La revolución fiscalizadora, tributaria y fiscal que promete Kaiser
El programa del libertario contiene las propuestas más ambiciosas y radicales del actual proceso eleccionario en materia económica. Basado en los principios de la Escuela Austriaca, el plan considera eliminar más de 100 mil empleos públicos, recortar sobre US$ 15 mil millones de gasto fiscal, bajas agresivas de impuestos y una “CMF pública” que fiscalice empresas públicas y a todo el aparato estatal. Su repunte en las encuestas ha obligado al mercado a mirar más de cerca sus propuestas.
Consta de 201 páginas y supera por lejos la longitud de cualquier otro programa de gobierno de sus competidores a La Moneda. El plan de gobierno del diputado y candidato presidencial del Partido Nacional Libertario (PNL), Johannes Kaiser, ha despertado el interés del mercado durante las últimas semanas, a la misma velocidad del repunte que ha evidenciado en las encuestas y que lo posicionan en un disputado tercer lugar de las preferencias.
Basado en los principios de la Escuela Austriaca, una corriente de pensamiento fundada en la importancia de la acción individual en la economía y en el rechazo al intervencionismo estatal en el mercado, el programa económico de Kaiser es el más radical de todos los abanderados que se enfrentarán el próximo 16 de noviembre. Un plan millonario de recorte de gasto fiscal y de despidos de funcionarios públicos, una reforma tributaria que baja con fuerza el impuesto corporativo y elimina las contribuciones, y una singular propuesta de auditoría a las empresas públicas y al aparato estatal, son parte de las agresivas medidas que promete el candidato libertario.
Su ascenso en las encuestas durante las últimas semanas ha crispado aún más el ambiente entre los tres proyectos que hoy tiene la derecha para llegar al sillón presidencial y también ha generado cierto nerviosismo entre algunos agentes de los mercados bursátil y financiero, dada la radicalidad de sus propuestas económicas y las dudas sobre el sustento fiscal y político de dicho programa.
Un economista de una prestigiosa corredora bursátil reconoce que la irrupción de Kaiser ha obligado al mundo financiero a poner en el radar e incluir en sus análisis a clientes, el proyecto económico del libertario. “No hemos tenido tiempo para publicar un análisis, pero ahora estamos organizando eventos donde sumaremos la visión económica de Kaiser, en paralelo a los proyectos de Kast y Matthei”, admite la misma fuente.
“Las propuestas de Kaiser responden más a una declaración ideológica que a un plan de gobierno con viabilidad técnica, y sobre todo, política. En el actual contexto, marcado por la fragmentación política, la desconfianza ciudadana y la necesidad de acuerdos, su programa resulta inviable en términos de gobernabilidad. Más que ofrecer soluciones concretas de política pública a los problemas económicos del país, Kaiser parece estar librando una batalla cultural: probablemente busca ser el ‘Milei chileno’, interpelando emocionalmente a un electorado que se siente defraudado por la política tradicional y que premia el discurso rupturista antes que la factibilidad técnica”, afirma el cientista político de la Universidad Central, Marco Moreno.
Sin embargo, un analista del mercado financiero reflexiona que las propuestas económicas de Kaiser lo asemejan más bien a lo hecho por el exministro de Hacienda del régimen militar, Hernán Büchi, a fines de la década de los 80. “Kaiser no es Milei, es Hernán Büchi en la segunda mitad de la década de los 80. Büchi recortó el gasto público y la carga tributaria en más de cuatro puntos del PIB entre 1985 y 1990, aunque con otra institucionalidad. Bajó la tasa de impuesto corporativo a las utilidades reinvertidas y a las retiradas. Además, redujo el IVA desde el 20% al 16%”, recuerda la misma fuente, al hacer el paralelo con el plan de Kaiser.
El propio candidato libertario ha reconocido su lucha por mover el cerco cultural (una pelea clave también de Javier Milei en Argentina), y no ha dejado de enrostrar a sus competidores de derecha los principios inamovibles que mueven su candidatura. “Al final los nacional libertarios tenemos la desagradable tarea de recordarle a todo el resto de la derecha -como la Fiscalía en un país decente- cuáles son sus renuncios anteriores. Está claro que no están felices con nosotros...”, dijo en entrevista con La Tercera la semana pasada.
