el desarrollo de la industria de data centers, es por su disponibilidad energética, sobre todo sostenible. En esa línea, Basoalto asegura que “hay desarrolladores de energía renovable que están muy interesados en que la industria de data centers se desarrolle, para que estos proyectos tengan viabilidad”.

No son los data centers los que necesitan más proyectos eléctricos, indican, sino que iniciativas eléctricas que requieren el desarrollo de dicha industria.

“La capacidad de energía que tenemos hoy día es más que suficiente para toda la demanda que está proyectada (...) en la actualidad hay proyectos eléctricos en desarrollo por más de 1.300 gigawatts, o sea, estamos hablando de mil veces el tamaño de Stargate”, afirma Basoalto.

El académico del Departamento de Ingeniería de la Universidad de Chile, Alejandro Barros, coincide: “Dado el consumo que hay hoy día en Chile de procesamiento, no veo en el horizonte que vaya a haber algún problema”.

Sin embargo, Lorena Tapia, directora ejecutiva de GPS Property, empresa que asesora a las gestoras de proyectos de data centers para encontrar terrenos que cumplan con las características necesarias, alerta que pese a lo anterior, de todos modos hay desafíos: “A medida que vaya aumentando el consumo de energía por parte de los data centers, obviamente se requiere que sea más eficiente la distribución”.

“Sí hay desafíos hoy día en las redes de transmisión y de distribución”, confirma Basoalto.

Pablo García, director regional de data centers de Cirion, explica que “hoy Chile tiene un muy desarrollado y muy buen sistema de generación (...) pero está muy al debe en la parte de la transmisión. El sistema no funciona si no tienes las dos cosas. A los proyectos de data centers les cuesta bastante conseguir la energía que se necesita”.

Tapia destaca la megalínea Kimal-Lo Aguirre, que permitirá mejorar el punto débil de la transmisión eléctrica. De acuerdo a Félix Rojas, académico del Centro de Energía UC, actualmente la línea de transmisión entre ambos puntos “está supersaturada. Si vamos a poner un data center supergigante en Lampa, probablemente tengamos problemas de saturación de la línea”, expresa, pero indica que el mencionado proyecto podría facilitar el suministro eléctrico para la industria de data centers.

La directora ejecutiva de GPS Property resalta que los plazos de construcción de un data center son mucho menores, y se mueven más rápido que los de las líneas de transmisión.

Deninson Fuentes, subgerente de planificación del Coordinador Eléctrico, comparte esa visión: “Un data center podría empezar a buscar un terreno y empezar a pensar en el desarrollo de un proyecto y tenerlo finalizado en quizá tres o cuatro años. Un plan de expansión de la transmisión puede demorar cinco, hasta siete años”. Fuentes señala que esto se debe a que la ruta administrativa puede demorar más de dos años en asignar al constructor de una red de transmisión.

Pero existe una forma de agilizarlo. “La regulación contempla la posibilidad de que uno pueda desarrollar obras de transmisión más rápidas (obras urgentes), por ejemplo, para los data centers. Y nosotros como coordinadores hemos recibido a data centers que nos han solicitado la posibilidad de desarrollo rápido de transmisión (...) el proceso es más corto porque no tiene que desarrollarse una licitación como en el resto de las obras de servicio público, sino que acá la ejecuta el mismo que la solicita”, explica el ejecutivo del Coordinador Eléctrico.

Scala en 2024 recibió la aprobación del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental para la ampliación de un data center en Curauma. Este proyecto consideraba la construcción y operación de una nueva subestación eléctrica y un sistema de transmisión para conectarse a la subestación de Placilla. De acuerdo a García, en todo caso, las compañías que optan por este tipo de soluciones no son una mayoría.

Chile Data Centers ha impulsado múltiples diálogos con las autoridades para poder hacer frente a estos problemas. El presidente de la asociación afirma que “el Coordinador Eléctrico Nacional y la Comisión Nacional de Energía han tomado con mucha seriedad la proyección de energía que requieren los data centers. Por lo tanto, dentro de esa planificación de largo plazo de la infraestructura nacional, sí están consideradas estas demandas. Yo me quedaría tranquilo de que efectivamente vamos a poder contar con la energía para operar los data centers”.

“El Coordinador Eléctrico ha prospectado el potencial de crecimiento requerido, evaluando la capacidad de las redes en los distintos puntos de conexión, y ha formulado proyectos para la expansión del sistema eléctrico, los cuales han sido presentados a la autoridad, para que evalúe su incorporación dentro del plan de expansión de la transmisión”, dice Fuentes.

Y agrega: “En nuestra última propuesta, enviada este año, se incorporaron dos proyectos de inversión por más de US$ 30 millones en total, enfocados en asegurar la suficiencia de la red en zonas críticas y apoyar el abastecimiento de la Región Metropolitana”, donde se concentra la mayor parte de los data centers.

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