“Las sobreproducciones nuestras en la XII son muy heavys... Ojalá no salgan en prensa”: Los correos incluidos en la querella de Australis contra Isidoro Quiroga

Australis - Salmoneras

En la primera arremetida legal contra el ex controlador de la firma se resumen una serie de correos electrónicos que habrían enviado el ex gerente de finanzas Santiago Garretón y el exgerente general Ricardo Misraji en los que se demostraría, según los abogados de Australis, Jorge Bofill y César Ramos, el conocimiento y ocultamiento de la sobreproducción de salmones de la que es acusada la firma.


Este viernes Australis presentó una querella en contra el ex propietario Isidoro Quiroga Moreno, su hijos Benjamín e Isidoro, su asesor, Martín Guiloff y el ex gerente de finanzas, Santiago Garretón por el presunto delito de “administración desleal”. La acción legal fue presentada por los abogados Jorge Bofill y César Ramos en el 4° Juzgado de Garantía de Santiago.

Esta acción penal es la primera arremetida en tribunales que inicia la gigante china, que alega haber sido engañada por la administración que encabezó Quiroga en el proceso de compra de la empresa salmonera en la cual pagó US$921 millones a mediados de 2019.

Según la querella, Isidoro Quiroga habría enajenado Australis a cambio de un precio que consideraba un cierto tamaño de la compañía, respecto de su volumen de producción y proyecciones de crecimiento sustentadas en un plan productivo que contemplaba determinado número de siembra y volúmenes de cosecha por cada CES (Centro de Engorda de Salmones) perteneciente a las compañías del grupo.

“Sin embargo, dicho plan productivo sólo podía alcanzarse infringiendo la respectiva RCA de cada CES de las compañías, circunstancia conocida por los querellados al momento de concertarse para ejecutar dicha producción en el tiempo, en su calidad de administradores de la compañía”, acusan los abogados.

En la querella, los abogados destacaron tres hechos que serían muestra de “la gravedad de las conductas de los querellados”, entre ellos, acusan que “cincuenta y seis ciclos cerraron con un volumen de cosecha que superó lo autorizado por las respectivas RCA, en treinta y ocho CES”. Además, aseguran que veintiocho de los ciclos cerraron con más de un 40% de exceso respecto de lo autorizado por las RCA, “llegando incluso al 107,2% de sobreproducción en el caso de Bahía Buckle”. Y finalmente, acusan que en la totalidad de las siembras de los ciclos con sobreproducción Isidoro Quiroga Moreno “tuvo el rol de accionista controlador y director, o sólo el de director, o fue reportado mensualmente de las proyecciones de siembra y cosecha, aun cuando no tenía vínculo formal alguno con ASF”.

Sumado a lo anterior, los abogados alegan que “no es posible soslayar que veintitrés ciclos con sobreproducción -de cincuenta y seis- fueron sembrados antes de la adquisición de ASF por parte de Joyvio. Es decir, veintitrés ciclos fueron sembrados entre el 10 de julio de 2017 y el 15 de junio de 2019″. Esto cuando, dicen, el directorio del grupo Australis y de AMSA (la sociedad que comercializa los productos en Chile y el exterior) era controlado por Isidoro Quiroga Moreno, y las decisiones se tomaban en Santiago junto a sus hijos Benjamín e Isidoro y a Martín Guiloff, y eran ejecutadas por Ricardo Misraji, el entonces gerente general, fallecido en enero de este año, y Santiago Garretón.

“Adicionalmente, otros diecisiete ciclos fueron sembrados durante el tiempo en que Isidoro Quiroga permaneció como director de ASF hasta octubre de 2020, que luego infringieron el volumen de cosecha de la respectiva RCA”, agregan.

Finalmente, en el documento los abogados también resaltan que los restantes dieciséis ciclos con sobreproducción habrían sido sembrados “mientras Ricardo Misraji reportaba periódicamente a Isidoro Quiroga las presentaciones al directorio con las proyecciones de siembra y cosecha de ASF, dado que el último ciclo con sobreproducción fue sembrado en enero de 2022 y la última presentación fue reenviada en abril de 2022, correspondiente a los resultados de marzo del mismo año”.

Los abogados acusan que el plan de siembra y cosecha que habría sido concertado por los querellados “no era más que un plan criminal infractor de la ley y la normativa ambiental, que se tradujo en una sobreproducción reiterada en cada uno de los CES referidos, que ha comprometido el patrimonio de las compañías exponiéndolas a severas sanciones por cada una de las infracciones cometidas, entre otras, multa y la revocación de la respectiva RCA”.

Los correos

En la querella, los abogados además presentan una serie de correos electrónicos que aseguran demostrarían que habría un ocultamiento deliberado de la sobreproducción por parte de los querellados.

En ese sentido, los abogados señalan que en junio de 2019, luego de haber tomado conocimiento de que los centros de engorda de salmones estarían supuestamente produciendo con infracción a los límites autorizados, el subgerente de planificación comercial habría dejado constancia en un documento donde “mostraba expresamente los límites autorizados por la RCA por cada CES, para los años 2016 a 2021, contrastándolo con las toneladas cosechadas y proyectadas por cada CES, durante los mismos años, explicitando además la diferencia”.

