Si bien el tamaño del banco es la medida más usada para identificar bancos más sistémicos, este ítem no es el único.

El informe de Fontaine Consultores selecciona, en base a los criterios utilizados por el Comité de Basilea y la normativa comparada, estas otras características.

La primera es su interconexión con otras entidades financieras, característica que busca medir cuánto repercute la caída de un banco en la probabilidad de contagio de  otros producto de la interconexión que existe, tanto en la posición deudora como acreedora del banco con el resto de la plaza, o en general con entidades financieras, en la medida que éstas estén también interconectadas con otros bancos.

Esto se ha medido en base a los activos y pasivos del banco con el sistema bancario; el grado de concentración de estos con el sistema financiero; y la importancia del banco en la red interbancaria medida en base a modelos de redes.

La sustituibilidad de los servicios e infraestructura financiera provistos por la entidad también es un ítem relevante, porque busca medir cuán difícil es reemplazar los servicios y la infraestructura bancaria prestada por el banco. El documento indica que mientras más difícil su reemplazo, mayor es el daño económico que crea la caída de dicho banco.

Entre las principales métricas para determinar la dependencia está las transacciones y pagos que se canalizan vía el banco; la custodia de activos de sus clientes; el  underwiting activity de la entidad en mercados de moneda y deuda; y la participación que tiene en el mercado de moneda extranjera.

Otra característica sería la complejidad de las operaciones financieras, que determina cuán compleja sería la resolución de un banco en caso de que caiga. Entre más complejas sean, más difícil, larga y costosa será la eventual resolución de la entidad, y con ello, mayor la incertidumbre que la caída del banco traerá al sistema.

También se considera la actividad internacional del banco y el rol de la entidad como receptor de depósitos.

Este último porque si cae un banco se genera un círculo vicioso de iliquidez, desaceleración e insolvencia en toda la economía en la medida que estos agentes no puedan contar con los depósitos. Además, existe el riesgo de una corrida bancaria.