1 de cada 5 personas no cree que exista una crisis hídrica en Chile: ¿quiénes son y dónde viven?

Agua potable. Foto: Anderson Rian (Unsplash).

La última Radiografía sobre la crisis hídrica y el cuidado del agua reveló el perfil de las personas que consideran que esto es una situación de la cual "se exagera" y no creen que les va a afectar personalmente. ¿Cómo están actuando los chilenos ante esta situación?


Pasa en prácticamente en todo el mundo. La crisis hídrica, la sequía y el cambio climático han cambiado el paradigma del acceso al agua en los últimos 20 años, por lo menos. Si bien a todos nos afecta, existen personas que se ven más afectadas que otras ante esta situación, dependiendo en qué lugar se encuentran y qué tan difícil les pueda resultar obtener agua potable.

Gran parte de la población urbana en Chile no ha visto interrumpido este recurso. Solo basta con abrir la llave y dejar pasar este vital recurso, pero ese no es el panorama que todos viven. ¿Cómo ven realmente los chilenos y chilenas que estamos ante esta crisis hídrica? ¿Somos conscientes y realmente realizamos acciones para evitar que este problema se agudice? ¿Quién tiene la responsabilidad de evitar la escasez hídrica, según las personas?

Chile viene enfrentando una mega sequía desde hace más de 14 años, la cual afecta principalmente a las regiones de la zona norte y centro del país. Es por eso que la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess) y Criteria realizaron un estudio para entender qué tanto conoce y percibe la población ante esta situación.

Este estudio busca entender el grado de conciencia que tienen las personas sobre la crisis hídrica y sus hábitos de consumo y cuidado del agua. En esta “Radiografía sobre la crisis hídrica y el cuidado del agua”, se encontraron varias percepciones sobre este fenómeno. Incluso, se descubrió que el 19% de las personas niega que exista realmente un problema al respecto.

“Eso podría explicarse porque nacieron en un contexto en que el agua es limpia, segura, los servicios sanitarios son de alta calidad. Los mayores que saben cómo era antes y valoran más no sólo el recurso, sino también lo que se ha logrado como país”, argumenta la presidenta de Andess, Lorena Schmitt.

Según destaca el informe, las personas negacionistas ante este fenómeno son mayoritariamente hombres, de entre 18 y 44 años, residentes en el sur del país y de estratos socioeconómicos medios y altos. Dentro de las apreciaciones que mostraron, ellos consideran que la escasez hídrica es una “situación de la cual las personas exageran y que no les va a afectar personalmente”.

“Existe un fenómeno que tiene mucho que ver con las vivencias personales de cada uno, y ocurre que como la población se ha ido urbanizando, es bien poco lo que han sentido de la crisis, no así los habitantes rurales, porque los habitantes rurales dependen de pequeñas plantitas generadoras de agua que dependen de un pozo o de un estero y donde sí han sentido todo el rigor de la crisis”, manifiesta al respecto Fernando Santibáñez, bioclimatólogo y académico de la Universidad San Sebastián.

El también experto en cambio climático expresa que la visión negacionista está muy enmascarada por la situación más beneficiosa que viven en las ciudades. Allí, la ley obliga a las empresas sanitarias a comprar derechos de agua desde las asociaciones de agricultores para mantener la continuidad del servicio en las ciudades. “Y eso en Santiago se está dando casi todos los años. Por eso que no se ha cortado el agua en Santiago, ni en el peor de los momentos”, dice el académico de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza de la USS.

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Foto: Agencia Uno.

Pero, en contraste, si uno va al medio rural la situación se revierte completamente. La percepción de escasez hídrica está presente durante gran parte del año. No solo en las zonas típicas donde se conoce que hay sequía. En el sur, específicamente en comunas como Ancud, los últimos años se ha debido repartir agua en camiones aljibes en las zonas rurales. Un lugar muchas veces impensado por sus características lluvias.

“El Estado chileno está hoy día gastando una cantidad gigantesca de recursos en mantener el acceso al agua en las comunidades rurales que se han quedado prácticamente secas. Y esa percepción, aún hasta Chiloé, debiera existir en el medio rural”, agrega Santibáñez.

1 de cada 5 personas no cree que exista una crisis hídrica en Chile: ¿quiénes son y dónde viven?

A propósito de eso. ¿Quién o quiénes tienen la mayor responsabilidad de actuar frete a la crisis hídrica? Las seis principales causas que la gente identifica sobre la crisis hídrica son: Sequía (35%); uso ineficiente por parte de las industrias (34%), malas leyes y políticas respecto al uso del agua (34%), sobreexplotación de fuentes de agua (33%); falta de lluvias (28%) y falta de educación sobre el cuidado del agua (24%).