El agresivo programa
El coordinador económico de la candidatura, el economista Víctor Espinosa, recuerda que el borrador del programa original de Kaiser bordeaba las 500 páginas y reconoce la influencia de la Escuela Austriaca de economía y de lo que ha hecho el presidente Javier Milei en Argentina. “Nuestro programa económico, que lo denominamos de sentido común, está basado en la Escuela Austríaca de economía, que -a diferencia de otras escuelas de pensamiento económico- posiciona al emprendedor como el motor del crecimiento y el desarrollo económico de los países”, resume el vocero.
“Tenemos claro lo que hay que hacer, cómo hacerlo y, a diferencia de la competencia, tenemos el coraje, porque no somos políticos”, añade desafiante el académico de la UDD al ser consultado sobre las diferencias con las otras candidaturas de oposición.
Uno de los ejes más controvertidos del libertario apunta a la revolución tributaria y fiscal que pretende. Además de proponer un sistema tributario 100% integrado (a diferencia del semiintegrado que hoy rige), donde el impuesto que paga la empresa se acredita completamente al socio o dueño, el programa plantea una reducción inmediata del impuesto corporativo (a las empresas) del 27% actual a un 15% para atraer inversión extranjera directa, la medida más agresiva en comparación con los programas de Kast y Matthei.
En lo que es una acción de “quiebre” respecto de la tendencia tributaria en Chile, Kaiser propone también que toda utilidad generada por una empresa que no sea retirada por sus dueños y que se reinvierta en el mismo negocio, pagará 0% de impuesto corporativo. “Si la empresa reinvierte para crear valor, el Estado no se mete. Solo cuando los dueños decidan retirar (distribuir) utilidades para consumo personal se aplicará un impuesto único del 15%”, precisa el programa.
A diferencia del pago del 10% de impuesto sobre la utilidad generada por la compra de acciones que hoy existe, el plan tributario de Kaiser plantea eliminar completamente el impuesto a las ganancias de capital en instrumentos transados en bolsa. También propone eximir de impuestos a todas las herencias y donaciones dentro de empresas familiares activas, siempre que los activos no se vendan en un plazo definido (por ejemplo, cinco años).
Y una medida que ha causado revuelo público por su impacto en la caja de los municipios y por extensión en la fiscal, es la relacionada a la eliminación del llamado impuesto territorial. “En el sistema actual, el Estado cobra contribuciones -un arriendo perpetuo- a los propietarios de viviendas, incluso cuando estos ya pagaron impuestos al comprar, construir o ahorrar durante años para adquirirlas (…) proponemos eliminar completamente el impuesto territorial. Toda propiedad -principal o secundaria, urbana o rural- quedará libre de contribuciones”, reza el programa del libertario.
“Esta es una revolución fiscal sin precedentes en la historia tributaria de Chile”, complementa el programa, el que propone invariabilidad tributaria corporativa por 50 años para la inversión extranjera de todas las empresas, sin importar su tamaño, origen o sector.
Víctor Espinosa refuerza la idea. “Queremos que Chile sea el país más competitivo a nivel corporativo del mundo. Estonia ha liderado por siete años consecutivos el ranking de competitividad fiscal que realiza anualmente el Tax Foundation. ¿Qué es lo que hace Estonia? Tiene 0% de impuesto a la reinversión…”, explica el vocero económico.
La “revolución fiscal” de Kaiser incluye también reducir el número de ministerios de 25 a 9, agrupando propósitos afines, eliminando duplicidades y reordenando las tareas según criterios funcionales. Bajo este escenario, el plan del libertario plantea una reducción gradual en cuatro años de más de 100 mil empleados públicos del Gobierno Central, enfatiza Víctor Espinosa.
