¿Cuándo cambia la hora? En últimos 10 años ha habido seis horarios de invierno distintos

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La medida reducirá a cero los días en que el sol saldrá después de las 8 de la mañana entre las regiones de Arica y El Maule. Esto beneficiará a 12,6 millones de personas, que equivale al 70% de la población.


La Hora Oficial en Chile y sus respectivos husos horarios han sufrido múltiples modificaciones a lo largo de la historia. Bajo el decreto 1.489, en 1970, el Ministerio del Interior estableció la hora en UTC-4 para el continente y la Antártica, y en UTC-6 para la Isla de Pascua e Isla Sala y Gómez. En 2015, el gobierno la modificó a UTC-3 y la insular en UTC-5. Sin embargo, en 2016 volvió al uso horario original.

En 2019, el presidente Sebastián Piñera dio a conocer que el horario de invierno empezará el cuarto mes del año. Así, este regirá desde el próximo 6 de abril, hasta el 6 de septiembre, ampliando de tres a cinco meses el horario de invierno respecto a 2018, cuando este horario comenzó en mayo. El 6 de abril los chilenos deberán atrasar su reloj en una hora cuando este llegue a la medianoche, y el seis de septiembre deberán adelantarlo una hora.

Piñera estableció que durante su mandato la modificación se efectuará siempre entre el segundo sábado de abril  y el segundo sábado de septiembre y que este nuevo régimen horario se mantendrá sin cambios durante su gobierno.

Susana Jiménez, ministra de Energía, señala que el horario de invierno permitirá tener más luz natural en las mañanas. "Por ejemplo, se reducirán prácticamente a cero los días en que el sol saldrá después de las 8 de la mañana entre las regiones de Arica y El Maule. Esto beneficiará a 12,6 millones de personas, que equivale al 70% de la población. En el resto de las regiones de Biobío a Aysén habrá casi 60 días más que hoy, en que el sol saldrá antes de las 8 de la mañana".

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Este cambio de horario aplicará para todo Chile, a excepción de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, que mantendrá el régimen de los últimos años con el horario de verano durante todo el año.

Jiménez establece que éste permitirá también tener más luz en las tardes. "Ello es importante para que las personas puedan disfrutar de los espacios públicos y actividades de recreación, lo que es parte de nuestra cultura durante la primavera y el verano. En resumen, el tener horario de invierno entre el primer sábado de abril y el primer sábado de septiembre, busca distribuir de la mejor manera posible la luz natural, y generar el mayor bienestar a las personas, respetando sus costumbres y hábitos", explica.

Sin embargo, el inicio del horario de invierno se ha modificado seis veces en la última década. Hasta 2009, regía desde el segundo sábado de marzo (hasta el segundo de septiembre), el que fue modificado a febrero en 2010 por el terremoto.

Entre 2011 y 2014 comenzó el último sábado de abril; en 2015 no hubo horario de invierno (solo hubo de verano) y en 2016, 2017 y 2018 comenzó el segundo sábado de mayo.

John Ewer,  investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la U. de Valparaíso (Cinv), señala "que el objetivo histórico fue por el ahorro de energía; en Chile coincidió con una gran sequía en los años 70. Como en ese momento mucha de la energía eléctrica se consumía en iluminación, cambiar el horario podía significar reducir el uso de iluminación y por ende reducir la cantidad de energía eléctrica consumida".

Pero Ewer agrega que en el mundo de hoy el cambio de horario no se justifica por razones energéticas porque la energía eléctrica que se usa en iluminación es comparativamente menor, comparada con la energía que se consume en otros usos (maquinaria, etc). En Chile, el informe que el Ministerio de Energía realizo con la PNUD hace algunos años llegó a esa misma conclusión.

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Desde el Ministerio de Energía señalan que esta decisión fue tomada luego de consultar a más de 40 representantes de instituciones públicas y privadas, de la sociedad civil y especialistas, para recopilar antecedentes técnicos y científicos sobre el impacto de los husos horarios sobre la salud, educación, productividad, seguridad, telecomunicaciones, transportes y eficiencia energética, entre otros.

Salud: Otro elemento a tener en cuenta

Estas medidas, afectan el reloj biológico de las personas. "La hora en que sale el sol determina cuando nos despertamos naturalmente (sin despertador). Si el despertador te despierta antes de ese momento quiere decir que te despertó antes que estuvieses biológicamente despierto, lo cual significa que terminaste con un déficit de sueño. En este momento el sol sale como las 8 am, o sea casi toda la población tiene un déficit de sueño crónico porque casi todos deben despertarse bastante antes de esa hora".

Dice que en niños y adolescentes la situación es peor aún porque ellos, por su edad, se despiertan naturalmente una o dos horas más tarde que los adultos. O sea están llegando a sus colegios y a las universidades con un déficit de dos a tres horas.

El cambio de la próxima semana hará que el sol salga más temprano, reduciendo este déficit de sueño. "O sea es un cambio en una buena dirección. A diferencia de ello, el cambio de la primavera es nefasto por dos razones: Primero, el sol sale más tarde, o sea terminas con un déficit de sueño mayor, y segundo, el cambio agudo hace que tengamos más accidentes, aumenta el estrés y con ello la incidencia en ataques de corazón (aumenta en como 5-10%), etc. Por eso que en el mundo se está haciendo más popular la idea de eliminar los cambios de hora. De hecho la Unión Europea votó el año pasado abolir los cambios de hora", agrega Ewer.

El Ministerio agrega que la ciencia ha demostrado que tener luz natural en las mañanas es muy importante para el bienestar de las personas, y en especial para el crecimiento y aprendizaje de niños. La evidencia científica ha demostrado que iniciar las actividades diarias sin luz natural tiene un efecto negativo sobre la salud, la concentración y el desempeño de las personas, especialmente en niños y adolescentes, quienes por su ciclo biológico de crecimiento despiertan naturalmente más tarde que los adultos, y requieren de luz natural para un mejor aprendizaje.

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En muchas personas produce confusión. "No hay manera de asimilarlo. El sol fija el inicio del día para nuestro reloj biológico y cualquier déficit de sueño con respecto a ese horario es crónico. El déficit creado por el cambio de hora de la primavera se va reduciendo paulatinamente no porque nos acostumbremos, sino porque el sol se levanta paulatinamente mas temprano a medida que nos acercamos al verano. El cambio de horario de abril acercará la hora en que se levanta el sol a la hora en que uno debe despertar en un día de trabajo, reduciendo el déficit de sueño", dice Ewer.

El académico cree que hay que abolir los cambios de hora porque el de la primavera tiene consecuencias nefastas para el desempeño y para la salud. "A nosotros nos corresponde el huso de Perú. Pero en Chile transitamos entre el horario de Argentina (UTC-3, el que tenemos ahora) y el de Bolivia (UTC-4; el que tendremos después del cambio del 6 de abril). UTC-4 es mejor al que tenemos ahora; pero idealmente deberíamos tener el de Perú. Claro, muchos adultos van a protestar porque les gusta tener luz en la tarde. Pero significa que tendrán un mayor déficit de sueño crónico (mayor obesidad, diabetes o cáncer) y la situación de los niños y los adolescentes será peor aún".

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