Además, del informe se desprende que la gente “sabe mucho y actúa poco”. El 86% declara haber escuchado, visto o leído sobre crisis hídrica y consideran que es un tema relevante para ellos. No obstante, el 77% afirma que no tienen un nivel suficiente de conocimientos sobre la materia y que, en general, en Chile hay una baja conciencia respecto a este fenómeno.

Al mismo tiempo, la gran mayoría (94%) declara haber implementado o estar dispuesto a realizar alguna acción para cuidar el agua. Dentro de los hábitos que las personas están implementando o estarían dispuestos a implementar para un menor consumo de agua estarían aquellas acciones que impliquen un menor desperdicio y utilizar este recurso sólo cuando sea necesario. Así, el 24% cerraría llaves del agua; 18% racionaría el consumo de agua; 16% acortaría las duchas; 12% reutilizaría agua; 5% lavaría la loza eficiente y; 4% lavaría la ropa eficientemente.

“Llama la atención y nos alegra, que la mayoría de la gente considera que debemos seguir cuidando el agua, pese a haber tenido el invierno más lluvioso en 14 años. Eso da cuenta de un mayor nivel de consciencia del fenómeno que afecta al país, pero debemos seguir trabajando sector público y privado intensamente para explicar que la crisis hídrica no ha terminado y debemos cuidar el agua entre todos“, remarca Schmitt al respecto.

Imagen de referencia.

También en relación a los hábitos implementados para el cuidado del agua, el cerrar las llaves de agua para no gastar más agua de la necesaria está presente al momento de lavarse los dientes (93%) y lavar la loza (81%), pero aún no es un hábito presente para la mitad de las personas al ducharse (52%). La generación X y residentes en el norte son quienes más declaran cerrar las llaves de agua en la medida en que no la estén usando, pese a ser los mismos segmentos que menos declaran de manera espontánea hacer esta acción como medida para reducir su consumo de agua.

¿Pero quiénes se hacen cargo mayoritariamente, según las personas? En la búsqueda de soluciones para la crisis hídrica se valora principalmente el trabajo que hoy están teniendo las organizaciones sociales, las comunidades y las empresas de agua potable, según las impresiones de los encuestados. No obstante, se plantea que autoridades e industrias productivas debieran participar más activamente en esta tarea.

El 84% de los encuestados consideran que el Gobierno debería participar más activamente en la solución del problema del agua. Tras el Gobierno, los actores que debieran hacerse cargo de solucionar o resolver la crisis hídrica en el país son las autoridades locales y municipios (55%), las industrias productivas (53%) y las empresas de agua potable (52%).

“Hay que tener en cuenta también que estamos enfrentando un cambio climático y que es deber de todos el contribuir en micro escala, porque la suma”, agrega Santibáñez. El académico ejemplifica con que si cada persona ahorrara 10 litros de agua al día, al darse una ducha más corta, se podrían ahorrar hasta 70 millones de litros diarios si todas las personas que residen en zonas urbanas realizaran la misma acción. “La adaptación a una nueva realidad hídrica es una tarea de todo y nadie puede eludirla. Esa es la convicción que hay que transmitirle a la población. Porque todo va a sumar”.

Foto referencial.

Más allá de los fenómenos climatológicos, las personas son conscientes de que las decisiones y acciones humanas juegan un papel clave en la presencia de la crisis hídrica. Las lluvias de este año ayudaron a reducir un poco la crisis, llegando incluso a niveles normales de un año, en promedio. Sin embargo, el académico en cambio climático remarca que se debe atender con una mirada a largo plazo. “Es mejor terminar este año, aunque haya suficiente agua, con el mayor excedente posible porque no sabemos cómo viene el próximo año. Esa es la educación que la población necesita, no dejarse llevar por un periodo breve de abundancia porque en el largo plazo estamos enfrentando una gran crisis hídrica”, sentenció.

“Para esto, es necesario entender que esto es un fenómeno global, provocado mayor medida esto ha sido provocado por el hiperdesarrollo de un puñado de naciones. Pero que las consecuencias las estamos sufriendo nosotros a la distancia, y por lo tanto la tarea es una tarea conjunta de todos. El estado tiene sus tareas, nosotros los ciudadanos tenemos nuestras tareas, la educación tiene sus tareas de formar nuevas generaciones con una mentalidad distinta. Aquí tenemos que hacer un esfuerzo todos, sin duda”, concluyó el académico.

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