Durante esta semana, la cifra de ajuste en el empleo estatal propuesta por Kaiser fue cuestionada por el vocero económico de Jeannette Jara, Osvaldo Rosales. “¿De dónde van a salir esos 100.000 empleados? ¿De salud, de educación, de seguridad?”, se preguntó Rosales en un seminario organizado por Marsh McLennan, donde también asistió Víctor Espinosa y los representantes de las candidaturas de Evelyn Matthei y José Antonio Kast.
Pero Espinosa va más allá y dice que si bien la meta original planteada por Kaiser de alcanzar un recorte fiscal del orden de entre US$ 12.000 millones y US$ 15.000 millones está vigente, plantea la posibilidad de que el ajuste bordee los US$ 16 mil millones en base a las medidas de eliminación de empleo público y multicontratos en el Estado, ajustes en programas públicos ineficientes y del fin de licencias médicas fraudulentas, entre otros.
El programa de Kaiser también apunta a una férrea fiscalización de la operativa financiera de las empresas públicas y de todo el aparato estatal. “Hoy, mientras las empresas privadas deben someterse al escrutinio riguroso de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), las entidades estatales -que administran recursos de todos los chilenos- operan bajo una opacidad incompatible con la ética republicana. Esta asimetría debilita el control ciudadano, fomenta la ineficiencia, y erosiona el contrato tributario entre Estado y contribuyente”, dice el programa.
Es por ello que el plan de Kaiser considera la creación de una “CMF Pública”, independiente del gobierno de turno y de la Contraloría General, y que esté encargada de exigir, supervisar, validar y sancionar la entrega de información financiera, presupuestaria y de gestión por parte de todo el aparato estatal: ministerios, municipios, corporaciones, hospitales, universidades, empresas públicas y servicios descentralizados.
Especial énfasis tendrá la estatal Codelco en este plan de rendición de cuentas. “Durante los primeros seis meses de gobierno, se realizará una auditoría estratégica a Codelco, que abarcará los últimos diez años. Esta auditoría revisará inversiones, contratos, servicios, alianzas y el desempeño de empresas relacionadas. Los resultados permitirán evaluar la productividad, optimizar costos, analizar el valor de la empresa en distintos escenarios y definir el rol del Estado en la minería chilena. Además, se evaluarán nuevas estructuras, participación de capital privado, prescindencia de pertenencias mineras, y/o venta de activos no esenciales”, concluye el programa.
El equipo detrás del libertario
Según Espinosa, existen alrededor de 100 colaboradores del programa global del Johannes Kaiser. Sin embargo, existe un grupo más pequeño de coordinadores que labora directamente en la redacción y en las definiciones clave, los cuales están repartidos en 9 grupos de trabajo ligados a los ministerios que conservará o creará el libertario (Hacienda, Economía, Desarrollo Humano, Infraestructura, Seguridad y Defensa, Salud, Justicia, Relaciones Exteriores e Interior).
“Todos los que trabajamos con Kaiser en este grupo estamos ad honorem”, destaca Espinosa, quien dirige el grupo ligado a los temas de Hacienda. Junto a él están Oliver Dörfer, ingeniero comercial de la Universidad de Chile, a la cabeza del llamado Departamento de Eficiencia y Eficacia Pública (DEEP) de la cartera, y que incluye a profesionales que harán auditoría del Estado si Kaiser llega a La Moneda. Participa también en este grupo el ingeniero comercial Samuel Valenzuela.
Otro colaborador cercano es Cristián Parra, economista con una maestría en Economía del Desarrollo en la Universidad de Queensland, quien está encargado de los temas mineros y participa en el grupo del Ministerio de Economía, junto al emprendedor Miguel Iglesias (energía). Mientras en el área de infraestructura está el economista Pablo Millar; en el eventual Ministerio Desarrollo Humano trabaja el académico Jaime Riquelme, detallan desde el comando del candidato de oposición. El general (r) del Ejército Luis Felipe Cuellar, a su vez, es el encargado del programa de Seguridad y Defensa en la campaña.
También participan de la campaña del libertario Nora Benavides, economista de la Universidad Complutense de Madrid, e Inés Farfán, académica de la Universidad de Salamanca, entre otros.
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