El inmenso poder de los bosques del sur: estudio detecta que almacenan tres veces más carbono por hectárea que la Amazonía

Datos de National Geographic Society en alianza con de la fundación Tompkins Conservation, revelaron el gran poder de almacenamiento de carbono de la Ruta de los Parques de la Patagonia, estimando que por hectárea almacena casi tres veces más que la Amazonía.


La Ruta de los Parques de la Patagonia es un recorrido de 2.800 km entre Puerto Montt y Cabo de Hornos, que concentra 17 Parques Nacionales y más de 60 comunidades aledañas. Es una ruta que integra los bosques del sur del país con la Carretera Austral, los Canales Patagónicos y la Ruta del Fin del Mundo.

Creada por la Fundación Tompkins Conservation, la idílica ruta no sólo tiene un fin turístico, sino también, medioambiental: las 11,8 millones de hectáreas protegidas que incluyen la red, en su mayoría compuestas por bosques nativos, tienen un importante, pero incalculado poder de captura de CO2.

Desconocido hasta ahora, porque una alianza entre esta fundación y National Geographic Society permitió estudiar cuál es el real aporte de la Ruta de los Parques en el almacenamiento de carbono.

El estudio utilizó datos del Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA- CMVC), además de cálculos adicionales específicos para la región proporcionados por National Geographic Society, en el que se consideró la biomasa sobre y bajo tierra y el carbono orgánico del suelo, cuya información cartográfica de la zona fue facilitada por Tompkins Conservación Chile.

Según resume Ingrid Espinoza, directora de Conservación de Tompkins Conservation Chile, “los datos obtenidos por National Geographic Society indican que los 11,8 millones de hectáreas protegidas como parque nacional en la Ruta de los Parques almacenan 6.608 MtC (millones de toneladas métricas de carbono), al 23 de septiembre del 2019, considerando biomasa vegetal y suelo”.

Espinoza explica que para el estudio, "Tompkins Conservation Chile comparó los datos entregados por National Geographic Society con diferentes estudios de almacenamiento de carbono en áreas protegidas de la Amazonía.

Según estos estudios, el rango promedio de carbono total (suelo y bosque) en la Amazonía está entre los 193,5 ton de C/ha (carbono por hectárea) y 206,47 ton de C/ha en las Áreas Naturales y Protegidas, además de cuencas y territorio indígena de la Amazonía. Los datos obtenidos del estudio de National Geographic Society indican que los 6.608 MtC que almacenan la Ruta de los Parques -considerando biomasa vegetal y suelo- dan como resultado 558 ton de C/ha, es decir, tres veces más que la Amazonía por hectárea.

“Esto significa que la Ruta de los Parques es un lugar clave en el continente para combatir la crisis climática que estamos viviendo. Asimismo, se ven grandes acumulaciones de carbono a lo largo de los ríos debido a que estos depositan y mueven un rico suelo que acumula el carbono”, señala la directora de conservación de Tompkins Conservation Chile.

Este proceso de captura se debe al gran poder de almacenamiento de carbono de los árboles y del suelo de los ecosistemas forestales en el país, y se explica en parte porque los procesos de descomposición de la materia orgánica en esta zona son más lentos, debido fundamentalmente de las bajas temperaturas, lo que permite esta la acumulación de una importante cantidad de carbono (ver infografía).

Parque Pumalín Douglas Tompkins. Crédito; Linde Waidhofer

Steven P. Brumby, asesor senior de visualización de datos de National Geographic Society, explica que el Acuerdo de París exige que cada país debe contribuir con acciones climáticas para limitar el calentamiento global a menos de entre 1,5 y 2 °C por encima de los niveles preindustriales. “Las 6.608 millones de toneladas métricas de carbono del suelo y la biomasa almacenadas en la Ruta de los Parques, equivalen a casi el 30% del carbono total del suelo y la biomasa en todo Chile (22,3 mil millones de toneladas métricas)”.

“Preservar este suelo y el carbono de la biomasa protegido en la Ruta del Parques de la conversión y emisión a la atmósfera constituye una contribución ambiciosa y alcanzable a la acción internacional de Chile para limitar el calentamiento global”, añade Brumby.

Principales aportes

Los parques nacionales Pumalín Douglas Tompkins, Corcovado, San Rafael, Bernardo O´Higgins, Kawésqar y De Agostini, son los que más aportan, "sobre todo considerando la cobertura suelo, estos datos dan cuenta de la importancia que tiene este pulmón verde no solo para Chile, sino que para el mundo entero, siendo una solución basada en la naturaleza para ayudar a mitigar los efectos del cambio climático. Asimismo estos datos nos permiten entender qué debemos proteger, cómo proteger, qué objetivos de protección tener y cómo valorar las regiones que ya están protegidas”, explica Espinoza.