Sin embargo, dice la querella, cuando el subgerente de planificación comercial exhibió la información referida a Santiago Garretón, éste le habría señalado que “no era importante” y “estaba todo controlado”.

Un año después, continúa el documento, en julio de 2020, cuando el conocimiento de la sobreproducción habría comenzado a generar dudas entre los ejecutivos de Australis, “ante la insuficiencia de las explicaciones, surgió una reveladora conversación entre Santiago Garretón y otros dos ejecutivos”.

Luego de un correo enviado el 6 de julio por parte de la gerencia legal de la firma, en el que se explicaba una iniciativa de implementación de un Programa de Cumplimiento Ambiental y Regulatorio, uno de los gerentes respondió copiando a Santiago Garretón, señalando, “(...) mi duda Como lo vas a hacer con los PT en mar?”.

De acuerdo al documento, “Garretón eliminó cualquier posibilidad de revisión del problema”, respondiendo: “Hola, ideal no revisaría nada en este punto. No lo tocaría ni con una escoba de lejos...”.

Según los abogados, Garretón habría recibido como respuesta que “‘ya no están los tiempos para eso, hay que jugar en territorio contrario, defendiendo perdemos por goleada’”, lo cual, dicen habría promovido que había que hacerse cargo del problema, pero que Garretón habría respondido: “Es una guerra perdida... acá el tema es pasar piola 3 años más”.

La querella denuncia que el mismo día que asumió el nuevo directorio -el 1 de julio de 2019- habría aprobado en sesión extraordinaria un bono de retención a una lista de ejecutivos elaborada por Isidoro Quiroga Moreno, por US$ 10 millones. Dicho bono se habría estructurado en un pago fijo (otorgado por el sólo hecho de permanecer en la compañía) y un pago variable, sujeto al cumplimiento en cada periodo de un presupuesto Ebitda y de volumen de cosecha.

Sin embargo, dicen los abogados, el primero de los periodos en los que tenía que ser pagado el bono no se logró el indicador Ebitda.

A propósito de dicho bono sin condiciones que se pagaría en 2023, la querella indica que Misraji y Garretón mantuvieron, el 2 de julio de 2020, una conversación por correo electrónico, bajo el asunto “pago bono de retención”, dado que no se cumplirían las metas fijadas para el año 2021.

En ese correo, dicen los abogados que Misraji habría afirmado que estaban “obligados a esperar el one big bullet bonus que llegaría el 2023. Me gustaría ser (...) para cumplir 3 años y que mi papa recibiera ese bono”, a lo que Garretón habría respondido: “(...) Lamentablemente, los chinos miserables van a haber echado a patas (sic) a los dos papas si llegamos a esa!”.

“En otros términos, era necesario mantener bajo control el problema de la sobreproducción y la fiscalización de la SMA, con las consiguientes formulaciones de cargos, con el fin de llegar al año 2023 y cobrar el bono de retención sin condiciones. Lo que ocurriera con la compañía era, a todas luces, una cuestión sin importancia, desde su perspectiva”, acusa la querella.

Meses después, dice el documento, en diciembre de 2020, se publicó una noticia en el medio Salmonexpert, en la que se describían los impactos asociados a la sobreproducción y la formulación de cargos de la SMA. Garretón, el 16 de diciembre, habría reenviado la noticia a los ejecutivos del área legal, instruyendo “levantar cuantos casos tenemos de sobreproducción + info anaeróbica altiro, aunque en general tenemos buen estándar de recuperación de los centros”, agregando “Esto por favor que no salga de los 4. Si hay que ahondar y preparar análisis más exhaustivos prefiero meter abogados externos que este tema escale mucho a nivel interno”.

“El fin de ocultar la sobreproducción llevó también a Misraji a distorsionar, derechamente, el sentido de la primera formulación de cargos por sobreproducción en el CES Costa, de 22 de enero de 2021, señalando que ASF había cumplido todas las exigencias de Sernapesca y Subpesca respecto del máximo permitido de siembra -omitiendo que el problema era el volumen cosechado respecto de lo autorizado por la RCA- afirmando que la posición de ASF era defendible debido a un mejor trabajo biológico y medioambiental de la compañía”, sigue la querella.

Respecto de la segunda formulación de cargos, en el centro de engorda de salmones Córdova 3, el 20 de julio de 2021, la querella reproduce una conversación entre Garretón y Misraji por correo electrónico, en las que este último comentó sobre la sobreproducción: “Que mala realmente (...) las sobreproducciones nuestras en la XII son muy heavys... nada que hacer... empezaran a llegar de a una. Ojalá no salgan en prensa”.

“Los hechos descritos dan cuenta del concierto existente entre los querellados para diseñar y ejecutar un plan productivo que suponía incrementar la capacidad de producción y procesamiento, con conocimiento de que ello importaría infringir las respectivas autorizaciones de cada RCA para cada CES de las compañías, junto al incremento de gastos e inversiones que sólo permitían solventar dicho nivel de producción y procesamiento, prácticas que incluso se mantuvieron ocultas dentro de ASF, las que recién el año 2022, con la incorporación de don Andrés Lyon Labbé, pudieron ser revertidas y autodenunciadas a la autoridad competente”, concluye la querella.

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