Científicos logran fascinante hallazgo siguiendo el desconocido paso de Darwin por el valle de Copiapó

Quebarada El Carbón, uno de los sitios recorridos por Charles Darwin.

Aunque el paso del célebre naturalista por la zona no está muy documentado, investigadores de la U. de Atacama y Rey Juan Carlos en España realizaron sorprendentes descubrimientos, que documentaron en un libro para realzar la importancia geológica y turística del lugar.


Fue en 1835 cuando Charles Darwin, en el marco de su expedición a bordo del Beagle, recorrió el valle de Copiapó, visita poco conocida que dejó importantes descubrimientos. Uno de los más llamativos, fueron unos troncos petrificados de grandes dimensiones ubicados en las cercanías del tranque Lautaro.

Estos fósiles son los únicos restos que quedan de antiguos ecosistemas mesozoicos terrestres en esta zona y que 180 años después de su descubrimiento, continúan en el mismo lugar donde fueron encontrados.

Troncos petrificados, que siguen en el mismo lugar cuando Charles Darwin pasó por esta zona del Valle de Copiapó.

Este es uno de los hallazgos documentados en el libro Lugares de interés geológico del valle del Copiapó. Geopatrimonio. Geodiversidad y Geoturismo, financiado por el Gobierno Regional de Atacama en el marco del proyecto FIC “Potenciando el patrimonio geológico y geoturismo en el valle de Copiapó” –GECOTUR-, liderado por el académico de la Universidad de Atacama (UDA) Philippe Moisan y los académicos de la Universidad Rey Juan Carlos en España Manuel Abad y Tatiana Izquierdo y que ha contado con la participación de otros 28 coautores, incluidos profesionales del turismo patrimonial de la región, como la empresa Geoturismo Lickanantay o investigadores con amplia experiencia en estas temáticas, como Miguel Cáceres Munizaga, entre otros.

Con este trabajo, que partió en 2019, buscan no solo aumentar el número de visitantes a la zona y fomentar su desarrollo socio-económico en base a un turismo sustentable, sino también que la comunidad se vincule más con su entorno y tomen conciencia de la importancia de conservarlo y protegerlo.

“Uno de los puntos que más nos llamó la atención durante esta investigación fue la ruta de Darwin. El gran naturalista inglés estuvo acá recorriendo el valle de Copiapó, desde la zona del mineral de Chañarcillo hasta la cordillera, pasando por estos troncos petrificados. Algunos de nosotros no conocíamos este hallazgo, entonces, en este contexto, se puede proponer un área de alto interés paleontológico y además con un alto valor histórico”, señaló Philippe Moisan, académico de la Facultad de Ciencias Naturales de la UDA.

Se trata de un hallazgo olvidado, que fue redescubierto por Héctor Olivares, montañista y encargado del laboratorio de Física de la UDA, quien también participó en esta iniciativa. “Hace años encontré un libro de Darwin y comencé a indagar. Fui al valle y subí varios cerros alrededor de Amolanas hasta que di con este sector de maderas fosilizadas que encontró el naturalista inglés en 1835. En ese momento, me contacté con una experta en paleoxilología quien visitó la zona, comprobando que hay un potencial paleontológico muy importante. Con Philippe comenzamos a hacer salidas y se me presentó la oportunidad de participar en este proyecto”, indica. El objetivo ahora, según afirma, es “proteger la zona para que puedan disfrutarla las generaciones futuras ya que tiene mucho que entregar”.

Otro de los troncos petrificados.

Pero el de los troncos petrificados no es el único punto de interés que se detalla en el libro. En total, se incluyen y describen 27 sitios de interés geológico y paleontológico en la región de Atacama y siete rutas temáticas. En Quebrada Descubridora, por ejemplo, situada a 20 km al sureste de Tierra Amarilla, se han documentado numerosas huellas de dinosaurios, las que representan el primer registro para la región, correspondiente al Cretácico Temprano. Según se detalla en el libro, “estas evidencias geológicas registradas en las rocas de la Formación Pabellón permiten inferir la coexistencia de dinosaurios depredadores y herbívoros, a orillas de un mar cálido y poco profundo, junto a calmas lagunas que permitían el desplazamiento de ornitópodos por los cuerpos del agua”.

Otras de las áreas que se describen en este trabajo son los saltos de agua en el cañón de Angostura, el entorno geológico de Puerto Viejo, el humedal costero formado por la desembocadura del río Copiapó, quebrada La Higuera, el santuario del granito orbicular de Caldera, la aguada de Chorrillos, la fundición de Viña del Cerro o desastres naturales que ocurrieron en el pasado y que modificaron el paisaje como las evidencias de un gran tsunami en Bahía Cisne, entre otros puntos de interés.

Una investigación en la que han reunido datos que aportarán al geopatrimonio y crecimiento turístico de Atacama, pero en la que también, se ha evidenciado el riesgo que existe de perder o que se devalúe este importante recurso.

Para Rolando Fernández, geólogo y gestor del proyecto, “es importante difundir estos sitios y fomentar su cuidado. Durante las charlas que realizamos en diferentes establecimientos educacionales de Copiapó nos dimos cuenta que no se dan mucho a conocer entre los estudiantes, solo se estudia la minería, por este motivo buscamos que se haga una mayor puesta en valor de estos lugares y contribuir también a su protección”.

En el proyecto se plantea la necesidad de difundir y dar a conocer desde una perspectiva riguroso, científica y asequible, el patrimonio geológico, paleontológico y minero de la provincia de Copiapó, con el objetivo de transferir conocimiento a la sociedad y, al mismo tiempo, favorecer el desarrollo de toda la región a través del fomento del turismo sustentable para incentivar la llegada de un mayor número de visitantes.

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