Estudio alerta graves consecuencias climáticas en la cordillera de los Andes

Estudio alerta graves consecuencias climáticas en la Cordillera de Los Andes.

Investigación liderada por Álvaro Salazar, ecoclimatólogo e investigador de la Universidad de La Serena, proyecta importantes y severos cambios en su biodiversidad.


Para nadie es un secreto que el cambio climático global y el calentamiento del planeta es un tema que se vive a diario. Inundaciones, tormentas, lagos desapareciendo y sequía son algunos de los ejemplos claros de que la situación sigue avanzando sin dar tregua.

Álvaro Salazar, ecoclimatólogo e investigador de la Universidad de La Serena y del Instituto de Ecología y Biodiversidad, realizó un estudio titulado “CMIP6 precipitation and temperature projections for Chile” (”CMIP6 proyecciones de precipitación y temperatura para Chile”) el que entregó resultados “dramáticos”, ya que para Chile central los modelos predicen una disminución promedio de las precipitaciones del 30%.

No solo ese dato pone en alerta lo grave de este tema, una de las cifras que más llamó la atención fue la predicción de aumento de la temperatura en por lo menos 5°C en la Cordillera de los Andes, lo que conlleva que “por un lado va a llover menos y, por otro, va a nevar menos, y que la poca nieve que habrá se derretirá rápidamente por el factor de aumento de temperatura, lo que redundará en una disminución de la disponibilidad de agua bastante seria para la zona central de Chile, y en específico en los valles”, explica Salazar.

Estudio alerta graves consecuencias climáticas en la cordillera de los Andes

El documento, en el que también participaron los investigadores Marcus Thatcher, Katerina Goubanova, Patricio Bernal, Julio Gutiérrez y Francisco Squeo, utilizó un período de referencia histórico entre 1986 y 2014 -rango considerado en climatología como base- que fue utilizado para comparar las proyecciones futuras entre el año 2080 y 2099.

El análisis, realizado en el marco del programa Coupled Proyecto Modelo de Intercomparación fase 6 (CMIP6), se centró en cuatro subregiones climáticas: Norte de Chile, Chile Central, Patagonia Norte y Patagonia Sur.

Salazar establece que este es un fenómeno que ocurrió hace ya 6.500 años. “Las precipitaciones se mantuvieron más o menos estables, pero hubo un fuerte aumento de la temperatura, y esto provocó justamente un desecamiento de paliolagunas, sobre todo en lo que es ahora la Pampa del Tamarugal, y que determinó la extinción de especies locales y la ausencia de asentamientos humanos -que está registrado por la arqueología- por lo que se esperaría que lo mismo podría ocurrir hacia fines de siglo”.

El aumento de la temperatura de la Cordillera de los Andes conlleva a un cambio ecosistémico y a un cambio en el balance hídrico de los salares. “Por ejemplo, en este caso el cambio ecosistémico sería la temperatura mínima, que es súper importante como variable bioclimática para la distribución de las especies. Entonces, si aumenta la temperatura va a haber un cambio en los flujos y la interacción entre los ecosistemas, porque se hace todo más cálido”, asegura el ecoclimatólogo.

La primera figura muestra el área de estudio dividida en cuatro subregiones, mientras que la segunda, la elevación media por latitud.

Según Salazar existen formas de adelantarse a este “desastroso panorama” y sería adaptar los modelos de disponibilidad de agua y de superficie de hidrología superficial ya existentes, junto a los nuevos datos que se están entregando gracias a las investigaciones.

“También, evaluar cómo cambiaría la disponibilidad de agua de superficie y subterránea de acuerdo a estos escenarios, y bajo esa información, tratar de disminuir los efectos negativos de este escenario que los modelos proyectan”, sostiene.

La temperatura de la Cordillera de Los Andes aumentaría 5°C al 2080

Por otro lado hay un hay un factor bastante importante de la regulación del clima que es poco considerado, que es la vegetación en general, y sobre todo, la vegetación nativa. “Porque la vegetación nativa puede disminuir la temperatura superficial en hasta 10°C en ciudades, lo cual es tremendamente importante”, indica Salazar.

El estudio determinó que la temperatura de la Cordillera de Los Andes aumentaría 5°C al 2080. Crédito: Aton Chile

Finalmente Salazar es enfático en definir que “si nosotros aumentamos la cobertura vegetal en zonas rurales, así como en cerros, lo que hacemos es generar que el suelo, que es una especie de esponja que constituye un gran reservorio de agua, mantenga el agua dentro de la misma cuenca y, no necesariamente esa agua se evapore rápidamente o escurra hacia el mar”.

“Entonces, el manejo de nuestra vegetación es probablemente la única y más importante herramienta que tenemos para disminuir los efectos negativos del cambio climático en términos de la temperatura y de la conservación de agua dentro de las cuencas de nuestros valles y territorios”, finaliza.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.