Alvaro Promis, profesor asociado y director del Departamento de Silvicultura y Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, considera que la información que revela este estudio es muy interesante. “En general se reconoce globalmente que las regiones climáticas templadas húmedas y frías, como en las que se encuentran los ecosistemas terrestres de estos parques nacionales, almacenan una gran cantidad de carbono a nivel de suelo. La función que tiene la Ruta de los Parques a lo largo de la Patagonia es muy importante, al actuar de sumidero de carbono”, dice.

Parque nacional Patagonia. Crédito: Linde Waidhofer

Los resultados muestran el carbono almacenado en la biomasa y en el suelo, y la suma de ambos para cada parque nacional de la Ruta de los Parques. El detalle de los parques nacionales con más carbono almacenado establece que el Parque Nacional Pumalín Douglas Tompkins tiene 229,71 millones de toneladas métricas de carbono, Corcovado (246,18 Mt), Laguna San Rafael (895,58 Mt), Bernardo O’Higgins (1700,95 Mt), Kawésqar (2071,59 Mt) y Alberto De Agostini (717,34, Mt).

Promis señala que "el carbono en el suelo proviene de la descomposición de la vegetación, el crecimiento de los hongos y las bacterias y de las actividades metabólicas de los organismos vivos. Ahora bien, también se debe considerar la tasa de respiración que la vegetación y el suelo presentan. Esta respiración libera carbono a la atmósfera.

El 46% de América Latina corresponde a superficie boscosa

“Tener un mapa espacial del carbono del suelo y la biomasa para Chile, permite a los líderes tomar decisiones basadas en datos científicos confiables sobre qué y dónde proteger, restaurar y administrar. Estos datos son cruciales para tomar medidas efectivas para limitar el calentamiento global y lograr un desarrollo sostenible basado en la naturaleza que proteja los medios de vida y la rica biodiversidad y belleza natural de Chile”, señala Brumby.

La primera fuente de emisiones de carbono a la atmósfera es la combustión de combustibles fósiles. “Entonces, la mantención de la vegetación presente en los parques nacionales, especialmente los bosques y las turberas, el no cambiar el uso de suelo y mantenerlos como sitios protegidos para la preservación de sus ecosistemas y la imposibilidad de cambiar la cobertura que estos ecosistemas tienen, es vital para que sigan funcionando como fuentes de almacenamiento de carbono a lo largo del tiempo”, explica Pomis.

Parque nacional Pumalín Douglas Tompkins. Crédito: Linde Waidhofer

Actualmente, un 46% del territorio de América Latina corresponde a superficie boscosa, terrenos constantemente amenazados por la deforestación y la degradación. En los últimos 25 años se han perdidos casi 100 millones de hectáreas. Dentro de esta región, solo seis países, Chile, Costa Rica, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana y Uruguay, aumentaron su cobertura forestal.

En el caso de Chile, este aumento está basado en la restauración de los suelos degradados, a través de la promoción de plantaciones forestales, no así en la restauración y reforestación de bosques nativos, que son una de las principales fuentes de secuestro y almacenamiento de carbono.

Los resultados obtenidos durante el análisis surgen al ver los resultados de National Geographic Society en las imágenes satelitales, y verificar que justamente los lugares con mayor almacenamiento de carbono en Sudamérica serían la Amazonía y la Ruta de los Parques en Chile.

“Este escenario motiva la urgencia de conservar nuestra Patagonia y crear nuevas áreas protegidas dentro de este territorio, para así impedir la pérdida y la degradación de bosques primarios. Los parques nacionales de la Ruta de los Parques están compuestos mayoritariamente por bosque nativo. El principal tipo forestal presente en la Ruta de Parques corresponde al coigüe de Magallanes, después continúan el tipo forestal siempreverde, lenga y ciprés de las Guaitecas”, señala Espinoza.

“Es fundamental que conservemos este rico patrimonio natural, que permite la mantención de procesos ecosistémicos que en el contexto global presentan alto valor, como son la mantención de la biodiversidad, la provisión de agua y el secuestro y almacenamiento de carbono”, indica Espinoza.

Parque nacional Patagonia. Crédito: Linde Waidhofer

A nivel mundial, se reconoce que las mayores reservas de carbono orgánico de suelo se encuentran en zonas críticas como humedales y turberas, así como también horizontes del suelo enterrados por procesos volcánicos, eólicos, aluviales, coluviales y glaciales. Estos suelos se encuentran en el sur de Chile.

El mayor aporte de la captura y almacenamiento de carbono es por la biomasa área, y eso se debe fundamentalmente a que a mayor crecimiento de los árboles, hay mayor captura de carbono. Pero en relación a los suelos, comparando valores de bosque de zonas similares a Chile, como EE.UU, Canadá y Francia, donde existen bajas temperaturas, se conduce a un mayor almacenamiento de carbono en el suelo, frente a las formaciones de frondosas del bosque tropical.

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